Tras un año de la muerte violenta de Ana María Castro, ocurrida la madrugada del 5 de marzo de 2020, empezaron a circular dos versiones: que Paul Naranjo y Julián Ortegón saldrán en libertad en 15 días y que a la joven la habrían golpeado con una botella dentro de la camioneta Kia.
EL TIEMPO investigó y estableció que, en efecto, avanzan dos solicitudes para que se revoquen las medidas de aseguramiento que jueces de garantías impusieron contra Naranjo y Ortegón.
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Julián Ortegón, imputado por feminicidio agravado, no aceptó los cargos.
Archivo particular
Ambas fueron presentadas el día de la imputación de cargos de los jóvenes, acusados por la Fiscalía de feminicidio agravado en calidad de autor y coautor, respectivamente.
En la apelación de las medidas de aseguramiento, los abogados de los jóvenes insisten en que los elementos probatorios aportados por la Fiscalía no encajan con las exigencias legales para que se constituya un feminicidio.
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Además, que Ana María bajó con vida de la camioneta Kia que conducía Paul, quien estaría dispuesto a aceptar homicidio culposo (accidental) ante la probabilidad de que Ana María haya estado recostada en el carro en el momento cuando él arrancó, a la altura de la calle 80 con carrera 68K.

Mateo Reyes Gómez es uno de los testigos claves para esclarecer la muerte de Ana María Castro.
Archivo particular
Para el próximo 24 de marzo está prevista la audiencia en la que un juez resolverá si revoca o confirma una de las medidas de aseguramiento.
Ese día se sabrá si Julián —cuyo padre, el cantante ranchero Fernando Valente, contrató al abogado Gilberto Rondón— recupera la libertad.
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Y, para el día siguiente, está programada la audiencia para que se decida si se revoca la medida de aseguramiento de Paul, cuya defensa está en manos del penalista Jhon Cadena. Este no descarta que la Fiscalía acceda a cambiar el llamado tipo penal de feminicidio a homicidio culposo.
De hecho, junto con Rondón, contrataron a un físico forense para demostrar que sería imposible que, tal como quedó el cuerpo, Ana María hubiera sido arrojada de la Kia, a 60 kilómetros por hora. Un testigo dice que la vio caer como una 'muñeca de trapo'.

Testimonio de Mateo Reyes sobre la muerte violenta de Ana María Castro.
Archivo Particular
Por otro lado, EL TIEMPO estableció que la versión difunda en las últimas horas sobre el supuesto botellazo que Ana María habría recibido antes de bajar de la Kia que conducía Paul surgió de una de las versiones que dio Mateo Reyes cuando varias personas llegaron al lugar donde Ana María fue encontrada con golpes en el cráneo que le causaron la muerte.
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Al respecto, el abogado de Paul, el penalista Cadena, aseguró que en la necropsia al cuerpo de Ana María no había laceraciones ni golpes que indiquen un golpe con una botella.
Además, insistió en la necesidad de que Mateo regrese al país (sigue en Miami, Estados Unidos) para que explique su participación en los hechos.

Doña Nidia Romero visitó el martes 16 de febrero la tumba de Ana María. Ese día habría cumplido 22 años.
Mauricio Moreno. EL TIEMPO
La defensa de Naranjo quiere que Reyes explique qué pasó después de que él y Ana María quedaron sobre la acera en la calle 80 con carrera 68K.
(Sobre el tema: Este es el testimonio que Mateo Reyes le dio a la Fiscalía)
Por ahora, Mateo no tiene ningún requerimiento judicial y está vinculado al caso en calidad de testigo. Pero la propia madre de Ana María señala que el joven cambió varias veces de versión sobre lo ocurrido esa madrugada. Incluso, en plena coincidencia con el testigo, dijo que los botaron de la camioneta Kia.
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