La cultura en el mundo laboral ha cambiado, gracias en gran medida a la tecnología que ha permitido superar las barreras de tiempo y espacio.
Hoy, en cualquier parte del mundo, un ejecutivo, un empresario, un técnico, un periodista o un ingeniero de sistemas, por apenas mencionar algunas profesiones, puede mantenerse conectado para cumplir con una tarea específica. Y no solo ellos: universitarios, amas de casa, taxistas, empleados de la construcción o mensajeros, quizá sin saberlo, son parte también de esa tribu de ‘nómadas digitales’ que cada día es más grande.
¿Pero qué es ser nómada digital? Hasta ahora se definía como un profesional que usa las nuevas tecnologías para trabajar y lleva un estilo de vida nómada. Por lo general, los nómadas digitales trabajan de forma remota, desde su casa, en cafeterías o bibliotecas, en lugar de hacerlo en un entorno de trabajo habitual como un local o una oficina. En otras palabras, son unos ‘andariegos tecnológicos’.
Pero el término ya no es exclusivo para profesionales, pues por el simple hecho de utilizar recursos como WhatsApp, una de las aplicaciones más populares de mensajería instantánea, usted está accediendo de manera remota a contenidos que reposan en el espacio virtual de la nube. Lo mismo sucede con Google Photos, Spotify, Netflix y numerosos servicios en línea que son de uso masivo no solo en el país sino en buena parte del mundo.
En el país, el nomadismo digital es posible gracias a la masificación de internet y se consolida por la creciente cifra de conexiones, tanto fijas como remotas.
La conexión es claveLas conexiones a internet, de acuerdo con el reporte entregado por el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, alcanzaron la cifra de 13,7 millones en el primer trimestre de este año.
En comparación con el mismo periodo de 2015, el número de conexiones de banda ancha en el país creció en 2,1 millones y el índice de penetración de banda ancha lo hizo en un 27,1 por ciento. La meta para el 2018 es llevar ese indicador hasta las 27 millones de conexiones de banda ancha.
Claro está que, señalan los promotores de este nuevo ‘nomadismo’, para que mucha más gente pueda trabajar desde cualquier lugar y en cualquier momento queda todavía un largo camino por recorrer.
Para empezar, se debe cambiar la mentalidad de que solo es productivo quien se encuentra trabajando en la oficina y frente a su jefe.
Entre los puntos positivos hay que destacar que el trabajo remoto es una solución para las grandes ciudades congestionadas de personas y automóviles.
Un estudio elaborado recientemente por Microsoft indica que al 52 por ciento de los latinoamericanos encuestados no les importa el sitio en el que se trabaje si se cuenta con una buena conexión a internet y solo el 8 por ciento sostuvo que es mucho más improductivo fuera de la oficina que frente a su escritorio.
A su vez, el 42 por ciento de las personas con acceso a internet ya trabajan de forma remota o hacen teletrabajo, al igual que el 46 por ciento asegura que es más productivo trabajar de ese modo.
La libertad es el mayor logroRecuerde que ser ‘nómada digital’ no se trata de estar haciendo cualquier cosa, ni menos de vacaciones.Tampoco es una decisión que se haga cuando se quiere un nuevo ‘aire’.
Para hacerse ‘nómada’ se requiere tomar una decisión que cambie mucho más que solo el lugar físico de trabajo y la forma de laborar y altere la manera de pensar, de comunicarse y relacionarse con los demás. En el proceso el trabajador descubre que a su alrededor hay una red de personas con perfiles similares esparcidos por todo el mundo, que comparten su propósito.
La libertad es el mayor logro de un andariego digital: organiza sus horarios, trabaja en espacios abiertos, controla sus gastos, y todo para trabajar bajo su responsabilidad, lo más cómodo posible.
TECNÓSFERA
