Con la vacuna que en el brazo izquierdo le acaban de aplicar en Sincelejo a la enfermera Verónica Machado en realidad se le está introduciendo un mensaje escrito en una molécula de ARN que está empaquetado en una membrana de grasa y entrará a las células de esta trabajadora de la salud de primera línea.
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El mensaje que lleva la molécula de ARN es para que las células de la enfermera fabriquen proteínas de la espícula del nuevo coronavirus. Es decir, una parte fundamental de esa especie de antenas que tiene el Sars-CoV-2 y que además de caracterizarlo plenamente le facilitan la invasión al cuerpo humano.
Hasta aquí hay que entender que Verónica no está recibiendo el virus, como algunos creen, por lo tanto se descarta que ella vaya a sufrir una infección por covid-19, así sea mínima.
Por otro lado, no todas las células de Verónica reciben la orden, sino algunas pocas que puedan ser alcanzadas por el paquete que se le aplica.
Como es una orden, las células de Verónica fabrican la espícula del virus que al estar terminadas quedan visibles y actúan como un disfraz del coronavirus que las defensas del cuerpo de la enfermera identifican como algo extraño.
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Es aquí cuando ese ejército que defiende al cuerpo se pone en alerta y ataca al extraño con dos tipos de células, llamadas linfocitos B y linfocitos T. Los primeros, rápidamente producen unos anticuerpos (proteínas específicas) que bloquean o inactivan al extraño. Específicamente, hacen que las espículas del virus queden sin capacidad de entrar a las células humanas.
Por su parte, los linfocitos T actúan de manera directa, como en una pelea cuerpo a cuerpo, y destruyen todas las células que contienen dicha espícula.
Pero eso no se queda ahí porque después de acabar esta tarea, tanto los linfocitos B, como los linfocitos T y los anticuerpos quedan circulando a través del sistema de defensas para atacar de manera rápida todo lo que tenga de las mismas espículas que fabricaron las células de Verónica en el pasado. De esa manera se evita que ingresen al cuerpo.
En otras palabras, el organismo de Verónica queda con un ejército listo (memoria inmunológica) para actuar cuando sea invadida por el verdadero coronavirus.
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Esta memoria para defenderse tiene una duración que por ahora no se sabe de cuánto tiempo es porque las vacunas comenzaron a aplicarse hace poco, pero se espera que esta sea duradera y ojalá permanente. Eso es algo que se investiga.
En síntesis, así actúa la vacuna contra el covid-19. Y en el caso concreto, la de Pfizer que le acaban de aplicar a la enfermera Verónica Machado, quien trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Sucre.
Este efecto puede ser similar al que provoca la vacuna de Moderna, pero distinto al de otros biológicos.
Por supuesto, para reforzar sus defensas y que quede bien protegida contra el covid-19 invasor, a la enfermera Verónica tendrán que aplicarle una segunda dosis después de tres semanas.
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Con esto se logrará que ella tenga una protección de más del 95 por ciento en caso de que tenga contacto directo con un infectado o su cuerpo reciba la agresión del covid-19. Mientras tanto, tendrá que seguir utilizando el tapabocas porque como se aprecia está defendida por dentro para no afectarse, pero si el virus que la ataca se ubica en sus vías respiratorias con la posibilidad de pasárselo a otras personas cuando hable.
UNIDAD DE SALUD