El poderoso senador Eduardo Pulgar, uno de los más votados del partido de ‘la U’ en las elecciones de 2018, llegó este martes al búnker de la Fiscalía rodeado por tres mujeres del CTI que lo capturaron en el aeropuerto El Dorado, hacia las 8 de la mañana.
Con un traje de alta costura azul y una discreta bolsa de manila, en la que llevaba algunos efectos personales, fue conducido hasta una oficina en la que le dieron los pormenores de la decisión de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema, que lo investiga por presunto tráfico de influencias.
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Luis Fernando Acosta Osio, mencionado dentro del caso.
Portal Zonacero.com
EL TIEMPO estableció que, desde la semana pasada, se había dado la orden de ubicarlo. Y si bien todo estaba planeado para que fuera capturado en Barranquilla (de donde es oriundo), Pulgar se desplazó al aeropuerto Ernesto Cortissoz en un carro que no era el suyo y despistó a los investigadores.
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La primera llamada que hizo después de que le notificaron la orden de captura fue a su abogado Jaime Granados, quien se declaró sorprendido, pues estaba seguro de que la Corte iba a proferir una decisión a favor de su cliente.
Si los manes son juiciosos, si yo le digo: ‘Hey, doc., esta vaina vale 200 barras’, él me dice: ‘¿A qué horas y dónde?’. Así, pa’ hablar claro': se escucha en el audio
El origen del proceso en contra de Pulgar es una conversación, grabada (en 2017) por el entonces juez Andrés Rodríguez Caez. Este dice que el senador le ofreció un soborno para favorecer en un proceso a su amigo Luis Fernando Acosta Osío. Se trata del líder de un grupo que controla la Universidad Metropolitana de Barranquilla y es ligado con la Fundación Acosta Bendeck y el Hospital Universitario Metropolitano.
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“Si los manes son juiciosos, si yo le digo: ‘Hey, doc., esta vaina vale 200 barras’, él me dice: ‘¿A qué horas y dónde?’. Así, pa’ hablar claro. Yo les digo a ustedes la verdad. Aquí hay un negocio...Yo creo... No sé, si ustedes quieren hablar solos”, se oye en el audio revelado por el periodista Daniel Coronell.

Andrés Fernando Rodríguez Caez, tiene una larga hoja de vida en la rama judicial.
Archivo Particular
Además de guardar silencio durante el interrogatorio, Pulgar dijo a su favor que se trataba de una grabación ilegal y editada. A eso se une que nunca se concretó ningún tipo de ofrecimiento.
(Además: Procuraduría rechaza que juicio disciplinario a Pulgar pase a Congreso)Pero el ahora exjuez Rodríguez Caez se ratificó. Y cuando se le preguntó a qué se refería Pulgar cuando en el audio hablaba de la “vueltecita”, este respondió: “A algún tipo de provecho, algún tipo de beneficio, no podría decirle... Hasta que él dijo lo de las 200 barras”.
La Corte cree tener evidencia de que se configuró el delito de tráfico de influencias (artículo 411 del Código Penal) y que incluso se lo podría procesar por cohecho.
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Sobre el primer delito, se contempla una pena de hasta 12 años para el servidor público que utilice indebidamente, en provecho propio o de un tercero, influencias derivadas del ejercicio del cargo o de la función con el fin de obtener cualquier beneficio de parte de servidor público.
Además, prevé la inhabilitación para el ejercicio de derechos y funciones públicas, lo que lo dejaría por fuera del juego político. De hecho, ‘la U’ ya le suspendió su militancia en esa colectividad.
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Y, por tratarse de un caso de presunta corrupción, de haber una decisión de fondo adversa contra Pulgar, su partido perdería esa curul.
Lo que aún no se sabe es si el político, de 51 años, decidirá renunciar a su investidura para salirse de la órbita de la Corte y quedar en manos de la Fiscalía.
Allegados al senador le dijeron a EL TIEMPO que, hasta hace 24 horas, esa opción no estaba prevista.
Hubo un salvamento de voto del magistrado Farfán, que consideró que no hay evidencia que muestre que Pulgar haya intentado entorpecer el recaudo de pruebas, lo que no daba para ordenar su captura

Jaime Granados, abogado defensor del senador Eduardo Pulgar.
Claudia Rubio / EL TIEMPO
De hecho, Jaime Granados emitió un comunicado en el cual asegura que si bien respeta la decisión del alto tribunal, no está de acuerdo con ella. Sin embargo, no presentará recurso de reposición, el único que procede en estos casos.
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La razón: “Lo resolvería la misma Sala, por lo que consideramos que no es un recurso efectivo para defender las garantías de nuestro representado”.
Y tras advertir que la decisión no fue unánime –uno de los magistrados se excusó de votar y otro salvó su voto– anunció que solicitará que la Sala Especial de Juzgamiento efectúe un control de legalidad de la detención de Pulgar, al estimar que la medida que se le impuso es ilegal por no cumplir los requisitos exigidos.
Al respecto, EL TIEMPO estableció que el salvamento de voto, fue del magistrado Francisco Farfán, quien consideró que no hay evidencia que muestre que Pulgar haya intentado entorpecer el recaudo de pruebas, lo que no daba para su captura.
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También pedirá que, por su estado delicado de salud, se le otorgue un lugar especial de reclusión, que al cierre de esta edición no había sido definido.
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