Cada vez es más normal compartir en redes sociales como Instagram, Facebook o Twitter publicaciones sobre dónde o con quién se está, o qué actividad se está haciendo, por lo que es común ver mensajes o fotos con la ubicación de un restaurante, un centro comercial o alguna ciudad.
La geolocalización en los dispositivos electrónicos consiste en obtener la ubicación geográfica de un lugar a través del GPS. Esa información sirve para recibir datos útiles sobre el lugar de destino, la ruta más efectiva (ya sea la más corta o la más rápida) para ir hasta allí o, incluso, qué hacer al llegar.
Entre las ventajas principales de hacer uso de la geolocalización se encuentra la mayor eficiencia en servicios que van de los domicilios a la atención en caso de emergencia. Hallar un teléfono perdido o localizar una dirección no sería posible de otra manera.
Pero, aunque útil en una gran variedad de casos, el uso de la información relacionada con ubicación conlleva riesgos. En particular, si usted vive conectado a toda hora y pone esa información en las redes sociales.
“Una de las principales cosas que hay que tener en cuenta con el GPS es que esto es la representación digital de dónde estamos en el mundo. Por esa razón, algo que me puede ocurrir de manera digital puede pasar también al plano físico. Así que, si no tengo cuidado de dónde se está representando mi lugar físico, me puedo volver más accesible a un acoso, secuestro o robo”, señala Efraín Morales, gerente de producto de Intel Security.
Lo más serio es que en muchos casos las aplicaciones móviles utilizan la geolocalización, sin que los usuarios sean conscientes. Al aceptar condiciones sin leer, se autoriza el uso de coordenadas y datos con los que otras personas pueden beneficiarse, o incluso realizar actividades ilícitas.
“No siempre estamos conscientes del manejo de la información, de dónde está guardada, a quién está llegando, a quién le dimos acceso”, añade Morales. Para el experto, muchas de las aplicaciones que creemos confiables pueden tener un mal manejo de la información, y eso podría, si se dan las condiciones, comprometer la seguridad de los datos y revelar nuestra posición a gente que quiera hacernos algún tipo de daño.
Para prevenir esta situación, la recomendación es revisar con atención las autorizaciones y restricciones de las aplicaciones instaladas desde los ajustes de seguridad de los dispositivos electrónicos.
También es importante tener cuidado con lo que se publica. Decir que se está comiendo en un restaurante o de vacaciones puede alertar a otros de que, por ejemplo, su casa está desocupada. Por regla general, evite permitir que su celular se ‘registre’ automáticamente en los sitios a los que usted va con frecuencia, pues esto permite a personas con acceso a sus redes aprender sus rutinas.
No solo las apps usan geolocalización. Por eso, muchos navegadores permiten a sus usuarios desactivar la geolocalización cuando realizan búsquedas por Internet.
TECNÓSFERA