La vacuna que desarrollaron Oxford y AstraZeneca contra el covid-19, que ya se aplica en el Reino Unido y en Europa, podría ofrecer una protección reducida contra la enfermedad leve causada por la variante sudafricana del Sars-CoV-2 (B.1.351), según los resultados preliminares de un estudio.
Según los datos dados a conocer hace dos meses en la revista The Lancet, esta vacuna tiene una eficacia media de 70 por ciento contra el nuevo coronavirus, un porcentaje inferior que los mostrados por los productos de Pfizer/BioNTech o Moderna, cuyos niveles de eficacia superan el 90 por ciento.
Sin embargo, muchos países, incluido Colombia, que aseguró 10 millones de dosis, apostaron por esta vacuna porque es más barata y más fácil de almacenar, ya que no necesita ser almacenada en ultracongelación y se presta para las campañas de vacunación masivas.
Cabe aclarar que dicha eficacia se estableció ante las versiones originales del nuevo coronavirus y aun no estaba claro cómo protegía ante las nuevas variantes de este virus que han demostrado ser más infecciosas, incluida la sudafricana.
Un estudio de la propia Oxford y la Universidad de Witwatersrand de Sudáfrica, que intentaba responder esa incógnita, encontró que la eficacia de esta vacuna se redujo considerablemente en los casos de enfermedad leve causados por la variante identificada por primera vez en ese país. (Lea acá la noticia completa)
En concreto, los resultados del estudio, que reveló el Financial Times y se espera sean publicados en una revista científica esta semana, mostraron una eficacia del 22 por ciento contra la enfermedad leve causada por la variante sudafricana del Sars-Co-2.
“En este pequeño ensayo de fase 1-2 los primeros datos han mostrado una eficacia limitada contra la enfermedad leve principalmente debido a la variante sudafricana B.1.351 ", dijo un vocero de AstraZeneca en respuesta a los preliminares del informe.
También se supo que ninguno de los más de 2.000 participantes del ensayo había sido hospitalizado o muerto, lo que infiere que sí podría ser eficaz frente a formas graves de la enfermedad, aunque aún no hay datos suficientes sobre este estudio.
“Investigadores sudafricanos y británicos constataron que (...) la vacuna es mucho más efectiva contra la (cepa) original del coronavirus” que sobre la variante, afirma en un comunicado sobre el estudio la Universidad de Witwatersrand (Johannesburgo), aún sin cotejar por otros estudios.
“Estas primeras conclusiones parecerían confirmar que la variante del virus aparecida en Sudáfrica puede transmitirse entre la población ya vacunada”, agregó.
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El estudio fue realizado con la participación de 2.000 voluntarios con una media de edad de 31 años, y no “justifica descartar” la eficacia del producto frente a formas graves de la enfermedad, hospitalizaciones y defunciones “puesto que la población analizada es de bajo riesgo”. Sin embargo, podría “llevar un tiempo” antes de determinar su eficacia contra la nueva variante, cada vez más frecuente entre ancianos en el Reino Unido, señaló por su parte Sarah Gilbert, quien lidera el desarrollo de esta vacuna en Oxford, expresándose en términos similares a sus colegas sudafricanos.
Ante la variante sudafricana, el producto de Oxford/AstraZeneca “quizás no reduzca el número total de casos, pero aun así puede proteger contra la muerte, hospitalizaciones y las formas más graves de la enfermedad”, prosiguió y añadió: “Es posible que (los resultados) tengamos que evaluarlos a partir de varios estudios”.
Posteriormente, AstraZeneca declaró: "creemos que nuestra vacuna continuará protegiendo en las formas graves de la enfermedad". "Sus anticuerpos neutralizantes tienen una actividad equivalente a la de otras vacunas contra covid-19 que han demostrado eficacia frente a las formas de la enfermedad más graves, en particular cuando el intervalo de la dosificación se optimiza a 8-12 semanas", agregó el portavoz del grupo.
Lo cierto es que las dudas sobre la eficacia de la vacuna de Oxford/AstraZeneca frente la nueva variante del virus llevaron a que las autoridades sudafricanas suspendieran la campaña de vacunación este domingo, que tenía prevista iniciar esta semana con un millón de dosis.
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Vale recordar que la vacuna de AstraZeneca y Oxford, que el Reino Unido fue el primero en administrar de forma masiva en diciembre, ya fue aprobada por otros países y por la Unión Europea (UE). Pero, debido a la falta de datos sobre su eficacia en la población de edad más avanzada, algunos gobiernos decidieron recomendar su uso para personas de menos de 65 años, o incluso de 55, como en España o Rumania.
Por ejemplo, Portugal el fin de semana recomendó que esta vacuna debe utilizarse "preferentemente" para menores de 65 años, uniéndose así así a otros países europeos como Francia, Italia, Países Bajos o España, que ya recomendaron no utilizar la fórmula de AstraZeneca en mayores de 65 años debido a que los ensayos de su efectividad se habían realizado en grupos de personas de menor edad y, por tanto, había dudas sobre su eficacia en colectivos mayores.
Este lunes, el comité estratégico de expertos en inmunización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reúne para abordar las recomendaciones provisionales sobre el uso de esta vacuna, con “especial atención” sobre su aplicación “en los adultos de más edad”, según la agencia.
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Mientras, el Gobierno británico pidió a la población que confíe en el programa de inmunización puesto en marcha en el Reino Unido. El ministro británico de las Vacunas, Nadhim Zahawi, señaló en un artículo en el periódico “The Daily Telegraph” que las vacunas que se están utilizando en el Reino Unido -la de AstraZeneca y la de Pfizer- responden bien ante la cepa británica que circula actualmente en el Reino Unido.
El ministro añadió que los científicos británicos están trabajando para mejorar las fórmulas y conseguir que ofrezcan protección contra las nuevas variantes del coronavirus. “Es correcto y necesario prepararse para el despliegue de una vacuna actualizada, (pero) podemos tener confianza en el actual plan (de inmunización) y la protección que nos facilitará a todos frente a esta terrible enfermedad”, escribió Zahawi.
Agregó que, aún si una vacuna resulta menos efectiva en evitar la infección, puede tener resultados a la hora de reducir la posibilidad de que una persona enferme de gravedad. “Esto es de vital importancia para proteger el sistema sanitario”, insistió el ministro.
Incluso el Gobierno no descarta, según Zahawi, que la población reciba un refuerzo de la vacuna (una tercera dosis) y que, después, sea necesario vacunarse cada año contra el coronavirus, similar a lo que se hace anualmente con la vacuna contra la gripe.
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Al tiempo que se conocieron estos resultados, el programa de vacunas de AstraZeneca dijo que ya se estaba trabajando para adaptar su fármaco y así tratar específicamente con la variante sudafricana.
Es “muy probable” que la nueva inyección esté disponible en otoño, dijo Sarah Gilbert, líder de la Universidad de Oxford, quien agregó que “es fácil adaptar la tecnología”.
“Este año esperamos mostrar que la nueva versión de la vacuna generará anticuerpos que reconocen la nueva variante y luego será muy parecido a trabajar en vacunas contra la influenza”, remató.
UNIDAD DE SALUD* con información de EFE y AFP