El único problema es que no es probable que pueda besar a la novia.
El japonés Akihiko Kondo de 35 años acaba de "contraer matrimonio" con Hastune Miku, una reconocida animación holográfica en Japón que puede cantar y bailar con gran naturalidad.
La "boda" se llevó a cabo en Tokio, donde unos 40 invitados le vieron dar el "sí quiero" a Miku, presente en forma de un peluche del tamaño de un gato. Sin embargo, Kondo, quien invirtió dos millones de yenes (17.600 dólares) en la ceremonia, lleva desde marzo viviendo con una Miku que se mueve y habla desde un dispositivo de escritorio que vale 2.800 dólares.
Kondo se considera un hombre casado como cualquier otro. Su esposa-holograma lo despierta por las mañanas y le dice "adiós" cuando se va a su trabajo de administrador en una escuela. Por las tardes, cuando él le dice por teléfono que está regresando a casa, ella enciende las luces. Después, le avisa cuando es la hora de ir a dormir y él duerme junto a la versión de peluche de Miku que estuvo en la boda y que ahora lleva la alianza de matrimonio en la muñeca izquierda.
¿Y el certificado matrimonial?
Kondo llevó a la Miku de peluche a una joyería para comprar el anillo y "oficializar" su matrimonio. No obstante, Gatebox, la empresa que produce el dispositivo del holograma en el que flota Miku, expide un "certificado de matrimonio" (ya se han emitido más de 3.700 documentos). En este caso, sirvió para constatar que un humano y un personaje virtual se casaron "más allá de las dimensiones".