Imagine ser arrestado porque un sistema de inteligencia artificial decidió que usted luce como un ‘potencial criminal’. En otras palabras, imagine que la Policía pueda decidir que usted es un delincuente… solamente a partir de los rasgos de su cara.
Extremo como resulta, este concepto es lo que creen haber logrado investigadores de la Universidad Jiao Tong de Shanghái. A partir de un algoritmo que estudió los rostros de más de 2.000 personas, Xiaolin Wu y Xi Zhang creen que su sistema puede identificar a los criminales con solo mirarlos.
La tecnología biométrica no es precisamente nueva. Los sistemas actuales disponen de la capacidad de identificar a las personas a partir de reconocimiento facial. Cámaras de seguridad de todo el mundo pueden reconocer patrones de movimiento e incluso comparar fotos de sospechosos con bases de datos de la policía y, si es del caso, alertar a las autoridades y reportar la ubicación de los criminales.
De hecho, la firma de reconocimiento facial Cloud Walk, con sede en Sao Paulo (Brasil), está probando un sistema que usa datos de los movimientos y del comportamiento de los individuos para evaluar sus posibilidades de cometer un crimen.
Pero hasta ahora ningún sistema abría la posibilidad de que alguien sea detenido antes de cometer un crimen.
Aunque muchos ven en el desarrollo de los chinos una puerta hacia sistemas policivos o incluso totalitarios, sus desarrolladores creen que, al contrario, ofrece una garantía de transparencia. Según los investigadores “se eliminan al 100 por ciento los sesgos y juicios de valor humanos” y se podría identificar quiénes tienen y quiénes no una cara de ‘criminal’.
En el pasado, otros han argumentado que los rasgos físicos pueden predecir las capacidades mentales, la personalidad o las características principales de un ser humano. La frenología, como se llamó a esta corriente, es hoy reconocida como una pseudociencia, sin asidero en la medicina o el derecho. Eso no impidió que, en varios momentos de la historia, fuera usada para argumentar la superioridad de una raza sobre otras, generar clasificaciones del grado de inteligencia por la forma y el tamaño de la nariz o incluso identificar criminales por la forma de su cabeza.
En entrevista con EL TIEMPO, el abogado penalista José Fernando Reyes, magistrado de la Sala Penal del Tribunal Superior de Manizales, explicó que desde hace años la frenología ha sido descalificada como argumento jurídico.
Frente a la investigación de Wu y Zhang, Reyes explicó que plantear la existencia de un carácter criminal predispuesto, como una condición fisiológica, física o somática implica reconocerla como una característica delictiva de una persona. Según el experto “eso de científico no tiene absolutamente nada” pues "el delito no nace" sino que responde a unos esquemas sociopolíticos y unas formas de pensar de las sociedades en determinados momentos.
En el siglo XIX, en Italia, César Lombroso escribió un libro llamado El Delincuente Nato. Sus investigaciones argumentaban que una persona con determinadas características (frente ancha, mentón prominente, entre otras condiciones) respondía al estereotipo de ser un delincuente desde su nacimiento.
“Este estudio hace casi lo mismo: establece unos patrones corporales que indican una naturaleza delincuente. (…) este tipo de investigaciones son tontas y van en contra hasta de los derechos humanos”, aseguró Reyes, para quien los delitos no corresponden a “estereotipos morfológicos y hasta psicológicos”.
Esta tecnología también puede revivir una cruda discusión alrededor de la superioridad de una raza. Estos argumentos morfológicos justificaron la creencia de una ‘genética superior’ de la raza aria.
¿Nos acercamos a un mundo de arrestos preventivos o prevalecerá la presunción de inocencia? Comparta su opinión con nosotros a través de los comentarios.
LINDA PATIÑO CÁRDENAS
REDACCIÓN TECNÓSFERA
Comentar