Dos de las mejores haciendas de Puerto Berrío (Antioquia), aptas para la cría de búfalos y la producción agrícola, ubicadas al lado del río Magdalena, están a punto de desatar un lío judicial y de poner al descubierto un nuevo y gigantesco problema de tierras en Colombia.
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EL TIEMPO conoció oficios en los que se señala al Banco Agrario de engañar a una inmobiliaria de Sabaneta (Antioquia) con la venta de estas dos propiedades, que en papeles superan las 1.000 hectáreas.
La transacción se registró entre julio y agosto de 2021, y ascendió a 2.661 millones de pesos. Pero los oficios a organismos de control son recientes.
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Allí se asegura que el negocio se selló confiando en la experiencia, idoneidad y capacidad del banco para este tipo de asuntos. No obstante, en criterio de los compradores se puede estar configurando un robo de tierras del Estado al Estado, a través de una trampa catastral.

El lote La Florida pasó de tener 399 hectáreas a 642 hectáreas.
Captura de Google.
Montes Azules y La Florida
El caso es tan atípico que la Contraloría lo envió hace tres días a la Agencia Nacional de Tierras.
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La firma compradora es Sigom S.A.S. Según el estudio catastral que les hicieron a los predios, estos fueron adjudicados en 1968 por la gobernación de Antioquia.
Con el paso del tiempo, cambiaron de manos hasta llegar a los inventarios del Fondo Ganadero de Caldas, que después pasó a llamarse Fondo Bufalero del Centro S.A. Esta última fue liquidada, en 2013, tras un fallido proceso de reorganización.

El caso fue enviado por la Contraloría a la Agencia Nacional de Tierras.
Milton Diaz / El Tiempo
Y para pagar acreencias, le entregó al Banco Agrario las fincas Montes Azules y La Florida. Todo parecía estar en orden hasta que empezaron los líos de linderos con vecinos.
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Inicialmente se creyó que era un error, porque, al momento de sellar el negocio, el Banco Agrario advirtió que el predio Montes Azules presentaba una posible ocupación irregular en una zona de 120 hectáreas; y que en La Florida existía una invasión. Pero en terreno la situación se complicó y nadie explica cómo La Florida pasó de tener 399 hectáreas a 642 hectáreas; y Montes Azules pasó de tener 114 a 386 hectáreas.

Panorámica de Puerto Berrío, Antioquia
Gobernación de Antioquia
‘Nos indujeron en error’

El Banco Agrario dice que el negocio se dio por el interés del comprador.
Captura de documento
Para apoderados de la empresa, se trata de áreas que exceden las de los títulos de bienes baldíos que fueron adjudicados inicialmente por la Gobernación de Antioquia.
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Para tratar de subsanar el tema de las ocupaciones irregulares y de las hectáreas, Sigom S.A.S. contrató al abogado Carlos Ignacio Carmona, quien asegura que “al revisar las matrículas inmobiliarias se detectó que hay una modificación de las áreas, relacionada con la incorporación de terrenos baldíos que no fueron autorizadas por el extinto Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), hoy ANT”.
“La falta de conocimiento de las personas del Banco o la falta de estudio de los bienes que ofrecen en venta es realmente lo que produce que terceros adquirentes se vean perjudicados con ese actuar: creímos que en una entidad oficial se debe contar con personas idóneas para detectar este tipo de situaciones. Pero nos indujeron a error”, agrega el apoderado de la inmobiliaria.
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Por eso, piden que se deshaga el millonario negocio. “Se adquirieron mil hectáreas de tierra para el desarrollo de un proyecto y no les interesa la mitad. El banco los engañó porque vendió con conocimiento o sin conocimiento 500 hectáreas que son del Estado y buscarán que les devuelvan el dinero por perjuicios”, señaló Carmona.
‘Todo ha sido muy claro’
No se aceptarán reclamaciones presentes ni futuras, derivadas de diferencias de linderos, cabidas superficiarias o situaciones particulares de áreas o medidas
EL TIEMPO revisó los documentos de la compraventa y en ellos el Banco Agrario es claro en que, posterior a la venta, no aceptan reclamaciones.
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“No se aceptarán reclamaciones presentes ni futuras, derivadas de diferencias de linderos, cabidas superficiarias o situaciones particulares de áreas o medidas”, se lee en una carta.
Voceros del banco agregaron que Sigom S.A.S. manifestó el interés de continuar con el proceso de adjudicación, pese a las advertencias realizadas.
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“Conforme lo anterior, el Banco adjudicó el bien haciendo la claridad que no se aceptaban reclamaciones presentes ni futuras derivadas de diferencias de linderos o situaciones particulares de áreas (...) la compañía manifestó que “asumía y aceptaba la entrega del inmueble en las condiciones en las que se encontraba, declarando indemne al banco de cualquier responsabilidad. Todo ha sido muy claro”, señalaron.
En todo caso, la solicitud es que se establezca si el banco fue engañado y recibió menos tierra por una deuda o si alguien sabía lo que se estaba recibiendo. Además, se pide que se establezca si otros predios que se han recibido en parte de pago tienen el mismo vicio y si se le está pagando al Estado con bienes del Estado.
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