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Salud

Los mitos del estilo de vida 'detox'

El estilo de vida 'detox' busca eliminar las toxinas del organismo.

El estilo de vida 'detox' busca eliminar las toxinas del organismo.

Foto:Archivo particular

Algunos hábitos alimenticios extremos para desintoxicar el cuerpo pueden ser perjudiciales.

Diego Narváez
En un primer plano cerrado, como un ‘youtuber’ más, el chef chileno Nico Decarli da sus razones para recomendar un ayuno de agua de siete días. Lo ven casi 100.000 personas.
Dice a sus seguidores que, probablemente, muchas personas cuestionarán el proceso porque podría causar algún mal por la ausencia de elementos como las proteínas o el calcio, pero recalca: “Independiente de si están en lo correcto o no, si te ves bien, con energía y saludable, puede que alguien más considere esta opción”, dice Decarli, quien a sus 26 años es toda una celebridad local en la red social.
Con su canal Simpleyvivo, empezó hace casi tres años a difundir datos, recetas y beneficios que atribuye a la alimentación crudivegana –sin productos animales, 80 por ciento cruda y centrada en el consumo de frutas, verduras y granos orgánicos– y al estilo de vida ‘detox’, que busca eliminar las toxinas del organismo.
Sin embargo, es cada vez más común ver hombres y mujeres que, buscando una alimentación que los haga sentir mejor, caen en fanatismos contraproducentes.

Los polémicos ayunos

Uno de los tipos de desintoxicación más fuertes de la cultura ‘detox’ son los ayunos. Incluyen prácticas tan antiguas como la llamada dieta de la luna –solo líquidos durante las 24 horas que dura la fase de luna llena o nueva– o tan extremas como el ayuno seco, donde no se come ni se toma nada y hasta se evita el contacto con el agua.
La idea, dicen los defensores de estas ‘limpiezas’, es que el cuerpo elimine por sí solo todo lo tóxico. Después de uno de estos ayunos, que pueden durar un día, tres, siete o más, se recomienda seguir cuidando la alimentación porque, insisten, el ‘detox’ se debe sostener en el tiempo para lograr sus objetivos.
Un caso de mal manejo lo vivió Carolina Ávila, periodista, de 23 años, quien tenía 21 cuando hizo su primera dieta desintoxicante. Recurrió a una dieta de ayuno de 10 días que consiste en tomar un batido natural y agua sin gas. Quería superar su malestar general, combatir el estrés y bajar de peso, y la primera vez le fue muy bien. “Mi sistema digestivo mejoró, mis dolores de cabeza bajaron y hasta dejé de fumar”, cuenta. No obstante, en su segundo intento, dos años después, Carolina vio la otra cara de la moneda. “Me sentía débil, no me concentraba y a veces no tenía ni tiempo para tomar agua. Un día me desvanecí”, recuerda.
Para los médicos, los ayunos no son necesariamente malos ni buenos; todo depende del tipo, del momento en que se hagan y del estado de salud de la persona.
La nutricionista María José Escaffi es muy crítica al respecto. “El ayuno es una medida muy agresiva para nuestro metabolismo. Se recomienda solo en pacientes que van a ser sometidos a cirugías o ciertos exámenes, y en pacientes con imposibilidad de utilizar el tracto gastrointestinal para alimentarse. Lo que es claro es que, como medida para bajar de peso, no es recomendable”, advierte.
Una mirada distinta tiene el instructor nutricional Rodolfo Neira. “Los ayunos son técnicas ancestrales, milenarias, que le dan un respiro al cuerpo”, señala y recomienda adoptarlos una o dos veces al año.

Escuchar al cuerpo

La modelo Tina Walsen (de 22 años), quien hace dos años descubrió la cultura ‘detox’, asegura haber aprendido a interpretar su cuerpo desde que se inclinó por el crudiveganismo. “Hay que ‘escuchar’ los antojos, porque el cuerpo te está pidiendo cierta vitamina, cierto mineral. Solo cuando uno se está alimentando mal, el cuerpo no sabe muy bien qué pedirte y tú le das cualquier cosa. Y ese es un problema”, afirma.
Tina toma bastante información del sitio web de David Wolfe, uno de los entrenadores nutricionales que en los últimos cinco años han tomado las redes para impulsar un sistema de vida ‘detox’. Entre ellos está también la neoyorquina Amie Valpone, quien difunde sus métodos a través de Thehealthyapple.com y su libro ‘Eating clean’, uno de los más vendidos de su categoría en Amazon.
Valpone entiende el ‘detox’ como un estilo cotidiano. “Tenía cerca de 12 problemas de salud que estaban afectando mi vida diaria. Hoy siento que el cambio fue total”, reflexiona.
Pero, de otro lado, también hay personas, como la modelo Tina, que no piden consejo médico sino que se guían por sus propias averiguaciones. Y es que la información que circula en internet también puede llegar a ser poco confiable. Por eso, muchos acuden a la medicina nutricional. “Estoy de acuerdo con la búsqueda de información de recetas ricas y variadas, basadas en alimentos saludables y naturales, y rescato que se aumente el consumo de agua, frutas y verduras”, explica Escaffi, pero deja en claro que le preocupa que, en el afán de mejorar la salud, se aparten nutrientes vitales.
La mayoría de quienes promueven una alimentación ‘detox’ recurre a jugos y batidos de frutas y/o verduras cuyo consumo se recomienda dentro de una dieta saludable, no como reemplazos de comidas.
Se trata de un mix de nutrientes que, por estar en formato líquido, llegaría más rápido a la sangre y ayudaría al hígado en su tarea. Sin embargo, Escaffi sostiene que no existe respaldo científico para concluir que así se eliminan toxinas, pero Neira argumenta que tampoco hay estudios que nieguen sus supuestos beneficios. Eso sí, advierte que hay que ser cuidadosos.
“En mi dieta tengo que tener verduras, frutas, legumbres, cereales, granos enteros, semillas, algas, hongos. Pero si estoy a punta de lechuga, zanahoria y tomate, por supuesto que me voy a desnutrir”, concluye.

La obsesión por el peso

No pocas personas se suman a la cultura ‘detox’ como un camino para perder peso, el gran mito que rodea a este estilo de vida. Ya sea por los ayunos, por las limpiezas a base de zumo o por el fin del consumo de productos animales, se tiende a creer que adoptarlo es una ayuda para adelgazar, pero la entrenadora nutricional Amie Valpone desmiente esto.
“Claro que si dejas de comer productos animales, dejarás de inyectarte los antibióticos y las hormonas que les inyectan a ellos, pero eso solo te ayuda a perder líquido y desinflamar. Mantener un peso saludable es otra cosa”, anota la experta. La nutricionista María José Escaffi advierte, por su parte, que muchas veces los batidos frutales que se preparan tienen más calorías que las comidas que vienen a reemplazar.
Otra preocupación entre los especialistas es que los hábitos desintoxicantes escondan trastornos alimentarios, especialmente en el caso de personalidades obsesivas o con factores de riesgo asociados con episodios de anorexia y bulimia.
“Hay que estar atentos. Para llevar a cabo dietas tan restrictivas y monótonas se requiere de gran autocontrol y fuerza de voluntad, lo que a veces puede llevar al extremo en personalidades susceptibles”, recalca Escaffi.
CLAUDIA GUZMÁN Y BERNARDITA PÉREZ
EL MERCURIO (Chile) - GDA
Diego Narváez
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