No ha sido un año fácil para Uber. La creciente competencia, el incremento en la inversión para expandir su servicio y la presión regulatoria han llevado a que, en los primeros nueve meses del año, sumen pérdidas por 2.200 millones de dólares. Para el tercer trimestre, según reportes, se espera un detrimento de 800 millones de dólares, sin incluir datos de su operación en China. Si la información se confirma, la firma cerrará 2016 con un negativo estimado de 3.000 millones de dólares, informó la agencia de noticias Bloomberg.
Parte de las pérdidas se explican por sus esfuerzos para innovar tanto por medio de la creación de nuevos servicios, como Uber Eats que acabó de llegar a Colombia, como a través de la inversión en el desarrollo de carros autónomos y otras tecnologías pensadas para ganar competitividad a largo plazo.
Por otra parte, los ingresos netos durante el tercer trimestre serán de 1.700 millones de dólares. Provienen, en su mayoría, de las comisiones cobradas a los conductores. Así mismo, los ingresos netos durante los primeros nueve meses del año ascienden a 3.760 millones de dólares.
Se espera que cierre el año con una facturación que supera los 5.500 millones de dólares, a pesar de haber salido del mercado chino en agosto, cuando acordó vender su operación al emprendimiento local Didi Chuxing a cambio de una participación del 17,5 por ciento.
Las pérdidas reportadas a los inversores son 25 por ciento superiores en el tercer trimestre de este año a las de el mismo periodo de 2015. La valoración de la compañía, originaria de San Francisco, es de casi 70.000 millones de dólares.
Las pérdidas de Uber podrían ser mayores de haber continuado operando en China. A comienzos de año, Travis Kalanick, presidente de Uber, afirmó en una entrevista que la compañía perdía unos 1.000 millones de dólares al año en China por su feroz competencia contra Didi Chuxing.