Luna Suyay Baquero tiene 15 años, una discapacidad auditiva de nacimiento y está aprendiendo el lenguaje de señas para estudiar y relacionarse más fácil con los demás.
Esta zona se encuentra en el parque del barrio Piedra Grande, a cuatro cuadras de la casa en la que Luna vive con su mamá, Lida Baquero, y su hermano de 10 años, quien también está aprendiendo el lenguaje de señas para comunicarse con su hermana.
Juntos van cada domingo a disfrutar y aprovechar la red inalámbrica. “Solo los puedo llevar un día por semana porque es mi único día de descanso; eso sí, esa es una salida sin falta”, afirma Lida, quien trabaja en una frutería.
La joven cursa sexto grado en el colegio José Celestino Mutis, una escuela de integración en la que cuentan con intérpretes.
“Como no tengo internet en la casa, ella va con su tableta a hacer las tareas, a reforzar su lenguaje de señas y a usar el programa Telegram, por donde practica el español”, asegura la madre, quien dice que el parque se ha convertido en otra escuela para Luna, porque su mayor objetivo es el español escrito. “Trabajamos en la zona; nos ponemos a escribir, a aprender las letras, las combinaciones; intento que lo vea más fácil a través de los juegos y aplicaciones de internet”, sostiene la madre.
Ese mismo espacio que hoy es de aprendizaje era un lugar en el que se reunían jóvenes a consumir droga, pero, con la llegada de internet –dice Lida–, todo cambió en el sector.
“Es la mejor idea que han tenido; el parque era muy inseguro, pero desde que está el internet hay mayor presencia de policía y más personas exigiendo que se respete el espacio; ahora, nosotros podemos ir con nuestros hijos a disfrutar de ese regalo”, manifiesta.
Asimismo, Lida agradece que ahora la zona wifi sea además una herramienta de formación para sus hijos, en especial de Luna, quien requiere del apoyo de las nuevas tecnologías para desarrollar y fortalecer su aprendizaje visual.
LEIDYS BECERRA E. Especial para EL TIEMPO * Concepto y redacción editorial: Unidad de Contenidos Especiales de EL TIEMPO. Con el patrocinio del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.