Cada año se agregan nuevas características y tecnologías a los televisores, y muchas van más allá de solamente mejorar la calidad de imagen y sonido. Con cada vez mayores posibilidades de conectividad e inteligencia para los usuarios, escoger cuál comprar ya no es tan fácil, pues ya no es solo el sitio para acceder a sus canales, también se usa para acceder a internet, disfrutar del contenido de aplicaciones o servicios de ‘streaming’ e incluso como equipo de sonido. Si se considera su vida útil, es una compra que necesita ser pensada como una inversión a futuro, así que lo primero que debe hacer es analizar lo que usted requiere y las opciones que tiene para que en unos años la tecnología que escoja no se quede obsoleta.
Lo primero es mirar la calidad de imagen y para ello debe fijarse en la tecnología del panel. Actualmente existen dos tipos que se están imponiendo: OLED y QLED. La primera usa diodos LED orgánicos que emiten luz al recibir estímulo eléctrico, sin hacer uso de sistemas de retroiluminación. Esto quiere decir que se consiguen píxeles totalmente negros, lo que permite obtener imágenes más contrastadas y con mayor profundidad de color. “Como no tienen retroiluminación, sus píxeles se encienden y se apagan independientemente y esto permite ahorro de energía”, dice Catherin Ospina, gerente de producto televisión de LG Electronics Colombia, quien agrega que estas pantallas ofrecen un mejor ángulo de visión sin perder calidad desde ninguna posición.
Tenga en cuenta que esta tecnología solo está disponible en dispositivos de 55 pulgadas en adelante, así que si quiere algo más pequeño esta no es una opción. Además, por ser una de las tecnologías más recientes todavía es más costosa.
Por su parte, las pantallas QLED usan puntos cuánticos (Quantum Dot), capaces de representar colores teniendo en cuenta la incidencia de la luz. Se consigue así mayor brillo y fidelidad de color. “Están hechas de un componente inorgánico y tienen una vida mucho más larga, al final no van perdiendo calidad de imagen”, dice Miguel Ángel González, gerente de mercadeo y comunicaciones de audio y video de Samsung Colombia. Si en su casa su televisor está siempre encendido, es una buena opción.
Si su afán no es estar en lo más reciente, o si el presupuesto aprieta, siempre puede acudir a las LED, que dan excelente resolución y brillo; el IPS, que es un tipo de panel LCD más económico, y las Súper AMOLED (la evolución de las AMOLED), que cuentan con un menor grosor, lo que se traduce en un brillo más potente.
Durante el proceso de elección, probablemente se encontrará con que debe elegir entre resolución Full HD (1.920 por 1.080 píxeles) o 4K (4.096 por 2.160 píxeles). Esta última ofrece imágenes mucho más detalladas y, aunque los equipos con dicho formato resultan más costosos y todavía no abunda el contenido con esta resolución, según Ángela Araújo, gerente de producto de LG Colombia, “los televisores están hechos para escalar la calidad de imagen del contenido al 4K”.
Pero para Armando Rey, gerente de mercadeo de Panasonic, “no necesariamente un televisor 4K tiene mejor resolución que un Full HD, pues interfieren otras variables como el procesador. Es diferente un televisor Full HD con un procesador muy avanzado que un 4K con un procesador básico”. Por otro lado, el HDR o Alto Rango Dinámico es un complemento del 4K que logra reproducir una gama de luminosidad más amplia, generando más niveles de intensidad entre las zonas oscuras y claras.
“Las imágenes se ven más reales”, dice Araújo. Existen dos tipos: el HDR 10, que ajusta el brillo al inicio del contenido y usa el mismo nivel lumínico para todo, y el Dolby Vision, que es el que más calidad ofrece, pues regula el HDR de forma independiente para cada escena.
Es importante saber qué tipo de entradas de conexión tiene su televisor. La mayoría viene con entradas HDMI que permiten conectar dispositivos como un teatro en casa o una consola. Si quiere conectar su celular para, por ejemplo, escuchar música, debe buscar uno con conexión ‘bluetooth’. También es recomendable que incluya conexión a puertos USB para conectar memorias, ver videos, fotos, documentos o películas “Si tiene un puerto USB 3.0, es mejor, pues va a leer más rápido la información que tengo”, dice Araújo. “El televisor se vuelve el centro de entretenimiento, por ejemplo, las barras de sonido son muy importantes a la hora de mejorar la experiencia porque te genera un 360 de ambiente en sonido”, dice González.
4. Ante todo, lo inteligenteLo mejor es pensar en un televisor que le permita conectarse a internet y acceder a aplicaciones como Netflix, YouTube y Facebook. En el mercado, los fabricantes ofrecen servicios adicionales como control por voz, juegos y más. Sin embargo, es importante buscar plataformas que ofrezcan una configuración sencilla y rápida.
González destaca otras opciones que pueden brindar inteligencia como el One Connect, un dispositivo que contiene la totalidad de las conexiones. “El televisor reconoce automáticamente qué tipo de consola estás conectando, lo que hace que todo sea más inteligente”, dice.
Según González, los televisores con menos biseles son la tendencia en el mercado. Aunque las pantallas planas están a la cabeza (y cada vez son más delgadas), asegura que las curvas siguen presentes, ya que “permiten mayor inmersión y profundidad y menos cansancio en los ojos”. En cuanto al tamaño, según Araújo, hace tres años la demanda más alta era de 32 pulgadas, pero actualmente se imponen los modelos de 43 a 55 pulgadas. “Las que vienen por encima de 49 pulgadas han ganado 10 puntos en comparación con el año pasado. Mientras en 2016 podían representar el 10 por ciento en la torta de televisores Full HD y 4k, este año representan el 20 por ciento”, agrega Rey. Su elección depende del espacio y el lugar donde será ubicado.
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