Varias son las especulaciones que han surgido sobre la salud de la canciller alemana, Angela Merkel, a quien se le ha registrado en dos eventos públicos con espasmos y temblores en sus manos y piernas. El primero fue hace nueve días mientras recibía la visita del presidente de Ucrania, Vladimir Zelenski, en Berlín; el segundo, este jueves durante la ceremonia de posesión de la nueva ministra de Justicia, Christine Lambrecht.
Frente a los temblores que presenta la canciller Angela Merkel hay que decir que estos movimientos involuntarios pueden tener múltiples causas y mientras sus médicos no emitan un diagnóstico específico, cualquier acercamiento clínico cae en el campo de la especulación.
Sin embargo, el síntoma que presenta la mandataria es una excusa para recordar que los temblores, de acuerdo con el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos de Estados Unidos y Accidentes Cerebrovasculares (NINDS, por su sigla en inglés), son contracciones musculares involuntarias y rítmicas que provocan movimientos agitados o sacudidas en una o más partes del cuerpo. Según el instituto, es una alteración frecuente que puede ser constante o intermitente y que desencadena por sí solo o como consecuencia de otra alteración.
Esta condición es más común en los adultos mayores, aunque puede presentarse en cualquier edad y afecta por igual a hombres y mujeres. Gustavo Castro, médico neurólogo y miembro de la Asociación Colombiana de Neurología (ACN), explica que los temblores por sí solos no son una alteración que comprometa la vida, pero pueden llegar a ser incapacitantes y afectar la cotidianidad de quien los padece.
Se cree que la mitad de las personas que lo padecen, tienen un factor hereditario que condiciona su aparición
Frente a la presencia de este síntoma, Castro manifiesta que sus orígenes deben relacionarse con los componentes neurológicos, específicamente cerebrales, que controlan los movimientos. Y aunque la mayoría de los temblores no tienen causas conocidas, hay algunos que se pueden identificar e, incluso, algunos pueden ser hereditarios.
También, de acuerdo con NINDS, este puede ser un síntoma que está asociado también a enfermedades neurológicas entre las que se encuentran la esclerosis múltiple, secuelas de accidentes cerebrovasculares o traumas cerebrales. Las más conocidas son las relacionadas con enfermedades degenerativas del cerebro como el mal de Párkinson.
Desde el plano académico se han identificado algunos tipos de temblor que incluyen hasta 20 diferentes manifestaciones. Entre los más comunes se encuentra el esencial, que es aquel que no tiene causa exacta y que puede acompañar a las personas por muchos años; suele también afectar a ambos lados del cuerpo, aunque es más notorio en el lado dominante.
“Es un temblor lento, tanto en las manos como en los brazos, que puede estar presente en actividad o en reposo, sin que existan posturas anormales y tampoco alteraciones de la velocidad de los movimientos. Se cree que la mitad de las personas que lo padecen, tienen un factor hereditario que condiciona su aparición”, dice Castro.
Temblor fisiológico
Según el NINDS, este está presente en todas las personas sanas y rara vez es visible, por lo general compromete a ambas manos y a los dedos y no es una enfermedad. Sin embargo, en algunas personas puede aumentarse por condiciones como la reacción a ciertos medicamentos, la abstinencia del alcohol o incluso algunos problemas de la glándula de la tiroides o del azúcar, condición que se elimina cuando se trata.
Temblor del Párkinson
Es un síntoma común de esta enfermedad, bajo la salvedad, dice Castro, que no todas las personas con ese mal tiemblan. “Por lo general, se presenta como una agitación en una o ambas manos o en los dedos cuando se está en reposo. También puede afectar el mentón, los labios, la cara y las piernas. Puede aparecer en un solo lado del cuerpo y progresar hasta extenderse a ambos lados”, afirmó el especialista.
Además, Castro recalca que el síntoma en estos pacientes puede ser aumentado por los pacientes por el estrés y por las emociones fuertes.
El médico especialista dice que también pueden existir temblores psicogénicos, ortostáticos, cerebelosos o distónicos con características específicas, por lo que siempre hay que identificar la causa y el tipo para iniciar consecuentemente un tratamiento.
En síntesis, dice Castro, el temblor es un síntoma que requiere estudiarse de manera profunda, por lo que en el caso de la canciller Merkel, lo único que se puede decir es que ha presentado episodios que no la incapacitan ni le limitan su desempeño pero que requieren de un diagnóstico concreto para abordarlo de manera clínica.
REDACCIÓN EL TIEMPO