Toyota anunció que invertirá 500 millones de dólares en Uber como parte de un acuerdo de cooperación en la producción masiva de vehículos autónomos.
La colaboración tiene el objetivo de "llevar al mercado el transporte compartido autónomo como servicio de movilidad", y para ello la tecnología de ambas empresas se integrará en vehículos de Toyota que formarán en la red de automóviles de Uber, anunció en un comunicado la empresa nipona.
El presidente de Toyota, Shigeki Tomoyama, afirmó que se trata de una "piedra de toque" en la transformación de la empresa "en una compañía de servicios de movilidad".
Por su parte, el máximo responsable de Uber, Dara Khosrowshahi, dijo que el acuerdo permitirá a su compañía acercarse al objetivo de "ofrecer los automóviles autoconducidos más seguros del mundo".
En particular, la empresa con sede en San Francisco (EE. UU.) tiene previsto comenzar a desplegar en 2021 su flota de vehículos sin piloto basados en el modelo de minifurgoneta Toyota Sienna, un servicio bautizado como Autono-MaaS.
El movimiento de Toyota Motor sigue los pasos del coloso nipón tecnológico y de telecomunicaciones Softank, que adquirió en enero un 15 por ciento de las participaciones en Uber por unos 7.700 millones de dólares, convirtiéndose en su mayor accionista.
Toyota también anunció en la víspera que cuatro de sus subsidiarias fabricante de piezas de repuesto formarán una empresa conjunta para centrare en fabricar componentes específicos para carros sin piloto. Aisin Seiki, Jtekt, Advics y Denso se fusionarán en una compañía controlada por esta última con el objetivo de "combinar fuerzas" y desarrollar autopartes como sensores, frenos y sistemas de dirección para vehículos autónomos, según explicaron al presentar la alianza en una rueda de prensa en Nagoya (centro de Japón).
El acuerdo se produce en momentos en que el servicio de movilización de los teléfonos inteligentes está reduciendo el esfuerzo en solitario de desarrollar tecnología de vehículos autónomos. Uber suspendió su programa de automóvil sin conductor luego que un accidente terminara con la vida de una mujer que estaba empujando una bicicleta en las calles de Arizona, en marzo.
El mes pasado, la firma con sede en San Francisco dio un paso tentativo hacia el reinicio del programa, volviendo a poner los autos sin conductor en la carretera en "modo manual", con un conductor al volante en todo momento. Las pruebas permitirán a Uber recopilar datos sobre diferentes escenarios que se recrearán en simulaciones de computadores, y también se desarrollarán mapas más precisos para los vehículos.
CON AGENCIAS