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Salud

‘No podemos seguir haciendo oídos sordos a la pérdida de audición’

Algunas enfermedades del oído interno pueden producir vértigo.

Algunas enfermedades del oído interno pueden producir vértigo.

Foto:iStock

Aunque en Colombia hay avances en diagnósticos y tratamientos, aún queda trabajo por hacer. 

unidad de salud
La ‘discapacidad invisible’ es uno de los nombres con los que se ha bautizado la pérdida de audición, no solo por la falta de manifestaciones visibles, sino también porque, a pesar de afectar a millones de personas de todas las edades sin distingos, se ha pasado por alto a los ojos de la salud pública en el mundo.
De hecho, se sabe que la pérdida de audición no tratada es la tercera causa de años vividos con discapacidad en el planeta, un dato que cobra relevancia si se tiene en cuenta que, en términos económicos, cada año se pierden casi 1 billón (un millón de millones) de dólares por la pérdida auditiva no atendida.
Miguel Parra Pinto, director científico del Centro Audiológico y Quirúrgico del Country, en Bogotá, recalca que las causas de los problemas de audición son muy variadas y dependen de la edad de quien lo padece. Así, en el caso de los recién nacidos puede deberse a una enfermedad genética, alguna complicación durante el embarazo, una alteración causada por un virus, entre otras. En los adultos, la causa más frecuente es la presbiacusia (pérdida de la audición relacionada con la edad), pero también obedece a otros factores como medicamentos ototóxicos, exposición a ruidos fuertes, uso de dispositivos electrónicos a volúmenes inadecuados, por mencionar algunas.
Las cifras son contundentes: la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para 2050, casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida auditiva, de las cuales al menos 700 millones necesitarán servicios de rehabilitación.
Así lo reveló en un informe publicado en 2021 que, en plena pandemia por covid-19, llama la atención sobre la importancia de que los sistemas sanitarios no descuiden otras patologías como esta, sin dejar de lado que los confinamientos derivados de la emergencia mundial evidenciaron la relevancia de la audición para los procesos comunicativos, pues nos hicieron depender como nunca antes de ella.
Al respecto, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, dijo que “mientras respondemos a la pandemia y nos recuperamos de ella, debemos aprender lo que nos está enseñando: entre otras cosas, que no podemos seguir haciendo oídos sordos a la pérdida de la audición”.
Por lo general, la capacidad auditiva se mide por medio de una audiometría de tonos puros y se clasifica en función de los umbrales auditivos audiométricos. Toda disminución de la capacidad auditiva se denomina pérdida de la audición o deficiencia auditiva y puede variar desde leve hasta completa.
De esta forma, la OMS estima que en todo el mundo, más de 1.500 millones de personas sufren algún grado de pérdida de la audición. De ellas, se calcula que 430 millones tienen una pérdida de la audición moderada o severa en el oído que oye mejor. No obstante, la prevalencia varía entre las distintas regiones, pero lo que queda claro es que la gran mayoría de las personas afectadas viven en países de ingresos bajos y medianos.

Paronama de la salud auditiva en Colombia 

En Colombia, se estima que al menos 7 millones de personas padecen algún tipo de daño auditivo, pero los expertos creen que tanto en el país como en el mundo incluso estas cifras podrían ser mayores.
Luis Jorge Mejía, médico otorrinolaringólogo y jefe del departamento de otorrinolaringología del Hospital Universitario La Samaritana en Bogotá, manifiesta que puede “haber un subdiagnóstico o un subregistro de las pérdidas auditivas y es frecuente ver en Colombia que las pérdidas auditivas solo son tenidas en cuenta cuando sobrepasan los 40 decibeles de pérdida y la razón es porque hasta ese momento se hace muy manifiesta la dificultad en la capacidad de comunicación si es un paciente adulto o en la edad escolar cuando se evidencia que hay una dificultad en el aprendizaje”, siendo enfático al decir que “normalmente las pérdidas auditivas leves no son diagnosticadas en la mayoría de los casos a tiempo, dificultando ejercer acciones de prevención para ello”.
El ruido afecta principalmente las células sensoriales del oído interno, es decir la cóclea o caracol.

El ruido afecta principalmente las células sensoriales del oído interno, es decir la cóclea o caracol.

Foto:Archivo / EL TIEMPO

El experto agrega que, además del informe mundial dado a conocer por la OMS, otros estudios clínicos han constatado que la población en general puede tener algún grado de discapacidad auditiva, por lo que hay mucho que hacer en términos de prevención y rehabilitación auditiva, pero sobre todo de concientización de la comunidad en general, así como el primer nivel de atención médico que permita que muchos de estos pacientes puedan acceder al especialista de otorrinolaringología y audiología en el menor tiempo posible.
Sobre el diagnóstico temprano, la OMS recalca que en el caso de los recién nacidos debe realizarse un tamizaje auditivo neonatal; en los niños y adultos se deben realizar exámenes de audición. Además, los adultos mayores, que son el grupo etario con mayor afectación en este sentido en el mundo, deben practicarse exámenes auditivos periódicos.

Está comprobado por la misma OMS que escuchar una canción de rock pesado de más de 4 minutos a alto volumen genera daño auditivo

En tal sentido, especialistas en Colombia coinciden en que el país ha avanzado significativamente en términos de salud auditiva. “También es mucho lo que podemos hacer desde el punto de vista de prevención enfocada en la relación médico-paciente en el primer día de la atención, detectando factores de riesgo relacionados con las pérdidas auditivas, especialmente aquellos que tienen alta exposición a ruido, con enfermedades infecciosas, pero creo que se le podría prestar una mayor atención que resultaría en un beneficio de la comunidad y en menores cargas económicas para el sistema de salud (...). Creo que a nivel de salud ocupacional se ha logrado mucho en los ámbitos laborales, pero creería que en los demás no se hace la adecuada prevención”, asegura el otorrinolaringólogo Mejía, quien a su vez menciona que como “las pérdidas auditivas generalmente son progresivas, lentas, entonces al principio no nos damos cuenta de ellas, por eso es que muchas veces se diagnostican de forma tardía. En mi opinión, y como sucede con algunos países, el examen audiológico debería ser uno de los exámenes rutinarios”.
El funcionamiento de estos dispositivos depende de la frecuencia de transmisión de datos.

El funcionamiento de estos dispositivos depende de la frecuencia de transmisión de datos.

Foto:iStock

Sin duda, la población está cada vez más expuesta al ruido ambiental debido a las fuentes emisión como tráfico rodado, aéreo, actividades comerciales, espacio público; así mismo, los efectos sobre la salud que esto genera –no solo por la pérdida de audición sino otras afecciones relacionadas como trastornos de sueño– se consideran un problema cada vez más importante.
En Bogotá, por ejemplo, de acuerdo con información de la Secretaría Distrital de Salud, la proporción de alteración en salud por exposición a ruido en la población adulta (18 a 64 años) en la capital creció entre 2020 y 2021: mientras en 2020 la cifra era de 18,3, en 2021 ya era de 23,9.

Volumen alto y uso prolongado de dispositivos, entre las causas de la pérdida de audición 

El mismo informe de la OMS deja en evidencia que 1.100 millones de adolescentes y jóvenes corren el riesgo de sufrir una pérdida de la audición permanente por oír música a gran volumen durante períodos prolongados.

La pandemia de covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la audición: los cambios en las formas de comunicarnos nos hicieron depender como nunca antes de ella

De acuerdo con especialistas, esta práctica es cada día más frecuente: oír música a volúmenes muy altos que usualmente exceden los 80-85 decibeles y cuando esta exposición a tal ruido se hace de forma frecuente, se producen lesiones dentro del oído interno en una estructura llamada el órgano de Corti, el cual contiene unas células ciliadas, las cuales se empiezan a deteriorar y causan pérdida progresiva de la audición. Lo anterior es lo que se conoce como trauma acústico y déficit auditivo inducido por ruido.
Por su parte, Lina Torrado, fonoaudióloga especialista en audiología, asegura que como es un daño del oído interno, este es irreversible. Al contrario, con el tiempo y por la exposición a ruido o la edad, puede empeorar y dificultar la comunicación.
Según lo explica la experta, para disminuir el riesgo de pérdida auditiva por el uso de audífonos no se deben usar a diario, y si este fuera el caso, su uso no debe exceder los 20 minutos al día. “Está comprobado por la misma OMS que escuchar una canción de rock pesado de más de 4 minutos a alto volumen genera daño auditivo”, concluye la fonoaudióloga Torrado, quien agrega que ya se ven repercusiones en la audición de jóvenes que llegan a la consulta diaria y en los exámenes audiológicos. “Se ha vuelto común encontrar descensos en frecuencias agudas, que son las que primero se pierden al exponerse a ruidos fuertes o al uso continuo de estos dispositivos”, señala.
En esencia, una de las recomendaciones de la fonoaudióloga experta es usar los auriculares a un volumen moderado en un ambiente controlado, no en la calle o en ambientes que sobrepasen el ruido ambiental debido a que no es posible autorregular un volumen bajo y se tiende a subir, generando aún más daño al oído, ya que se excede el nivel de ruido que el oído humano tolera.
El médico otorrinolaringólogo y director científico del centro audiológico y quirúrgico del Country Miguel Parra Pinto concluye que “los jóvenes que se exponen a altos niveles de ruido, cuando llegan a edad adulta, van a tener un problema de audición muy seguramente por un trauma acústico, que muchas veces no lo detecta el mismo paciente, sino los familiares”.
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