En Colombia, más de la mitad de la población presenta sobrepeso u obesidad, según la última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (Ensin), de 2015. Esta condición, según expertos, se ha venido incrementando en forma más significativa desde entonces, sobre todo en el último año debido a las medidas de aislamiento que se requirieron para controlar la epidemia de covid-19.
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En medio de este aumento del sobrepeso y la obesidad, muchas personas consideran la cirugía bariátrica una respuesta rápida, pero lo cierto es que tipo de procedimientos tienen sus limitaciones y consideraciones.
Para empezar, Rami Mikler, cirujano especializado en cirugía para la obesidad, recuerda que esta condición es considerada una enfermedad crónica, de difícil manejo, que se caracteriza por el cúmulo excesivo de tejido graso distribuido en todo el organismo.
Como consecuencia de esto, hay riesgo de desarrollar diferentes tipos de complicaciones de orden metabólico, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, hígado graso, apnea del sueño, al igual que alteraciones de orden mecánico como dolores articulares de miembros inferiores y de columna, como también complicaciones psicológicas, laborales y sociales.
En total son más de 100 enfermedades diferentes las que se asocian a la obesidad, entre las cuales se incluyen diferentes tipos de cáncer. Y en el contexto de la pandemia, igualmente se ha visto que los pacientes obesos tienen mayor tendencia a complicarse cuando sufren de covid-19.
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Según Eduardo Silva, presidente de la Asociación Colombiana de Obesidad y Cirugía Bariátrica (Acocib), el mejor tratamiento para la obesidad es la prevención. Esto significa que tener una alimentación adecuada junto con una actividad física moderada durante la infancia y juventud es la mejor manera de prevenir este flagelo.
Si la persona ya está en sobrepeso u obesidad, debe iniciar un tratamiento dirigido por un grupo experto en estas enfermedades, con manejo nutricional, actividad física, y posiblemente después pueda requerir algún apoyo farmacológico. “También se cuenta con dispositivos médicos de alta eficiencia como los balones intragástricos”, afirma.
Pero, ciertamente, para los pacientes con obesidad (IMC mayor de 30) y que hayan fracasado en los manejos anteriormente mencionados, probablemente su mejor opción terapéutica sea una cirugía bariátrica.
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Esta cirugía es un tratamiento quirúrgico altamente eficaz para la obesidad. Y, aunque perder peso en forma significativa mejora mucho la apariencia del paciente, no es una cirugía estética y va mucho más allá, aclara Rami Mikler.
No hay una sola técnica, y esta dependerá del grado de sobrepeso y enfermedades asociadas del paciente, agrega el especialista.
“Después de varias décadas de desarrollo de esta cirugía, hoy contamos principalmente con técnicas como manga gástrica, baipás gástrico y minibaipás. Estas tres técnicas son las que más se realizan”, afirma.
Si bien todos los pacientes con obesidad tienen indicación para cirugía, se priorizan los que adicionalmente presenten alguna enfermedad asociada como la diabetes, hipertensión, apnea del sueño o problemas ortopédicos que tienen un impacto mayor en la salud.
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Como todos los procedimientos quirúrgicos, estas cirugías tienen riesgo de complicaciones, “pero no operarse también, como la progresión de las enfermedades asociadas”, indica Mikler.
El cirujano puntualiza que en manos expertas, esta cirugía es muy segura y con una tasa de éxito por encima del 90 por ciento en cuanto a la pérdida de peso y la corrección de las enfermedades asociadas.
El especialista enfatiza que la pandemia no es obstáculo para que los pacientes se sometan a estos procedimientos, pues la obesidad es un factor de riesgo mayor para complicaciones derivadas del covid-19 y la misma emergencia ha ocasionado que muchos pacientes hayan subido de peso y desarrollado “la tormenta perfecta”.
“Es por esto que tomando todas las medidas de bioseguridad, la cirugía bariátrica se debe y se puede realizar en este periodo de pandemia, ya que el hecho de perder peso disminuye el riesgo de complicaciones graves de la infección por covid-19”, sostiene.
Para concluir, Silva recalca que la obesidad es una enfermedad de difícil manejo, que para una adecuada solución se requiere compromiso del paciente, de la familia y de un grupo altamente especializado en el manejo de esta condición.
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“Lo ideal es la prevención, pero cuando se adquiere un grado importante de obesidad, la cirugía bariátrica es la mejor opción, lo que requiere que sea realizada dentro de un grupo multidisciplinario de manejo y con un grupo experto de cirujanos para obtener el resultado esperado, que es perder peso y ganar calidad de vida”, remata el especialista.
Para saber si una persona es obesa, se utiliza una fórmula matemática básica denominada índice de masa corporal (IMC), que es la relación del peso con la talla, lo cual quiere decir que, para una estatura determinada, se debe estar en más o menos cierto peso.
Cuando este IMC está por debajo de 25, se considera que el paciente tiene un peso saludable; cuando está entre 25 y 30, se encuentra en sobrepeso, y por encima de 30, el paciente está en obesidad.
La fórmula matemática es peso (en kilogramos) dividido entre la estatura (en metros) multiplicado por estatura (en metros). Ejemplo: IMC: 85 k / 1,65 m × 1,65 m = 31. En este ejemplo, el paciente tiene un IMC de 31, lo que quiere decir que es obeso.
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