Entre las decenas de variantes del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que se han identificado en el mundo, en medio de los procesos normales de mutación que sufren los virus, está la P.1 (B.1.1.28.1), que fue identificada por primera vez en diciembre en el estado de Amazonas en Brasil.
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Esta variante ha generado preocupación porque, tal como ha confirmado la ciencia, tiene una mayor transmisibilidad y podría explicar la afectación por el covid-19 que ha sufrido la zona amazónica del Brasil en las semanas recientes.
Un estudio divulgado ayer, a cargo de institutos científicos del vecino país, dio varias pistas sobre esta nueva variante y confirmó que ya circula en el municipio de Tabatinga, fronterizo con Leticia, capital de la Amazonia colombiana.
Esta investigación brasilera caracterizó las secuencias genómicas del SARS-CoV-2 que circulan en el estado del Amazonas desde noviembre hasta mediados de enero. En concreto, se secuenciaron 250 genomas; 177 de Manaos (capital del estado) y 73 del interior.
Vale decir que, además de Tabatinga, esta variante fue identificada en São Gabriel da Cachoeira, en la frontera con los departamentos de Guainía y Vaupés, describe el estudio.
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Los investigadores, igualmente, documentaron el 30 de diciembre un caso de reinfección, es decir, un ciudadano que ya había dado positivo por coronavirus en el pasado y se contagió nuevamente, pero con la variante P.1. Se determinó, asimismo, que esta variante está presente en 11 municipios del Amazonas brasileño.
Por lo pronto, el Amazonas colombiano muestra una afectación baja moderada de nuevos casos de covid-19, muy relacionada con las festividades de diciembre, según afirmó el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
Al 31 de diciembre, el departamento de Amazonas había notificado 3.245 casos de coronavirus y hasta ayer eran 3.602, lo que indica que en lo corrido de enero se diagnosticaron 357 infecciones frente a 96 el mes pasado. En los últimos dos meses se han reportado 11 muertes de las 134 que suma la región.
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Según las autoridades, Colombia ha continuado haciendo sin parar su vigilancia genómica, seleccionando semanalmente lotes de muestras de PCR positivas en todos los departamentos, y hasta el momento no ha encontrado rastros de la variante P.1 ni de las otras que han llamado la atención del mundo. Y a modo preventivo, el ministro Ruiz anunció la suspensión de todos los vuelos desde y hacia el Brasil por un mes y los viajes a Leticia durante dos semanas.
Ambas medidas se inician el próximo viernes a las cero horas y buscan contener la posible introducción al país de dicha variante vía aérea, afirmó el ministro.
A su vez, Martha Ospina, directora del Instituto Nacional de Salud (INS), afirmó que en los últimos días se había acelerado el seguimiento a las pruebas en el Amazonas colombiano en busca de la P.1 y ahora se ampliará la capacidad de rastreo y seguimiento de los casos.
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De fondo está la crisis que padece el estado de Amazonas en Brasil, porque si bien mediciones de anticuerpos en la ciudad de Manaos habían mostrado una seroprevalencia del 75 por ciento de la población –lo que daría para generar una inmunidad de rebaño–, se presentó un notorio incremento de casos y de muertes por covid-19 recientemente.
Un comentario publicado por la revista The Lancet que intenta explicar esta situación planteó cuatro hipótesis: que esta variante podría eludir la inmunidad que las personas habían desarrollado en el primer pico de la pandemia. Que los pobladores ya perdieron los anticuerpos específicos que habían generado al infectarse. Que la seroprevalencia estuvo sobreestimada y realmente era menor. O que la P.1 podría tener una transmisibilidad más alta que los linajes preexistentes que circulan en Manaos.
El doctor Julián Villabona-Arenas, especialista en epidemiología molecular, vinculado al Centro de Modelaje Matemático de Enfermedades Infecciosas (CMMID) de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM), explica que lo que se sabe con certeza es que la variante P.1 tiene una combinación única de mutaciones y que hoy sería la responsable de la mayoría de los casos en Manaos.
De hecho, la P.1 no se detectó en Manaos entre marzo y noviembre, pero se encontró en el 52,2 por ciento (35/67) de los casos tipificados de diciembre y en el 85,4 por ciento (41/48) de los casos tipificados en enero por las autoridades brasileras.
"Sabemos que el virus continuará evolucionando y si le damos la oportunidad a la variante P.1 de propagarse sin control, podría acumular otras mutaciones que le permitan adaptarse", afirma.
Las otras variantes que inquietan y que se están buscando activamente en el país son la británica (B.1.1.7), que prendió las alarmas en diciembre y se sugirió que es más transmisible porque tiene 17 mutaciones en el gen de la espícula que al parecer la hacen más eficiente con los receptores humanos que los virus que circulaban anteriormente.
Dicha variante B.1.1.7 ya se ha extendido rápidamente en el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, y probablemente en muchos otros países, al punto que los Centros para el Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) publicaron un modelo que sugiere que esta variante se convertirá en la predominante en la Unión Europea en marzo.
También preocupa la variante sudafricana (501Y.V2) en razón a que sus mutaciones cambian la proteína de la superficie viral y reducen la eficacia de los anticuerpos que combaten el virus.
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Adicionalmente, desde noviembre circula en California la variante 20C, que preocupa porque gran número de sus mutaciones son similares a la B1.1.7 del Reino Unido.
Sin embargo, Martha Ospina aclara que no se puede afirmar que estas nuevas variantes sean responsables de los nuevos picos en varios países. "Todavía en el mundo no está claro cómo esos nuevos linajes van a afectar los casos y fallecimientos, o si van a cambiar el curso de la pandemia", remató.
En todo caso, Ospina dice que más allá de la variante circulante, las medidas de prevención recomendadas, como el buen uso del tapabocas, el lavado de manos y la distancia física, son medidas protectoras para evitar nuevas infecciones.
"El comportamiento humano sigue siendo la principal fuerza impulsora del resurgimiento del virus. Es demasiado fácil echarle la culpa a las variantes y decir que fue el virus el que lo provocó", recuerda Ospina de una conclusión en la última conferencia de prensa de la OMS.
Además, si bien el virus no parece haberse vuelto resistente a las vacunas, la velocidad con que se están generando nuevas mutaciones hace pensar que llegará el momento y se requerirá ajuste en estos fármacos e incluso desarrollos de vacunas multivalentes que protejan contra diferentes variantes, concluye Ospina.
UNIDAD DE SALUD