La Superintendencia de Salud estrenó los dientes que le dio la Ley 1949 de 2019 y sancionó a Medimás EPS con $ 5.800 millones, la multa más alta de la historia que ha impuesto esa entidad.
El duro castigo responde a dos investigaciones en los que, a juicio de la Superintendencia, Medimás vulneró repetidamente los derechos de pacientes de alto riesgo negándoles medicamentos y, por si fuera poco, obstaculizó las actuaciones del ente de control.
EL TIEMPO conoció las resoluciones que detallan las graves negligencias de la EPS que afectaron a personas con trasplantes y con cáncer.
En la resolución 7590 del 2 de agosto (de primera instancia) el ente de control establece una sanción de $ 4.968 millones (6.000 salarios mínimos mensuales) por no suministrarles los medicamentos que hacen parte del tratamiento a pacientes con trasplantes y, asimismo, ignorar las órdenes para atender estos casos.
Este caso en particular comenzó a finales del año pasado, cuando un grupo de 1.343 pacientes trasplantados interpuso una queja ante la Supersalud porque la EPS no les estaba entregando los medicamentos inmunodepresores, con lo que se les violó el acceso efectivo a los servicios de salud.
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Las fallas en la entrega de medicinas, valga decir, son críticas para los pacientes de Medimás, al punto que son el motivo de queja más frecuente ante la Superintendencia de Salud. Desde enero del 2018 a la fecha, más de 25.000 recursos se han presentado ante la entidad por esta causa.
En el caso de los pacientes trasplantados, la resolución 7590 detalla que tuvieron problemas al recibir estos insumos necesarios para vivir desde noviembre y diciembre hasta marzo. A unos no les fueron entregados los medicamentos de manera completa y para otros no estaban disponibles en las farmacias.
Conocida la situación, la dirección de atención al usuario de la Supersalud le pidió a la EPS que informara qué había hecho para garantizar la entrega de esos medicamentos y la supervivencia de los pacientes. Medimás respondió, “pero de manera insuficiente” y por eso el ente solicitó información concreta de las 2.643 fórmulas embolatadas hasta ese momento.
Las respuestas que vinieron en este caso tuvieron repetidas inconsistencias. Y según constató la Superintendencia telefónicamente con los usuarios, para enero aún se encontraban pendientes por entregar 808 medicamentos correspondientes a 425 usuarios por parte del operador Century Farma.
A eso se sumaron nuevos pedidos de reprogramación de citas y unos documentos que presentó Medimás según los cuales ya se había solucionado el problema, pero de nuevo la inspección rigurosa de la Supersalud confirmó que en marzo, cuatro meses después de la queja inicial, aun 70 pacientes trasplantados no recibían sus inmunosupresores.
Que Medimás deba ser objeto de requerimientos por parte de la Superintendencia de Salud, para que cumpla sus funciones no puede ser aceptado, tolerado, ni permitido
La segunda sanción que acaba de recibir Medimás es una multa de $ 828 millones de pesos (1.000 salarios mínimos), ocasionada por no responder las solicitudes hechas por la misma Supersalud sobre las demoras en la entrega de insumos y servicios a pacientes de alto costo.
Esta se fundamenta en la resolución 7599 del 5 de agosto de 2019 (de primera instancia), que relata el viacrucis que padecieron afiliados con cáncer residentes en el departamento de Cundinamarca, que a la larga puso en riesgo sus vidas.
El 14 de febrero pasado, una asociación de usuarios de Medimás le contó a la Superintendencia los problemas de barreras de acceso que estaban viviendo, sobre todo por la falta de oportunidad en la entrega de medicamentos, citas médicas con especialistas, escasa red de prestadores a nivel de farmacias y transporte para los municipios de La Mesa y Fusagasugá, “además de la atención displicente y poco amable de funcionarios y la generación de cargas administrativas que no le corresponden a los usuarios”, describe la resolución.
Y como en el caso anterior, las acciones de la Superintendencia comenzaron por pedirle a Medimás información específica, como las rutas de atención para oncología, los prestadores contratados para este servicio, la red para entrega de medicamentos y si había tenido quejas por fallas en el servicio o por insuficiente personal.
Y como en el caso anterior, insiste la Superintendencia, Medimás respondió el 1 de marzo de 2019 de forma incompleta y luego, ante nuevas solicitudes de datos, no hizo llegar la documentación requerida por los canales formales.
Por estos hechos, se concluyó en la resolución 7599 que Medimás incurrió en conductas sancionables “al no ser clara en determinar las redes de prestadores, la vigencia de sus contratos; ni reportó con calidad, cobertura y oportunidad, pertinencia, fluidez y transparencia la información solicitada, por lo que obstruyó las funciones de inspección y vigilancia”.
UNIDAD DE SALUD EL TIEMPO
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