Los suplementos alimenticios son cada vez más utilizados por la población en general en todo el mundo como un complemento para la alimentación tradicional, pues ofrecen vitaminas, enzimas, ácidos grasos y aminoácidos necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo humano.
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Según un estudio realizado por la Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (Alanur) de 2021, se afirmó que Colombia es uno de los países de mayor consumo de este tipo de productos. Para ser exactos, el segundo de América Latina después de Brasil.
El 45 % de la población colombiana, 22 millones y medio conforme a las proyecciones del Dane, consume o ha llegado a consumir en algún momento de su vida productos alimenticios complementarios.
“Un suplemento vitamínico es un producto farmacéutico y, como tal, tiene una indicación específica para un caso puntual. Su objeto es suplir o aportar vitaminas a personas con algún déficit, ya sea por alguna enfermedad, trastorno mal absortivo o porque tienen un mayor requerimiento de cierto elemento”, comentó Francisco Dadic, médico clínico y toxicólogo del Hospital Durand, al diario 'La Nación'.
“Por ejemplo, los suplementos pueden usarse en el caso de las embarazadas, que mientras están gestando al bebé tienen mayor requerimiento de ácido fólico, las personas con déficit de vitamina B12 o los ancianos cuando tienen una ingesta alimenticia muy baja”, agregó.
Algunos estudios han manifestado que se está generando un aumento generalizado en el consumo de vitaminas, una variante que ha traído graves problemas de salud en personas que se han automedicado o se han pasado de la dosis recetada por especialistas.
No obstante, existen algunos escépticos que han manifestado que este tipo de suplementos no funcionan y que pueden llegar a ser un buena pérdida de dinero para lo que prometen realizar.
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¿Funcionan realmente?
Existen algunos mitos y realidades alrededor de los suplementos alimenticios. Lo primero que debe saber es que existen algunos aspectos básicos a tener en cuenta antes de consumirlos.

Colombia es el segundo país de Latinoamérica que más consumo suplementos dietarios.
Istock
Según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), “los suplementos solo están indicados en aquellas personas que tienen un déficit vitamínico, por lo que con una alimentación equilibrada no hay necesidad de la ingesta de suplementos”.
Según el diario ‘ABC’ existe mucha desinformación al respecto, pues para que un complejo sirva efectivamente debe ser compatible entre ellos. En otras palabras, las vitaminas compiten entre sí para ver cuál es la que mejor ocupa un lugar en el cuerpo, por ejemplo, el Zinc puede poner en riesgo la absorción natural de algunos aminoácidos, los mismo sucede con el magnesio y el calcio si ambos se encuentran en cantidades más elevadas.
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Por consiguiente, es necesario acudir a un profesional para que le pueda recetar porciones homogéneas adecuadas a su organismo, pues es frecuente entre los pacientes automedicados suministrarse dosis que no se acoplan a sus necesidades.
Recuerde que estas pastillas no son ni serán nunca una sustitución de la comida tradicional, ya que esta contiene carbohidratos, vitaminas y minerales esenciales para la vida. Además, la creencia de que el consumo de suplementos engorda es totalmente falso, por lo que se recomienda una buena alimentación antes de acudir a los componentes dietarios.
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