Cafesalud, la EPS más grande del país, que desde diciembre del 2015 -después de un proceso de saneamiento- recibió los afiliados de Saludcoop, atraviesa por una profunda crisis financiera y de atención, en medio de un proceso de venta que debería haber concluido en el 2016.
Esta empresa, propiedad de Saludcoop -también en liquidación-, presenta unos desequilibrios económicos que, de acuerdo con voces autorizadas, superan los 600.000 millones de pesos y una insuficiente red de atención hospitalaria que la han convertido en la entidad de salud con mayores quejas por parte de los usuarios. Todo esto, claro, en contra de los objetivos planteados por la Superintendencia de Salud en términos de calidad y de sostenibilidad financiera.
En un año, Cafesalud ha tenido tres presidentes. El primero, Guillermo Grosso, retirado en medio de escándalos que lo vinculaban con actos de corrupción; el segundo, Carlos Cardona, quien después de muchos esfuerzos por enderezar la situación dejó el cargo agobiado por centenares de procesos judiciales en su contra; y el último, Luis Guillermo Vélez Atehortúa, un médico administrador, curtido en este tipo de direcciones, designado por la junta directiva en diciembre pasado para abordar la transición hacia un cambio de dueños, cuyo proceso debe finalizar antes del mes de abril.
A raíz de especulaciones que han circulado en los primeros días del año que dan cuenta de avalúos, potenciales compradores y hasta formas de venta de esta EPS, EL TIEMPO habló con Vélez Atehortúa para conocer de primera mano la situación de la empresa y el estado del proceso de venta.
¿Cómo encontró a Cafesalud?
En una situación difícil. Con problemas de red, la atención represada, aumento en quejas y tutelas, atrasos en pagos, incumplimiento en todos sus compromisos de desempeño y desconfianza en proveedores y servidores que, consecuentemente, nos niegan servicios.
(Además: Niños discapacitados no estarían teniendo buena atención de Cafesalud)
¿Y en lo financiero?
Hay un desfase importante entre los ingresos y el gasto. La empresa gasta el 120 por ciento de lo que recibe. Sobre 4 billones de pesos, que es el presupuesto anual, este desequilibrio bordea los 400.000 millones de pesos y eso es mucho dinero si lo comparamos con otras EPS en las que el gasto es el 96 por ciento del ingreso.
¿Y eso a qué se debe?
A varios factores. Hay contrataciones que se hicieron con tarifas por encima de las del mercado, hay carencia de modelos de gestión de riesgo, también fallas en el control y en la interventoría. Asimismo, a que arrastramos una mala imagen de la antigua Saludcoop y muchos proveedores nos cobran más caros los servicios, nos exigen anticipos y nos imponen condiciones desfavorables con la amenaza de cerrarles las puertas a los usuarios.
¿Y la corrupción?
Yo no puedo decir que en este momento exista ese problema dentro de la entidad. Pero sí existen inescrupulosos y delincuentes que se ofrecen como supuestos intermediarios ante esta empresa para agilizar cuentas, cosa que es completamente falsa y que desde aquí denunciamos y tratamos de desmantelar. De paso, le pedimos a la ciudadanía que si conoce este tipo de hechos los ponga en conocimiento de las autoridades.
Si no hay corrupción, ¿entonces todo es por malos procesos?
Aquí también tenemos que decir que el sistema de salud, con su modelo de aseguramiento, tiene una póliza muy baja por cada afiliado. La UPC (dinero que anualmente se reconoce por parte del sistema para cubrir la salud de cada colombiano) es significativamente insuficiente y eso empeora el problema.
¿Y en esas condiciones piensan vender la EPS?
La venta es un proceso irreversible que está en manos de la liquidadora de Saludcoop. Eso está en marcha. Se definió el reglamento y en las dos semanas que vienen se abre el cuarto de datos con toda la información para que los potenciales compradores valoren la situación y hagan sus ofertas.
¿Y las deudas?
En eso hay claridad, el comprador tiene que asumir las deudas y los faltantes. Aunque suene extraño, esta es una empresa con mucho potencial, más de 6 millones de afiliados y la presencia en casi todo el país son buenos incentivos.
¿Cuánto vale la empresa?
Hay un avalúo, pero se espera que los compradores valoren los datos y ellos calculen el precio y hagan una oferta que se comparará y se escogerá la mejor.
Pero dicen que ya hay adelantos con un comprador...
Eso es falso. No hay ninguno, por ahora.
También dicen que Cafesalud se fragmentará para venderla...
Eso tampoco es cierto. Lo que ocurre es que Saludcoop tiene, además de Cafesalud, otra EPS, una firma de clínicas, construcciones que se ofertan por separado. Pero Cafesalud se venderá completa. No he escuchado otra cosa.
Y mientras tanto, qué les dice a los usuarios…
Que estamos mejorando la red básica y la atención del alto costo. También tenemos un plan concreto para atender los pacientes represados y un modelo para canalizar las quejas de manera efectiva. Hay que entender que en esta transición no se pueden hacer inversiones, ni plantear soluciones a largo plazo. En abril, a más tardar, la EPS tendrá otro dueño y otra gestión.
CARLOS FRANCISCO FERNÁNDEZ
Asesor Médico de EL TIEMPO