Amazon presentó esta semana unos puntos de retiro inmediato en Estados Unidos donde los usuarios pueden recoger los productos justo después de haberlos comprado, reduciendo el tiempo de entrega a unos pocos minutos.
Su nombre es Instant Pickup y de momento funcionan en seis campus universitarios, incluida la Universidad de Berkeley, en California, pero está claro que la apuesta es expandirlos.
¿Cómo operan? Usando la aplicación móvil, los clientes Prime y Prime Student de Amazon pueden seleccionar entre cientos de productos de venta rápida, como pasabocas, bebidas o cargadores de celular. Acto seguido, los empleados del respectivo Instant Pickup despachan desde un cuarto trasero los pedidos a unos casilleros en un plazo de dos minutos y los usuarios reciben un código de barras para retirarlos.
Esta iniciativa subraya los múltiples esfuerzos de Amazon por aumentar su presencia en tiendas físicas. Y aparte de que es obvio que esta compañía quiere afianzarse en la venta de productos de consumo inmediato, también lo es que le está apuntando al nicho de las compras impulsivas.
La noticia se conoció en la misma semana en que el presidente de EE. UU., Donald Trump, acusó a Amazon de dañar al comercio minorista estadounidense “que paga impuestos”. “Muchos empleos se están perdiendo”, dijo Trump.
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