Esta semana la firma BlackBerry anunció que dejará de fabricar teléfonos móviles, perdiendo así la batalla tecnológica que intentó darle a los Smartphone de iPhone y Android, que se impusieron en el mercado en los últimos años.
Uno de los errores que cometió la marca, precisamente en su lucha contra iPhone, fue intentar con celeridad alcanzar
las innovaciones de Apple -que lanzó su teléfono en 2007- y fracasar en el intento con un aparato que no cayó bien en el público, debido a que era lento y se dificultaba escribir en su pantalla, lo que sería el primer eslabón de una cadena de errores que terminaron con BlackBerry.
Tras el fracaso, la compañía no supo qué camino tomar. Uno era complacer al público que estaba deseoso de aplicaciones y modelos como los que presentaba iPhone y el otro era seguir la ruta que se basaba en seguridad y buena batería, una característica que generó fidelidad de muchos ejecutivos que veían en BlackBerry su dispositivo de confianza.
Durante el 2010, cuando se analizaba este cambio de paradigma, la empresa – que ya mostraba algunas dificultades para introducir tecnologías necesarias para competir en el mercado-, presentó BlackBerry OS 6.0, que contaba con un mejor navegador, entre otros detalles que lo hacían más atractivos; no obstante, no igualaba a Android y iOS, que rápidamente lanzaban avances.
Para 2012, después de un cambio en la presidencia de la compañía, ya era difícil igualar a Apple y Google, situación que generó despidos de 5.000 empleados y pérdidas de cerca de más de 500 millones de dólares.
En ese año, lo que sería la muestra de la renovación de la marca terminó con otro fracaso. La tableta PlayBook no contaba con capacidad para conectarse a redes móviles. Corría aplicaciones de Android, pero su ejecución era lenta. Además, no disponía ni siquiera un cliente de correos propios o un calendario. De nuevo, Apple le ganada la batalla con iPad.
Una de sus últimas cartas de salvación llegó en el 2013 con la aparición del Z10, un Smartphone que no atrajo seguidores ni logró las expectativas de ventas. Suerte similar correrían sus sucesores BlackBerry Q5 y el Z30.
Luego, en otro intento por no dejar morir a la empresa, se quiso retomar el BlackBerry Messenger, que tan popular fue entre sus adeptos en los años de éxito, pero para el momento WhatsApp se había apoderado del mercado de mensajería instantánea.
Los constantes fracasos en los proyectos de la BlackBerry ocasionaron en 2015 pérdidas por 304 millones de dólares y en el año fiscal de 2016 reportaron pérdidas por 208 millones. Situación por la que se determinó la decisión de dejar de fabricar teléfonos móviles.
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