Falla rápido y barato. Ese lema, hecho famoso por la cultura innovadora de Silicon Valley, representa el mantra de emprendedores colombianos para los que comenzar una empresa o desarrollar una idea no significa tener que invertir desde el inicio una millonada.
Existen oportunidades como la StartupSchool, que fue inaugurada en el 2016 por el Y Combinator, uno de los fondos de inversión y aceleradoras más importantes de Silicon Valley. Se trata de un programa de educación en línea gratuito dedicado exclusivamente a emprendedores de todo el mundo que durante 10 semanas ofrece asesoría por parte de más 90 asesores de la aceleradora.
También hay iniciativas como Edx.org, que fue fundada en 2012 por la Universidad de Harvard y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). A través de alianzas con más de 130 organizaciones en el mundo, entre ellas universidades de alta calidad, ong’s e instituciones especializadas, entregan cientos de cursos en línea que usted puede certificar por excelencia de forma gratuita en temas que van desde inteligencia artificial para los negocios hasta la historia del arte chino tradicional.
EL TIEMPO pidió a cuatro emprendedores colombianos que compartieran una herramienta que haya sido fundamental para su éxito en el camino de la disrupción y nos contaron cómo comenzaron a trabajar sus ideas con recursos abiertos y gratuitos.
Julián Torres / CEO de Fitpal
Julián Torres, creador de Fitpal, recomienda la herramienta de chats en vivo Olark, que puede integrarse a sitios web en su modalidad gratuita.
Archivo particular
En 2015, después de intentar cuatro emprendimientos diferentes –incluyendo una importación de inodoros– Julián Torres creó Fitpal, una aplicación que en
menos de tres años ha logrado posicionarse como el gimnasio virtual más grande de América Latina, con más de 400 sedes en tres ciudades.
Fitpal funciona por medio de una suscripción mensual con la que los usuarios tienen acceso a centros de yoga, salas de spinning, clases de pilates y hasta salones de boxeo.
Según Torres, que tiene 29 años, “la startup más importante que cada ser humano va a tener es su propia vida”. Por eso, dice, le gusta pensar que parte del futuro de Colombia está en las manos de quienes deciden emprender.
Cree que haber fallado y aprendido de sus fracasos previos le ha dado más fuerza para sacar adelante su emprendimiento, que, de hecho, ya ha logrado recaudar su primer millón de dólares en rondas de financiación.
Para Torres, una herramienta gratuita que fue fundamental en el proceso de validación del mercado de su negocio fue Olark, un desarrollo que “lleva las conversaciones a otro nivel”, pues permite activar un chat en un sitio web y dialogar con los visitantes de una página para validar cómo los usuarios llegaron hasta allí, cuál es su opinión y cuál su necesidad.
“Es un chat en vivo, que puede empezarse a usar de forma gratuita, y sirve para medir la efectividad de tu comunicación y saber si los visitantes encontraron lo que estaban buscando en tu página y si entendieron la oferta de valor”. Según el emprendedor, la herramienta los impulsó significativamente en etapas tempranas para evitar ‘el valle de la muerte’, puesto que, según el joven, “lo más peligroso que alguien puede hacer en la vida es trabajar por los sueños de los demás”.

El bogotano John Freddy Vega es cofundador y presidente ejecutivo de Platzi Inc, una institución educativa online. Tiene 30 años y estudió Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional.
Cortesía Platzi
Platzi fue uno de los pioneros que llevaron el nombre de Colombia hasta la meca del emprendimiento, a Silicon Valley. Esta compañía fue la primera start-up colombiana en recibir inversión del Y Combinator, uno de los principales fondos y aceleradoras en EE. UU.
Plazti es una plataforma de formación en línea que busca potenciar las capacidades de los usuarios mediante conocimientos en demanda laboral. Es decir, la meta es que estudiar en línea sobre mercadeo digital o diseño sea una oportunidad inmediata para encontrar trabajo.
Hasta el momento, Platzi ha llegado a más de 500.000 personas, y la meta para cerrar el 2018 es culminar en 800.000.
Vega, que tiene 31 años y comenzó su emprendimiento en una pequeña habitación en Suba, cree que todos los emprendedores deberían arrancar pensando en un mercado global. Platzi, por ejemplo, ya tiene sede en San Francisco (EE. UU.). “Hay que eliminar la creencia de que hacer cosas grandes no es posible. Internet es un igualador de condiciones que te permite crear algo global desde la sala de la casa”, asegura.
La meta de su proyecto empresarial es impulsar la educación para el futuro digital y generar espacios donde las personas puedan aprender continuamente, sin detenerse por un ‘me gradué’.
Vega recuerda que un recurso que probó ser fundamental para su emprendimiento fue Slack, una herramienta de gestión que cuenta con una versión gratuita. Usando esa opción, Vega asegura que terminó eliminando del todo el correo electrónico de su empresa.
“Slack mejora radicalmente la comunicación entre equipos y permite mayor colaboración, sin importar dónde estén ubicadas las personas. Tiene una versión paga, pero todos empezamos con la versión gratis, y funciona muy bien”.

Juan Felipe Santos, cofundador de Viewy, recomienda Trello y Zoho Mail, dos herramientas para gestionar el trabajo y crear un correo con dominio propio.
Archivo particular
Juan Felipe Santos es uno de los cuatro fundadores de Viewy, una startup que en 2017 encabezó el listado 100 Open Start Up del Open Innovation Summit. Santos tiene 24 años y sueña con “construir país”. Para él, que estudió su carrera becado en Londres, regresar era la mejor forma de poner el talento y la tecnología al servicio del desarrollo colombiano.
Su emprendimiento es una agencia de comunicaciones enfocada en las tecnologías inmersivas, que ofrece desde contenidos publicitarios hasta sesiones de entrenamiento o capacitación en ambientes virtuales en 3D y desarrollos en realidad mixta.
Según Santos, emprender requiere dedicación. “Hay que estar enamorado de la empresa. Si uno cree en su proyecto, puede lograr lo que se proponga”, apunta.
Desde el principio decidieron enfocarse en varios programas y softwares gratuitos para incrementar su productividad y reducir costos operacionales. Dos herramientas que recomienda son Zoho Mail y Trello. La primera les permitió “transmitir más confianza” al generar un correo electrónico con un dominio propio. La segunda es un popular organizador de tareas para gestionar proyectos.
“Trello nos ofrece la posibilidad de compartir archivos, crear listas de tareas y determinar fechas de entrega. Así, los líderes de los equipos pueden seguir el trabajo y el rendimiento de sus integrantes”.
Para Santos, el networking es fundamental en el ecosistema emprendedor, pero es importante que los líderes en el campo “fomenten una mentalidad de negocio a largo plazo”.

Javier Cardona, cofundador de 1Doc3, sostiene que la plataforma de educación de Platzi los llevó a potencializar su marca en redes sociales.
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Después de vivir en Dubái, Javier Cardona regresó a Colombia creyendo que el emprendimiento es fundamental para impulsar el país. Fundó 1doc3 y desde 2014 trabaja por que su aplicación se convierta en el asistente personal en salud inteligente de los usuarios.
Cardona, de 39 años, asegura que emprender nace del deseo de solucionar un problema, “especialmente solucionarlo para personas que son como uno”. Pero, en su experiencia, cree que lo más importante es lograr proyectar desde el inicio una visión de los emprendimientos a corto, mediano y largo plazo para exponerla en gran escala ante posible inversionistas.
“Al final, la idea, la tecnología que se tiene, va a terminar cambiando”, explica. Así mismo, asegura que la inversión no tiene fronteras y que entenderlo requiere “creerse el cuento y pensar en grande”.
Si bien Cardona explica que ha utilizado numerosas herramientas, el emprendedor cuenta que los primeros cursos que realizó los hizo a través de Platzi, la plataforma colombiana de e-learning.
Según él, allí encontró numerosas herramientas para prepararse en habilidades digitales.
Estudió marketing y considera que esos conocimientos fueron fundamentales para su idea. “Ahora que ya tenemos el modelo más claro y queremos ser una empresa de inteligencia artificial capaz de clasificar las consultas que tienen las personas sobre su salud, también estamos en capacidad de conectarnos con influenciadores, llegar a nuevas personas y crecer en términos de usuarios”.
REDACCIÓN TECNÓSFERA