Una secadora puede ser la solución perfecta a la espera por la ropa recién lavada, que dependiendo del clima del lugar donde viva puede tardar varias horas. Sin embargo, si no cuenta con esta opción, hay un truco que le puede ahorrar mucho tiempo y dinero.
Las lavadoras-secadoras se han convertido en el mejor aliado del hogar, pues facilitan mucho el secado de la ropa y reducen el tiempo de espera para poder guardar las prendas o lavar otras.
Sin embargo, este no es un electrodoméstico económico y muchas familias no pueden adquirirlo. Por eso, ya sea que no tenga uno o se averíe el suyo y no quiera gastar mucho dinero, hay una forma de convertir su lavadora en secadora.
El truco es sencillo, la idea es que, una vez la ropa esté lavada y termine el ciclo, hay que sacar la ropa y ponerla a un lado.
Luego, hay que poner una toalla seca dentro de la lavadora, esta ayudará a recoger la humedad de las prendas, que se meterán a la máquina después de haber puesto la toalla sobre el tambor.
Ahora, lo único que se debe hacer es poner a centrifugar en la máxima potencia que permita la lavadora.
Lo que hará esta función es eliminar una gran cantidad de humedad de las prendas sin tener que esperar horas y horas a que el sol y el viento lo hagan por usted.
Y aunque puede que este truco no haga que la ropa salga completamente seca de la lavadora, sí ahorrará mucho tiempo, pues los restos de humedad que quedarán serán mucho más fáciles y rápidos de secar.
Además, se habrá ahorrado tiempo y dinero, sobre todo en la factura de electricidad, que suele ser un dolor de cabeza cuando hay múltiples electrodomésticos en el hogar.