Dos de cada tres mutaciones genéticas responsables del cáncer resultan de errores azarosos al momento en que se dividen las células, un proceso clave para la regeneración del organismo, concluye un estudio estadounidense que podría alimentar la polémica sobre el tema.
"Está ampliamente comprobado que evitando ciertos factores como el tabaco o la obesidad se reduce el riesgo de cáncer", subraya Cristian Tomasetti, profesor adjunto de bioestadística del Centro de Cáncer de la Universidad Johns Hopkins y uno de los autores de la investigación publicada el jueves en la revista Science.
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"Pero cada vez que una célula normal se divide y replica su ADN para producir dos nuevas células, comete numerosos errores, un aspecto ignorado científicamente durante largo tiempo", explica.
Estos errores "son causa importante de mutaciones genéticas responsables del cáncer y este factor ha sido subestimado como causa determinante de esta patología", agrega el profesor Tomasetti.
El 66 por ciento de las mutaciones cancerosas resultan de errores cuando se dividen las células, mientras que 29 por ciento
En total, “66 por ciento de las mutaciones cancerosas resultan de errores cuando se dividen las células, mientras que 29 por ciento se debe a factores ambientales y al modo de vida, y 5 por ciento, a la herencia”, especificó el doctor Bert Vogelstein, codirector del mismo centro, en una rueda de prensa.
“La mayor parte del tiempo, estas mutaciones son inofensivas, pero a veces se producen en un gen que desencadena un cáncer por puro azar”, siguió el científico.
Los profesores Tomasetti y Vogelstein habían publicado un primer estudio polémico en 2015, que sugería que las mutaciones aleatorias de ADN, es decir, la mala suerte, eran en su mayoría responsables del cáncer. Un estudio publicado a finales del 2015 en la revista Nature contradecía estas conclusiones estimando que la mayoría de los cánceres son causados por factores ambientales, como el tabaquismo, las sustancias químicas o la exposición a los rayos ultravioletas.
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Para el trabajo publicado este jueves, los investigadores de la Johns Hopkins ampliaron significativamente su modelo matemático para incluir 32 tipos de cáncer, así como una muestra de población y datos epidemiológicos más amplios, provenientes de 69 países y que representan a 4.800 millones de personas.
Se determinó que dos o tres mutaciones genéticas dañinas fueron suficientes para desencadenar un cáncer como resultado del azar, de un factor ambiental o de la predisposición hereditaria. El factor suerte también varía según los tipos de tumores, determinó el estudio.
Así, 77 por ciento de los casos de cáncer de páncreas son el resultado de error aleatorio del ADN en la división celular, mientras que 18 por ciento se debe a otros factores tales como el tabaco o el alcohol, y el 5 por ciento, a la herencia. Para el cáncer de próstata, de cerebro y de huesos, 95 por ciento sería el resultado de la mala suerte en la división celular. En cuanto al cáncer de pulmón, 65 por ciento de los casos se desencadenan por fumar y 35 por ciento por errores al replicarse el ADN.
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Los autores subrayan la importancia de continuar los esfuerzos de prevención. “Tenemos que seguir alentando a la gente a evitar los agentes químicos cancerígenos o los estilos de vida que aumentan el riesgo de desarrollar las mutaciones cancerosas”, sostiene el profesor Vogel-stein.
El oncólogo cree que debe realizarse con urgencia más estudios para elaborar métodos de detección más temprana de todos los cánceres cuando todavía son curables. Para él, los resultados del último estudio corroboran todos las investigaciones epidemiológicas que indican que aproximadamente 40 por ciento de los casos de cáncer se pueden prevenir mediante un estilo de vida saludable.
EL TIEMPO*
Con información de AFP y Bloomberg
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