“No se preocupe. No se puede romper Internet”.
Con tono tranquilizador, ese es el primer uso registrado de la expresión “break the Internet” (“romper la Internet”. Se le atribuye Warren Shaver, quien en 1996 colaboró en la elaboración de un manual para aprender a manejar browsers tan populares por entonces como Netscape Navigator o Internet Explorer. El texto era una invitación a explorar, lleno de mensajes positivos como “no tema experimentar” o “haga clic en todo” y en él se consignaba esta frase: “No tema perderse o cometer errores. No se puede romper Internet”.
Se entiende, por el contexto, que la expresión aludía a un escenario de catástrofe en el que la red global dejara de funcionar. Se infiere, sin embargo, que tal escenario sería el producto de una conducta involuntaria. Eso cambió con rapidez.
A comienzos del nuevo siglo, aparecieron nuevos usos de la expresión “romper la Internet” en los que se contemplaba la intención dañina de una o más personas. En 2002, The Birmingham Post escribió: “La semana pasada alguien trató de romper la Internet”. El artículo hacía referencia a un ataque dirigido a un servidor con el objetivo de “ponerlo de rodillas” y lo describía como “uno de los trucos más viejos en el libro”.
La expresión cayó en desuso por algunos años, pero regresó con renovada fuerza –y un significado distinto- en 2014, cuando Kim Kardashian usó la etiqueta #BreakTheInternet en Instagram para acompañar la reveladora portada que hizo para la edición de invierno de la revista Paper.

A Kim Kardashian se le atribuye haber convertido 'romper la internet' en algo deseable. De hecho, existe un premio por ese concepto, que ella recibió.
Archivo
Aunque se trataba de una publicación de, por decir lo menos, limitado alcance, el post original de Kardashian se hizo viral en cuestión de minutos.
Cuando Kanye West, esposo de la influencer, llevó la foto a Twitter, logró cien mil retweets en cuestión de horas. Otras etiquetas como #TheButtCover y #ALLDAY trataron de competir, pero al final #BreakTheInternet se llevó la gloria. Se estima que en las siguientes 24 horas, las fotos de la sesión (la de la portada y las interiores, que incluían un desnudo total) llegaron a representar el uno por ciento del tráfico total de la red en EE. UU.
Como resultado, “romper la internet” se convirtió en algo no solo no temible, sino deseable. De hecho, la Academia Internacional de Artes y Ciencias Digitales (Iadas) creó una nueva categoría en los Webby Awards, que cada año premian a los mejores sitios web del mundo. Kardashian fue la primera persona en recibir el premio “break the internet” por “su éxito on line sin par” y “por crear un nuevo tipo de celebridad”.
Desde entonces, otras celebridades y campañas se han propuesto alcanzar esa clase de impacto. La expresión ha ganado tal popularidad que, de hecho, el título original de WiFi Ralph, la segunda parte de la cinta de Disney Animation Ralph, el demoledor, es Ralph breaks the Internet.

Ralph breaks the Internet.
Disney
Esta semana, la cantante Ariana Grande lanzó un nuevo sencillo titulado Thank you, next. El clip alcanzó casi un millón de reproducciones en la primera media hora desde su estreno, lo que causó inestabilidad en la plataforma de YouTube. El popular servicio de video se lo tomó con humor y publicó un trino en el que retomaba la expresión.
@ArianaGrande the thank u, next video was so good, it broke the internet (or at least delayed YouTube comments from posting for a bit).
— Team YouTube (@TeamYouTube) 30 de noviembre de 2018
Comments are still working on the video, they're just delayed! https://t.co/osq64npfpt
Bueno, pero en serio, ¿qué se necesitaría para romperla?
La buena noticia es que no sería sencillo. La mala es que, a pesar de todo, es –al menos en teoría- posible.
La razón es que por mucho que uno piense en términos como “la nube”, lo cierto es que la red tiene soporte en instalaciones físicas en el mundo real y un ataque a estas instalaciones podría echar por tierra la Internet que conocemos. De nuevo, es improbable porque el concepto mismo de la red, que debe recordarse comenzó siendo un proyecto militar, contempla escenarios extremos como el de mantenerse activa tras un ataque nuclear.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántas son estas instalaciones y por seguridad no se publicita en dónde están, pero se cree que son entre 30 y 50. La naturaleza de la red es su carácter descentralizado, si un ‘camino’ se cae, el tráfico se mueve por otro, por lo que derribar uno de estos pilares no causaría daños irreparables, pero si alguien consiguiera atacarlas todas…
Y, sin embargo, precisamente su capacidad para redistribuir el tráfico es una vulnerabilidad de Internet. Esa es la naturaleza de los ataques de negación del servicio (DDoS), que buscan copar la capacidad de la red distribuyendo solicitudes maliciosas. Otra posibilidad es “secuestrar” el protocolo que distribuye los paquetes de información para dirigirlos a voluntad. En un escenario de esta naturaleza, el ataque a las instalaciones clave no tendría que ser física sino que podría atacarse a la red desmontando uno por uno sus puntos más vulnerables. En otras palabras, no habría que ‘romper’ necesariamente la fibra de Internet, sino llenarla de tanto tráfico inútil que la comunicación se haga lenta al punto de dejar de funcionar.
Suena bastante más complicado que subir fotos de Kim Kardashian.
WILSON VEGA
EDITOR DE TECNOLOGÍA
@WilsonVega
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