Luego de la denuncia de varios ciudadanos chinos que informaron que su iPhone se había quemado o explotado, según indicó una autoridad de Shanghái de defensa de los consumidores, el gigante estadounidense de la electrónica Apple señaló que la explosión y la combustión se debían a "daños físicos externos" realizados a los aparatos y rechazó cualquier problema de seguridad.
El Consejo de Consumidores de Shanghái, organismo estatal, anunció que recibió en estos últimos meses ocho informes sobre aparatos iPhone que ardieron cuando estaban siendo utilizados o mientras sus baterías se cargaban. En un comunicado entregado a la AFP, Apple afirma que recuperó los teléfonos implicados para someterlos a pruebas.
Estas reclamaciones, reunidas en un informe disponible esta semana en la página web del organismo, ocurren tras el escándalo mundial que afectó a Samsung. El fabricante surcoreano anunció un llamamiento a revisión a escala mundial de 2,5 millones de unidades del Galaxy Note 7, después de que algunos aparatos ardieran al estallar la batería durante la carga.
Apple reconoció el mes pasado que este problema podía ocurrir y dijo estar dispuesto a substituir en China los celulares de los usuarios del iPhone 6s que se apagaban sin causa aparente y que fueron fabricados en septiembre y octubre de 2015.
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