El viceministro del Interior, Luis Ernesto Gómez, es un ferviente creyente de la tecnología. Considera que con aplicaciones, software y demás herramientas digitales es posible mejorar la vida de las personas y optimizar los procesos democráticos en Colombia.
El funcionario, experto en democracia digital y el uso de tecnologías para promover la participación ciudadana, lanzó su libro 'Googlecracia' en el que plantea un análisis de como la tecnología está revolucionando el ejercicio de la política y de las campañas, y la relación entre ciudadanos y gobernantes en el mundo.
Gómez aseguró, en entrevista con EL TIEMPO, que de cara a las elecciones presidenciales 2018, los candidatos deben implementar nuevos programas para lograr que la tecnología se convierta en un medio de decisión y no de comunicación.
¿De qué se trata 'Googlecria'?
Es un informe sobre lo que está pasando en las distintas democracias del mundo. Existen procesos de transformación tecnológica que han cambiado las dinámicas de partidos, resultados electorales y las formas de gobernar. En el libro también explicó cómo la tecnología ha cambiado nuestras vidas, los sistemas de transporte, las comunicaciones y las finanzas personales.
¿Específicamente cómo está cambiando la tecnología el ejercicio de la política?
Lo primero es que tanto en Colombia como en otras partes del mundo, ya los ciudadanos digitales no se están atando a partidos políticos, sino a causas políticas. La causa animalista, ambientalista y de género, por ejemplo. Estos procesos son posibles gracias a la organización que permiten las redes sociales.
Y un segundo elemento es cuando los partidos y organizaciones políticas le devuelven al ciudadano el poder a través de la tecnología, permitiéndole que participen a través de votaciones en tiempo real sobre las grandes decisiones del partido. De hecho, ya es posible financiar campañas mediante 'crowdfunding'.
A escala mundial existen partidos políticos que están reconectándose con la ciudadanía a través de tecnología. Por ejemplo, en Francia está el movimiento En Marcha; y en Islandia está el partido Pirata.
¿Qué tipo de tecnología está generando ese cambio?
Es muy importante esa pregunta, porque se suele entender que esto se trata únicamente de las redes sociales. Las redes sociales son uno de los tipos de tecnología que analizo en el libro.
El movimiento En Marcha, en Francia, utilizó aplicaciones para organizar y programar reuniones virtuales y utilizó también una plataforma para hacer la selección de candidatos y organizar sus propuestas.
En Islandia está el movimiento Pirata, que es la segunda fuerza política de ese país, utiliza una plataforma para preguntarle a los ciudadanos en tiempo real como deben votar sus senadores en el parlamento. Y de otro lado está la campaña de Barack Obama (2012), que recogió el 70 por ciento de las donaciones de sus ciudadanos que, en su gran mayoría, fueron hechas a través de internet.
¿Cuáles son los retos que enfrenta la democracia en cuanto al uso de tecnología?
Hay dos grandes retos. Por un lado se encuentran las noticias falsas. Quedó absolutamente en evidencia lo que pasó en Estados Unidos y en Cataluña con ese fenómeno. Por eso, el reto es que herramientas como Facebook, Twitter e Instagram puedan transparentar el ejercicio de la publicidad y el contenido pagado.
Es claro que la tecnología es un mundo nuevo y las democracias todavía no están listas para distinguir entre un contenido publicitario, pautado y orgánico. En eso todavía tenemos mucho trabajo y esto es fundamental para el debate democrático. Sería extraño que la publicidad de un candidato se presentará como una noticia y hoy en el mundo digital todavía esa diferencia no es tan clara.
Se vienen las elecciones para el próximo año, ¿cuál será el papel de la tecnología?
En 'Googlecracia' hay varios ejemplos de cómo algunas campañas utilizan la tecnología, no solo redes sociales, para generar financiación, organización y lograr un diálogo directo con los ciudadanos. Yo creería que, si hay candidatos que con audacia recogen los ejemplos de otros países, seguramente la tecnología será descrestante.
Si las campañas se limitan a hacer lo de siempre y utilizan las redes sociales simplemente para comunicar y no para participar de las decisiones de los ciudadanos, se van a limitar a ser un medio de comunicación más no uno de decisión.
¿Por qué su gusto por la tecnología?
Soy apasionado por la tecnología porque me hace más fácil conseguir un taxi y enviar información a través de un chat masivo. De hecho, hasta me facilitó conseguir pareja, la madre de mis hijos. Entonces, estoy convencido de que la tecnología tiene un poder virtuoso para potenciar la vida de las personas y también para mejorar la democracia que actualmente está pasando por un mal momento.
¿Cuál fue la plataforma que utilizó para conocer a su pareja?
Eso no se lo puedo contar. Risas.
Camilo Peña Castañeda
campen@eltiempo.com
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