A las ingenieras comerciales chilenas Andrea Tapia y Cony Sepúlveda se les abrieron los ojos en un viaje a Europa que hicieron hace dos años: vieron cómo compartir el carro, pagar por dormir en la casa de un desconocido en vez de ir a un hotel y vender la ropa que ya no se usa a través de internet eran prácticas comunes, mientras en Chile y otros países de Latinoamérica no existía nada parecido.
Así surgió la idea de crear Prilov, un portal web en el que inicialmente ofrecían a sus amigas una vitrina virtual para intercambiar y vender la ropa en buen estado que tenían abandonada en sus armarios.
Andrea está dedicada de tiempo completo a dirigir el portal que generó un interés inesperado. Cuando se lanzó había 50 perfiles de compradoras y vendedoras; hoy, la cifra supera los 50.000.
El mercado de la ropa usada por internet es aún incipiente, por lo menos en este lado del planeta, pero ha tenido un notable crecimiento gracias al sistema de economía colaborativa: las personas ofrecen por medio de una aplicación móvil o una plataforma web bienes y servicios a cambio de un pago económico, otro producto o un servicio equivalente.
“Hay mujeres que tienen una cantidad de plata estancada en el clóset y no tienen idea”, cuenta Andrea.
(También: El auge de las 'apps' afecta a la economía local)
Compras o cambalachesExisten otras plataformas en pleno auge, como el sitio argentino Renueva tu clóset, presente además en Chile y desde marzo pasado en Colombia. “Hoy contamos con 18.000 personas inscritas en nuestro país, 100.000 usuarios que visitan la web y hacemos un promedio de 3.000 transacciones cada mes”, dice a EL TIEMPO Camila Mercado, gerente general de Renueva tu clóset, en Colombia (www.renuevatucloset.com.co). Desde su aparición en el comercio electrónico local, esta web ha facilitado transacciones por unos 300 millones de pesos, entre compras y ‘cambalaches’.
“Aunque no exigimos marcas específicas, recomendamos siempre que las prendas sean de firmas conocidas. Las vendedoras deben tomar fotografías y garantizar que la ropa esté en perfectas condiciones. Si llegan a presentarse inconvenientes, al comprador se le devuelve el 100 por ciento del valor que canceló, pero la vendedora recibe una mala calificación y a la siguiente es retirada del sitio”, dice Mercado, y agrega que el 70 por ciento de las ventas de este tipo de mercancía en internet son hechas por mujeres, por lo que aún están evaluando la opción de expandir la estrategia al público masculino.
Las transacciones de esta empresa, según Camila Mercado, crecen un 35 por ciento cada mes.
El Baúl (http://elbaul.co) es otro sitio de internet en Colombia que hace por lo menos 1.000 transacciones al mes. “Fuimos el primer sitio virtual en el país en ofrecer este tipo de comercio con ropa usada. Desde nuestra creación, en noviembre del 2015, llevamos 4.000 mujeres inscritas. Promulgamos el lema de ‘reciclar antes de comprar’, porque creemos que hay ropa que merece una segunda oportunidad. De hecho, hemos rescatado al menos 10.000 prendas”, anota Elisa Ferrer, socia fundadora.
“Nosotros mismos recogemos la ropa, tomamos las fotografías y fijamos precios sensatos, con los que el vendedor está de acuerdo. Cuando las prendas no están en condiciones óptimas, las devolvemos o les proponemos a los vendedores que las donen a una fundación con la que trabajamos. El 90 por ciento acepta esta última opción”, señala Ferrer.
(Además: El negocio de la ropa usada en Bogotá)
‘Cacería’ de la modaSofía Calvo, chilena especialista en tendencias y autora del libro ‘El nuevo vestir: cómo se hace y se lleva la moda hoy’, dice que existen dos tipos de consumidores de ropa usada, que incluso se mantienen en internet: los que la adquieren buscando una alternativa más barata, por opción ideológica en términos de consumo, y los ‘cazadores de tesoros’, que buscan ‘joyas’ de la moda. Muchos portales resultan convertidos, de hecho, en una suerte de ‘outlet’ de marcas.
En beneficio del negocio, por ejemplo, las usuarias de Renueva tu clóset se esmeran en sacar el mejor partido a los productos en sus fotos: las hacen con buena luz, con fondos blancos e incluso algunas tienen toques artísticos. “Cuando llega fin de mes y revisas el ‘top 10’ de vendedoras, hay algunas que se repiten, y eso te dice que ellas ya se lo están tomando en serio”, dice Daniela Riquelme, de Renueva tu clóset Chile.
“La oportunidad que tenemos es grande. Estamos incentivando la compra de ropa usada por sobre la ropa nueva. Queremos que este sistema se convierta en la primera opción de compra en el momento de decidir renovar el armario”, concluye la fundadora de Prilov.
MURIEL ALARCÓN
EL MERCURIO (Chile) - GDA*
* Con reportería adicional de Redacción Domingo de EL TIEMPO
Comentar