Una batalla jurídica con potenciales efectos sobre la privacidad de las cuentas de correo electrónico terminó con un fallo que obliga a Yahoo a entregar a la familia de un usuario fallecido en 2009 acceso a su cuenta de email, incluso sin que este hubiera expresado en vida su voluntad.
El Tribunal Superior de Massachusetts falló contra el portal web en una causa que se inició en 2009 cuando Marianne y Robert Ajemian pidieron a la compañía acceso al email de su hermano, John, quien murió a los 43 años en un accidente de bicicleta. La familia alegaba que era importante tener acceso al correo para determinar cómo repartirían su herencia, ya que John no dejó un testamento.
La firma indicó que no podía violar la privacidad de su usuario e invocó la ley federal de comunicaciones. Más aun, consideró que un fallo contrario la obligaría a ir en contra de sus propios términos de servicio.
Pero la corte falló a favor de los Ajemian y argumentó que bajo ciertas circunstancias, como cuando se desconoce la intención del difunto sobre cómo repartir sus propiedades, las compañías deberían permitir el acceso a sus cuentas de correo. Es un precedente significativo en un país en el que, como en EE. UU., el derecho toma muy en cuenta decisiones anteriores por parte de organismos judiciales.
Albert Gidari, director de privacidad del Centro de Internet y Sociedad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Stanford, en California, señaló que la ley federal prohíbe expresamente la divulgación del contenido de las cuentas sin consentimiento del usuario, por lo que en esos casos, debería ser abandonada o eliminada.
La familia respondió alegando que, como representantes legales del difunto, el consentimiento estaba implícito y ellos debían tener acceso al correo. En una decisión que sorprendió a muchos, el tribunal de apelaciones estuvo de acuerdo.
Para Gidari, la decisión del tribunal contradice la gran mayoría de los puntos de la ley estatal y, probablemente, los deseos del fallecido. “El problema no es solo la privacidad de Ajemian, sino la de todos aquellos con quienes se comunicó. Él eligió en vida no compartir esa información” dijo Gidari.
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