Mientras la pandemia en el país se acerca al millón y medio de casos confirmados y supera las 40.000 muertes, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, reconoce el momento delicado por el que se atraviesa; pero a su vez muestra un optimismo prudente después de dar a conocer la esperada estrategia de vacunación contra el covid-19 con una meta que pretende vacunar al setenta por ciento de la población colombiana, en cumplimiento de unas fases que se iniciarían en febrero y que buscan progresivamente alcanzar la inmunidad de rebaño frente al nuevo coronavirus. Ruiz aterrizó estos elementos en diálogo con EL TIEMPO.
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Ministro, ¿cómo va la pandemia?Estamos en un momento delicado. La fatiga con las medidas de precaución y las ansias de celebrar las Navidades son una mezcla peligrosa. Los casos nuevos van en aumento, aunque afortunadamente no están teniendo un impacto significativo en la mortalidad. No queremos ser aguafiestas, pero sí invitamos a los colombianos a tener unas celebraciones menos tumultuosas.
¿Cuáles son los lugares que más le preocupan hoy?El que más, Cúcuta. Esta semana llegamos a tener una ocupación de UCI del 96 por ciento. En la última semana expandimos de 312 a 330 camas, pero el aumento de casos severos es proporcional. Esperamos ver pronto el impacto de las medidas adoptadas, como el pico y cédula y las restricciones a la movilidad. En el peor escenario contaremos con la amplia disponibilidad de UCI que tenemos en otras ciudades.

En Cúcuta extreman medidas para evitar la propagación del virus.
Alcaldía de Cúcuta
El plan de expansión hospitalaria no se conformó con evitar el colapso de las UCI, sino que buscó tener una reserva suficiente para la eventualidad de que se disparara el número de casos. Desde septiembre hemos tenido una disponibilidad de alrededor del cuarenta por ciento a nivel nacional, cantidad que nos da un buen margen de maniobra. La semana pasada batimos récord histórico de personas en UCI por covid y por otras causas. Aunque tuvimos casi 7.000 camas ocupadas, más de 4.300 seguían disponibles.
En algunos lugares ya hay toques de queda, ¿qué posibilidades hay de otra cuarentena?Muy baja. No tiene sentido una cuarentena masiva en ciudades que hoy tienen alta seroprevalencia o donde no hay crecimiento exponencial. La disparidad del comportamiento de la epidemia en el país no justifica que se adopte una misma medida a nivel nacional. Seguimos considerando que la mejor estrategia es focalizarnos en donde haya mayor afectación.(También: La FDA autoriza la vacuna de Moderna, la segunda contra la covid-19)
Las cifras de muertos que se proyectaban se están cumpliendo, ¿qué opina?Es un sentimiento ambiguo. Por una parte, queda demostrado el rigor técnico de las proyecciones del Instituto Nacional de Salud, y, por otra, me duele cada vida perdida. Mi único consuelo es la certeza de que pudo ser peor y de que hemos trabajado con rigor y dignidad.
El país se la jugó con Covax para comprar vacunas, ¿qué tan firme está este mecanismo?Covax es una organización nueva y, como es de esperar, tiene dificultades en su implementación. Aun así, ya tiene aseguradas 2.000 millones de dosis y el compromiso de entregarlas durante el primer trimestre de 2021.
Ya se cerraron las negociaciones con Pfizer y AstraZeneca, ¿qué otras vienen en camino?Como soy enemigo de los anuncios vacíos, permítame simplemente decirle que tenemos avances importantes con otras tres casas farmacéuticas. Déjenme darles nuevas sorpresas.
Ya con la estrategia de vacunación en el país, que se aprecia sólida. ¿Qué tan difícil es llevarla a la práctica?Es un gran reto, pero los cuarenta años de experiencia del Plan Ampliado de Inmunizaciones no serán en vano. Tenemos una institucionalidad sólida que nos sirve de base y hemos pensado en cómo solucionar cada detalle nuevo que se nos va a presentar, particularmente lo que tiene que ver con las necesidades de ultracongelación de la vacuna de Pfizer, los grandes volúmenes que manejaremos y la programación de las jornadas de vacunación.(Recomendado: Habla médico colombiano que se aplicó vacuna en EE.UU.)
¿Siente que se demoraron? Porque hubo muchas críticas…Entiendo que nuestro silencio generó angustia, pero al final siento gran satisfacción. Muchos gobiernos, presionados por los medios y las redes, tuvieron que salir apresuradamente a anunciar intenciones, pero cuando la gente fue a ver no había nada concreto. Nosotros aguantamos la presión, pero si la gente va a ver, las firmas de los contratos están ahí; no hay especulaciones. Además, mis tías me enseñaron que no es buena estrategia poner todos los huevos en la misma canasta. Tengo la seguridad de que diversificar el portafolio nos va a permitir un acceso rápido a todo el surtido de vacunas que viene en camino.
Por un lado, usted tuvo la presión de los que pedían que corriera, pero, por otro, también tuvo la presión de los que, por el temor a los eventos adversos, pedían que fuera más despacio. ¿Qué les dice a estos últimos?Les agradezco muchísimo porque han permitido a la sociedad tener opiniones mejor informadas y más ponderadas. Tan importante como vacunar es hacer seguimiento, y más aún cuando no se tiene toda la información. Así que vamos a implementar mecanismos más estrictos que los habituales. Tenemos un plan que incluye monitoreo activo y pasivo de los posibles eventos adversos y de la aceptación de las vacunas. Todo esto estará apoyado en el seguimiento nominal de la vacunación mediante el Paiweb, una plataforma que creamos para evaluar la cobertura e intercambiar información con el sistema de vigilancia epidemiológica. Estamos optimistas pero vigilantes.
Nosotros aguantamos la presión, pero si la gente va a ver, las firmas de los contratos están ahí; no hay especulaciones
Fundamentalmente, serán nuestras aliadas en la identificación de las poblaciones priorizadas.
¿Cuál será la dinámica regional de vacunación?Ya tenemos los cálculos de las poblaciones priorizadas en cada departamento. Es la misma estrategia nacional implementada de manera homogénea en cada región.
¿Las vacunas que requieren ultrarrefrigeración llegarán a todas partes?No, llegarán hasta donde podamos garantizar su estabilidad. El fabricante las entregará en los puntos que determinemos. Adquirimos 44 ultracongeladores para expandir lo más posible el área de vacunación. Como sabemos que la cadena de ultracongelación puede romperse en algún punto, adquirimos también vacunas que requieren la cadena de frío convencional.
Vacunar a casi 35 millones de colombianos es algo inédito, ¿el país está listo?Nos estamos preparando para un acontecimiento inédito. El alistamiento ya comenzó para aplicar las vacunas, a más tardar, en febrero.
Explíquenos cómo es eso que las farmacéuticas no tendrán responsabilidad sobre los eventos adversos.Estamos en una situación de emergencia. La condición que la industria puso a los países fue que si querían disponer de vacunas rápidamente, debían liberarlas de la responsabilidad de indemnizar a las personas que sufrieran eventos adversos severos. La solución ha sido fortalecer lo más posible la vigilancia de esos eventos para tomar medidas oportunas en caso de que algo falle. La experiencia que otros países están teniendo juega también a nuestro favor.
¿Las vacunas se podrán comercializar por fuera de la estrategia oficial?No, mientras estén aprobadas bajo la figura de emergencia. La compra privada podrá llevarse a cabo cuando las vacunas obtengan su registro sanitario y la industria asuma las responsabilidades que le competen en condiciones normales.(Lea: Colombia vuelve a poner el ojo en sus camas de UCI por la pandemia)
¿Cómo evitar que la gente se salte la fila, por ejemplo, con tutelas?Conversando, argumentando, creando consciencia entre los jueces y reiterando que la autoridad sanitaria es el Ministerio de Salud. No dudo de que la estrategia de priorización tiene argumentos muy sólidos.
¿Cómo alejar la politiquería de este proceso?La politiquería se combate con tecnocracia.
¿Le preocupa que algunos colombianos no se quieran vacunar?Claro. Pero tengo confianza en que alcanzaremos una cobertura suficiente para que los escépticos terminen protegidos gracias a la responsabilidad de los bien informados.
¿Qué ha significado todo este proceso para usted?El viernes fue uno de los días más felices de mi experiencia como ministro. Lo mío es la salud pública, y si hay algo en lo que tengo fe, es en la vacunación. Haber aguantado la presión para llevar un mensaje cierto, optimista, bien preparado y argumentado me produjo una gran satisfacción. Tengo mucha gratitud con el presidente Duque, que ha confiado en el criterio de los funcionarios del Ministerio de Salud, y con los otros ministerios y entidades del Gobierno, que han dado apoyo permanente.
Hace cuatro años, como viceministro de Alejandro Gaviria, aparte de lidiar con el chikunguña y el zika, su despacho lideró la disputa para bajarle el precio al imatinib, el anticancerígeno de Novartis. ¿Esa pelea fue más dura que esta negociación con Pfizer y AstraZeneca?Definitivamente, ese viceministerio fue el mejor entrenamiento que pude tener para asumir este ministerio. En esa época fueron dos grandes epidemias y la discusión sobre la declaratoria de interés público para poder bajar el precio del imatinib. Ahora, una pandemia y un rosario de negociaciones con laboratorios. Han sido negociaciones completamente diferentes, pero con dos elementos en común: fueron duras y resultaron en el beneficio colectivo.
¿Qué hacemos mientras llegan las vacunas?No solo mientras llegan, sino también mientras logramos una inmunidad de rebaño gracias a la vacunación debemos mantener el distanciamiento físico, el lavado de manos y, especialmente, el uso del tapabocas. Pero ahora podemos agregar la sensación de que ya casi cesa la horrible noche.
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