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Siete amenazas que acechan a los niños a través de la red

Sin que padres se den cuenta, niños terminan siendo víctimas de abuso sexual, pornografía y matoneo.

Todo empezó con una petición de amistad en Facebook de un desconocido. Luego, largas horas de chateo, una creciente empatía, cada vez más confianza. Posteriormente vinieron las promesas de viajes, de compra de ropa e, incluso, de dinero. El victimario fue envolviendo pacientemente a su víctima, una niña de apenas 12 años, hasta que logró su objetivo: una cita. Y en ese primer encuentro, el sujeto abusó sexualmente de la menor de edad. No fue la única vez, pero la mamá de la joven tardó seis meses en darse cuenta de lo que sucedía.
El método de alias ‘Elmo’, hoy preso en La Modelo por abuso sexual de menor de 14 años, era simple. Desde su computador personal enviaba solicitudes de amistad a decenas de niñas. Y de las que aceptaban, escogía a sus posibles víctimas y comenzaba a ‘trabajarlas’: siempre varias a la vez. (También: Claves para prevenir que los niños caigan en los riesgos de Internet)
“A diferencia de otros casos en que los abusadores utilizan falsos perfiles para ganar la confianza de sus víctimas (modalidad conocida internacionalmente como ‘grooming’), este hombre publicaba su foto real. Tan solo modificó parte de su nombre y aparecía como Elmo Steven”, dice un detective de la Dijín que estuvo al frente de la investigación. Así logró que varias jovencitas, de entre 12 y 15 años, le abrieran las puertas para iniciar una relación vía internet.
Las comunicaciones con la niña de la que abusó, residente en la localidad de Kennedy e hija de padres separados, comenzaron por el chat de Facebook, pero rápidamente pasaron a llamadas por teléfono e, incluso, videollamadas por Skype. El encuentro en persona se produjo muy pronto, en cuestión de días, relata el investigador. “El hombre –hoy de 21 años– citó a la niña en la estación Ricaurte de TransMilenio. Mientras la seguía de cerca, con el fin de comprobar que estuviera sola, le dio indicaciones por celular para que tomara otros buses hasta que, finalmente, la hizo bajarse en la estación de la calle 22 con Av. Caracas. En ese lugar se conocieron. ‘Elmo’ la invitó a su casa, muy cerca de allí, en el barrio Santa Fe, y abusó de ella”.
El coronel Fredy Bautista, jefe del Centro Cibernético de la Dijín, precisa que en este tipo de casos no existe la posibilidad de hablar de una “relación consentida”, pues al tratarse de una persona menor de 14 años “la ley asume que fue objeto de una violación”.
El abuso sexual es uno de los siete principales peligros, identificados por la Dijín, a los que están expuestos los menores de edad con acceso a internet.
‘Elmo’ no sólo abusó de la pequeña al menos tres veces más, sino que alcanzó a proponerle que sostuviera relaciones sexuales con amigos de él que estaban dispuestos a pagarle 20.000 pesos por hacerlo, ofrecimiento que ella rechazó. En opinión de la Policía, todo indica que la segunda intención del sujeto, después de violar a la menor de edad, era prostituirla.
El drama se destapó porque la niña le contó lo que estaba viviendo a su mejor amiga y esta, a su mamá. Gracias a esta mujer, la madre de la víctima se enteró de la situación y acudió a la Policía.
Una de las piezas claves dentro de la investigación fue el diario de la víctima, donde consignó varios pasajes de la relación con ‘Elmo’.
Los detectives lograron órdenes de interceptación y, tras un seguimiento de dos años y medio, recaudaron las pruebas necesarias para capturarlo (el pasado 29 de enero) y encerrarlo, a la espera de un juicio. Otros cinco casos atribuidos a este hombre son investigados.
Delito en aumento
La niña de 12 años que cayó en las manos de este hombre se halla en una lista de 686 menores de edad que desde el 2011 han sido objeto de algún tipo de delito sexual originado en internet. La cifra puede ser conservadora, pues la Policía señala que el subregistro es incalculable. Llama la atención que el número de denuncias del 2015 cuadruplicó el del 2014, lo que Bautista atribuye al alto grado de sofisticación que han alcanzado los pedófilos y abusadores de menores en la red.
El oficial advierte que, en la mayoría de los casos, los padres de las víctimas se demoran mucho en percatarse de la situación por la que atraviesan sus hijos. Y cita como una segunda amenaza, después del abuso sexual, la modalidad de ‘grooming’, que se presenta en seis de cada diez casos. (Además: ¿Puede internet prevenir riesgos para los niños? / Análisis del editor)
El ‘grooming’ es usado principalmente por adultos para engañar a menores de edad mediante perfiles falsos en las redes sociales, un delito (suplantación de identidad) que da entre cuatro y ocho años en prisión.
Para la Policía, uno de los casos más representativos de esta modalidad es el de un comunicador bogotano que desde el 2011 utilizaba en Facebook un perfil a nombre de ‘Juliana Salazar’.
Los investigadores creen que al menos 150 menores de edad fueron contactados de esta manera, la mayoría de ellos estudiantes de colegios de élite, como el San Carlos, el Gimnasio Campestre y el Gimnasio Moderno.
La estrategia era siempre la misma: los muchachos creían estar entablando una relación con una joven atractiva, de su edad, que una vez en confianza les pasaba fotos y videos de ella sin ropa. La trampa era que, en un momento dado, la supuesta adolescente exigía reciprocidad. Y de este modo, el victimario conseguía fotos íntimas de los niños, según la Fiscalía.
Días después, el mismo hombre volvía a contactarlos con otro perfil falso (a nombre de ‘Andrés Monsalve’), por medio del cual empezaba a exigirles más fotos y videos de ellos desnudos, a cambio de no publicar en las redes sociales el material ya entregado.
Generalmente este tipo de contenidos, muy buscado por los pedófilos, se comparte en la deep web (red profunda), que constituye el 90 por ciento de internet y a la que la gente común no sabe acceder.
En el caso protagonizado por este comunicador se mezclan también la tercera y cuarta amenazas: la pornografía infantil (que afecta al 10 por ciento del total de víctimas) y la ‘sextorsión’ (que se presenta en el 30 por ciento de los casos de ‘grooming’).
“Una de sus víctimas, un niño de 14 años, fue extorsionado durante dos años seguidos. En este tiempo bajó su rendimiento académico, fue expulsado del colegio y no tuvo más remedio que acceder a las pretensiones de más fotos desnudo a cambio de no ser expuesto públicamente”, cuenta un investigador del caso.
En marzo del 2015, uno de sus compañeros, que vivía una situación similar, decidió contarle lo que ocurría a su mamá, quien de inmediato instauró la denuncia. La Policía recogió cuatro testimonios de menores afectados y en agosto capturó al victimario, de 26 años, quien, sin embargo, recobró la libertad a mediados de febrero por vencimiento de términos de la medida de aseguramiento. No obstante, el 11 de marzo se llevó a cabo la audiencia de acusación por los cargos de pornografía con menores de edad y actos sexuales con menor de 14 años. El 28 de abril, un juez de segunda instancia decidirá, a petición de la Fiscalía y la defensa de las víctimas, si el procesado debe volver a la cárcel.
Matoneo escolar
El jefe del Centro Cibernético de la Dijín ha identificado como una quinta amenaza los episodios de matoneo, que se valen, en la mayoría de casos, de perfiles falsos creados por los estudiantes agresores. “Otra manera de cometer estas agresiones es a través de redes sociales que permiten al usuario mantener el anonimato. Son muy usadas para atacar en grupo a un estudiante específico”, cuenta el coronel Bautista.
Una de estas redes, Ask.fm, es una de las más utilizadas dentro de un sexto campo de peligro detectado por las autoridades: los juegos de retos. Se trata de una serie de riesgosas pruebas a las que los menores se someten, por presión de grupo o de los líderes de los mismos, para ser aceptados o adquirir prestigio dentro de un colectivo. “Conocemos casos de niños que se hacen cortadas en los brazos, que meten la cabeza en bolsas y dejan de respirar durante varios minutos o que aspiran polvo de canela y terminan broncoaspirando”, destaca el oficial, quien añade que estas situaciones se presentan en el 5 por ciento del total de menores afectados por delitos a través de internet. La Policía investiga la relación de estas prácticas con el caso de una niña de 13 años que murió asfixiada en el baño de su casa.
Y, finalmente, la séptima amenaza: el robo de datos. “Aprovechando la ingenuidad de los niños, delincuentes los contactan por las redes sociales y, valiéndose de perfiles falsos, se ganan su confianza y terminan sacándoles información estratégica sobre su familia, que luego se usa para cometer distintos tipos de delitos, principalmente hurtos”, concluye un detective del Centro Cibernético de la Dijín.
Siete amenazas distintas y un denominador común: la poca conciencia de las familias frente a los peligros que hay en internet, un espacio al que cualquiera puede entrar.
Menores entre los 9 y los 12 años, los más afectados por pornografía infantil
La pornografía infantil mueve en el mundo alrededor de 10.000 millones de dólares al año, según voceros de la línea de denuncia teprotejo.org, integrada por el Instituto de Bienestar Familiar, el Mintic y Red PaPaz. Esta línea colombiana forma parte de la red mundial Inhope, que bajo la tutela de la Unión Europea constituye el principal esquema en el planeta para denunciar la difusión de material pornográfico infantil. El informe más reciente de este ente internacional señala que, en el año 2014, fueron bloqueadas cerca de 90.000 páginas que distribuían fotos y videos, mientras que un año antes se cerraron casi 55.000.
En Colombia, la Dijín ha cerrado 13.279 sitios entre el 2011 y el primero de marzo de este año. El 15 por ciento del total de los contenidos de pornografía infantil que circulan en el país es hecho aquí. En cuanto al perfil de las víctimas, la gran mayoría están entre los 9 y los 12 años (72 por ciento). Estados Unidos es el principal distribuidor de pornografía infantil (37 por ciento), le siguen Rusia (24) y Países Bajos (16).
Un dato de miedo
Solo en lo que va de este año, la Policía Nacional ha bloqueado 553 sitios colombianos dedicados a distribuir pornografía infantil.
Términos que debe conocer
‘Harassment’: amenazar, denigrar e insultar constantemente a través de medios electrónicos.
‘‘grooming’’: cuando un adulto usa un perfil falso en redes para contactar a menores y solicitarles fotos o encuentros.
‘Flamming’: insulto repetido y masivo a través de redes o chats.
‘Stalking’: acoso o persecución que se inicia en el mundo virtual y se pasa al mundo real.
‘Vamping’: reducción de las horas de sueño por estar conectado a internet.
‘Nomofobia’: miedo irracional a salir de la casa sin celular.
CARLOS GUEVARA
Redacción Domingo
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