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‘Es clave regular Facebook antes que el metaverso llegue a nuestras casas’

Facebook reportó en su informe trimestral un estancamiento en usuarios.

Facebook reportó en su informe trimestral un estancamiento en usuarios.

Foto:iStock

Entrevista con Sheera Frenkel, coautora de Manipulados, la investigación que desnudó a Facebook.

Despiertas, tomas el celular, revisas Facebook, deslizas y deslizas. Te pasas a Instagram y deslizas, deslizas; cambias luego a WhatsApp, contestas mensajes y regresas a Facebook… Pero alguien, o algo, vigila y hace un conteo puntual de tus movimientos. ¿Cómo llegamos a este punto?
En su libro 'Manipulados. La batalla de Facebook por la dominación mundial', Sheera Frenkel y Cecilia Kang, periodistas expertas en tecnología del The New York Times, explican cómo es que el mundo entero le dedicó 44.600 millones de horas a Facebook en 2021.
Con más de mil horas de entrevistas a empleados, exempleados, académicos, consejeros de Facebook y legisladores, las finalistas del Premio Pulitzer en 2019 en la categoría de National Reporting dan forma a la historia de Mark Zuckerberg. Pero el chico desertor de la Universidad de Harvard no es el único protagonista de esta historia. A lo largo de estas páginas conocemos también al rostro menos explorado de la red social: Sheryl Sandberg, una ambiciosa ejecutiva de Silicon Valley.
Juntos alimentaron Facebook bajo un simple objetivo: que el usuario pase la mayor cantidad de tiempo posible en la red. Porque cuanto más esté en ella, más información proporcionará: un ‘producto’ codiciado para los anunciantes de toda clase, desde los fabricantes de refrescos hasta Donald Trump, fenómeno para el que la red social no estaba preparada. Fue cuestión de tiempo para que el ‘experimento social’ diseñado para personas “inherentemente buenas”, como explican las autoras, se saliera de control.

En el libro señalan que la amplificación del algoritmo de Facebook es un problema porque impulsó la desinformación. ¿Cómo resolver este problema?

Renée di Resta, gerente de investigación en el Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford, dijo la frase “libertad de alcance no es libertad de expresión” y a lo que se refiere es a cómo el algoritmo amplifica ciertos tipos de discursos. Creo que técnicamente es posible volver a una vida sin el algoritmo. Si Facebook quisiera volver al orden cronológico (del News Feed), podría, al igual que cualquier otra red social. Pero creo que es poco probable porque lo que quieren es mostrar contenido que mantenga al usuario interesado en Instagram o Facebook el mayor tiempo posible y justo para eso está diseñado el algoritmo, para mantener al usuario interesado e involucrado, mostrando el contenido que, consideran, causará una reacción emocional en el usuario. 

Si Estados Unidos tiene problemas para regular esta empresa, estadounidense, ¿qué esperar de otros países?

Mientras el Congreso estadounidense está trabajando para crear leyes y regulaciones sobre esta compañía (la red social más grande del mundo), en otros países han tomado medidas con éxito sobre Facebook. Por ejemplo, en Alemania hay leyes contra el discurso de odio que se aplicaron a Facebook. Les dijeron: “puede que no eliminen (este contenido) en Estados Unidos, pero en Alemania tienen que seguir las leyes locales y eliminarlo”.
Es un terreno resbaloso, porque paralelamente estamos viendo a líderes populistas en todo el mundo creando leyes que los favorecen. En Brasil, por ejemplo, Bolsonaro trabaja en leyes para que Facebook elimine todo el contenido que a él no lo muestre de forma positiva y esa es la otra cara de la moneda de que Facebook se rija con leyes locales. Un político puede decir: “Bueno, yo decidiré qué es lo que puede ver la gente”. Creo que hay muchos países interesados en legislar y regular Facebook para que haga un mejor trabajo. Una de las regulaciones más importantes ha sido que los países le exijan contratar a más ‘moderadores de contenido’ en su idioma. En el caso del español, por ejemplo, Facebook no tiene suficientes moderadores de contenido que hablen español.

Facebook tiene su propia ‘Corte’. Sin embargo, es un estado autoritario porque todo el poder recae en una persona. ¿Esto se reflejará en el metaverso?

Es una muy buena pregunta, la cuestión es que aún no lo sabemos. El metaverso aún está siendo desarrollado. Mark Zuckerbeg ya estableció que él quiere un tipo específico de ingenieros. Quiere que el tipo de personas que desarrolla videojuegos sean los mismos en vigilar y establecer las normas del metaverso. Cuando hizo esa gran presentación de 45 minutos sobre el metaverso, mencionó lo importante que es que sea seguro, pero nunca explicó cómo haría eso.
No sabemos si esta experiencia realmente pueda ser muy diferente a lo que ya vivimos en Facebook e Instagram, porque si la empresa no crea un metaverso con seguridad y privacidad, no sé cómo podría ser diferente. Incluso podría ser peor, de acuerdo con lo que explican muchos académicos con los que hemos hablado, pues coinciden en que si la libertad de expresión está en este estado con las redes sociales, imaginen cómo será en una experiencia 3D. Por eso es tan importante que ahora, antes de que el metaverso llegue a nuestras casas, discutamos cuál será el protocolo de seguridad y cómo nos vamos a asegurar de que sea una experiencia diferente.

¿Cuáles podrían ser los riesgos para la privacidad y seguridad en el metaverso?

El modelo de negocios de Facebook es conseguir datos de los usuarios, y en este momento, tú, yo, todos, les estamos dando información al estar en sus plataformas. Pueden ver cuánto tiempo nos quedamos leyendo o viendo una imagen y con qué frecuencia interactuamos con cierto tipo de contenido. Esa información, que es muchísima, se las hacemos llegar a través del celular o la computadora, pero en el metaverso hablamos de una tecnología que estará mirándote desde tu intimidad, estará siguiendo el movimiento de tus ojos, de tus manos, involucrará cámaras en tu habitación, verá cómo es tu casa. El metaverso requiere movimientos físicos dentro de un espacio, entonces eso les daría acceso a una data a la que nunca antes habían tenido acceso a través de Facebook. Así que hay muchas preocupaciones en el tema de la privacidad. 

¿Cuáles serían sus conclusiones?

Es interesante cuando hablas con la gente de Facebook porque muchas de sus decisiones vienen desde la perspectiva de que la humanidad es inherentemente buena y que conectar al mundo es algo bueno. Hablan de que están dando una herramienta positiva al mundo y que nos dan la gran oportunidad de conectarnos entre nosotros. Viéndolo así, es un gran experimento que ofrece grandes posibilidades. Pero creo que los ingenieros tienden a no prever el mal, y eso es por el optimismo tóxico que manejan en Silicon Valley. Ellos asumen que el mundo está hecho para las personas buenas, cuando realmente solo está hecho para la humanidad, buenos y malos. Y en este gran experimento social, los malos actores han logrado tener un rol mayor porque Facebook les da la oportunidad de difundir desinformación, mentiras a las que las personas reaccionan con emociones.
Cuando les das a las personas una plataforma que amplifica las emociones, amplificará lo bueno junto con lo malo y, desafortunadamente, reaccionamos más rápido cuando se trata de la ira, en comparación con la alegría. Creo que Facebook y otras empresas de Silicon Valley apenas se están dando cuenta de esto. Por eso aún escuchamos a personas como Mark Zuckerbeg y Sheryl Sandberg afirmando que la compañía hace más bien que mal. No creo que alguien pueda ser capaz de medir eso, pero lo que estamos diciendo es que aunque solo el 5 por ciento de lo que suceda en Facebook no sea bueno, esa es una cifra demasiado alta y no es buena para la humanidad ni para la democracia. 

¿Cómo ha influido Facebook en nuestra sociedad, cultura y periodismo?

En términos de periodismo, creo que Facebook nos ofrece una ventana que antes no teníamos. Yo estudio movimientos extremistas y conspiraciones en línea, así que es una gran herramienta que nos da acceso a esa información. Aunque también ha creado este mal hábito entre periodistas de solo buscar en línea y no salir al mundo. Uno como reportero debe ser muy cuidadoso de no solo basarse en lo que ve en línea. También creo que les ha dado a las personas acceso a nuevas ideas.
E, insisto, eso es tanto bueno como malo; tanto uno puede compartir una buena campaña sobre medidas anticovid como desinformación de la pandemia. Esta herramienta distribuye información a hipervelocidad y es algo a lo que no estábamos preparados. Y no creo que las personas hayan estado listas para la radio y la televisión, pero la velocidad con la que el internet llegó a nuestras vidas no se puede comparar con la de tecnologías anteriores.

Facebook le ha dado un megáfono a las 'fake news'. ¿En dónde está nuestra responsabilidad como usuarios?

Nuestra responsabilidad es mucha y nosotras tenemos la esperanza de que las personas que lean nuestro libro se den cuenta de cuánto poder tienen en el acto de no amplificar la desinformación. Es decir, Facebook pone esta información en mi timeline hasta arriba porque sabe que es emotiva y que me hará reaccionar, pero es desinformación, así que no lo compartiré, me tomaré mi momento, rastrearé la fuente de la noticia. Si la comparto sin cerciorarme de que es de una fuente fidedigna, expondré a mi círculo cercano a la desinformación. Deseo y espero, y aquí incluyo las esperanzas de muchos de los académicos con los que he trabajado, que haya más campañas educativas sobre el tema.

¿Usa Facebook?

Sí, lo hago. Lo uso mucho para el trabajo. Además, soy de Medio Oriente, llevo una década viviendo en Estados Unidos y tengo a muchos familiares y amigos viviendo allá y en otras partes del mundo. Así que sí es una gran herramienta para mantenerte en contacto con las personas. Y valoro a Facebook, WhatsApp e Instagram por esa razón. Cecilia Kang y yo queremos hablar de este tema porque realmente creemos que Facebook es útil y llegó para quedarse, no se trata de borrar Facebook. Esa no es una opción. La clave está en mejorarlo, no en decirles a las personas que se deshagan de él.

¿Seremos capaces de usar Facebook correctamente?

Pienso que las personas están siendo más expertas en el tema, que ha aumentado la educación sobre las redes sociales. Recientemente hablé con un primo que vive en Medio Oriente y me contó que mis sobrinos tienen una clase donde se les enseña cómo identificar fake news y cómo denunciarlas; esa es la dirección a la que nos debemos dirigir.

Después de publicar el libro, ¿Zuckerberg o Sandberg las han contactado?

No. Nos acercamos muchas veces a ellos para hablar del libro y siempre declinaron. Después de que el libro se publicó no lo comentaron directamente, pero sí dejaron en claro que no estaban felices. Supe que Mark Zuckerberg, después de la primera semana de la publicación, quiso distraer con el metaverso y empezó a hablar del tema. Fue difícil para algunos, porque hablamos con muchos empleados de Facebook que aún siguen dentro de la compañía. Esperaban que con este libro sus jefes se dieran cuenta de sus preocupaciones, pero no fue así.

¿Es Facebook como Coca-Cola, que todos sabemos que es adictiva y no saludable, pero al final no pasa nada porque es un negocio?

Me encanta que haga la comparación con Coca-Cola porque es algo que yo suelo hacer. A lo que voy es que no podemos impedir que las personas coman dulces o beban Coca-Cola porque lo disfrutan. Pero al menos hay una advertencia de que su consumo es dañino y con eso, una de cada diez personas lo pensará y los gobiernos tomarán ciertas medidas, como no vender Coca-Cola en las escuelas. Es una gran comparación porque creo que estamos en ese punto con las redes sociales. No les dirás a las personas que no pueden usarlas, pero sí que lo hagan responsablemente, y los gobiernos tomarán medidas, como no permitir que los niños usen Facebook, y enseñar a cada vez más gente cómo usarlas.
FRIDA JUÁREZ
EL UNIVERSAL (MÉXICO) - GDA

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