Este domingo, en una declaración pública conjunta, 140 asociaciones de la comunidad científica, académica, gremial y otras organizaciones del sector salud advirtieron al Gobierno que los criterios bajo los que se delineó la reapertura de los sectores de cultura y entretenimiento no solo es inconveniente y carente de evidencia científica sino que expone al país a un incremento de muertes en el peor momento de la pandemia.
De hecho, manifiestan que la mortalidad por covid-19 alcanzaría las 800 víctimas cada jornada en las próximas semanas si el ritmo de contagios se mantiene cercano a los 30.000 diarios.
Y en concreto, pidieron que se derogue la resolución 777, que estableció el nuevo marco de las medidas de bioseguridad en el país y fijó la metodología para la reapertura de los sectores sociales, culturales, deportivos y del entretenimiento.
En dicha resolución se crea el Índice de Resiliencia Epidemiológica Municipal (IREM), que se basa en el avance en la vacunación, la seroprevalencia, la ocupación de las UCI y el testeo para determinar el grado de apertura que puede tener cada municipio. El IREM plantea tres ciclos: uno en el que los municipios, según su clasificación, pueden abrir estas actividades con aforo del 25 por ciento, otro con el 50 por ciento y otro con el 75 por ciento.
(Lea aquí todos los reparos hechos por las asociaciones médicas)
Ante estos y otros cuestionamientos, Julián Fernández Niño, director de Epidemiología del Ministerio de Salud, afirmó que el propósito del índice es medir de manera sintética los principales factores que determinan la transmisión del virus.
“No se trata de un indicador de desempeño global de la pandemia ni su propósito es de investigación o de evaluación de afectación social. Pretende reconocer el punto de partida para la apertura en determinantes básicos de la transmisión: inmunidad natural, vacunación, capacidad instalada del sistema de salud y testeo”, sostiene.
Fernández indica que si bien factores como el desempleo son impactos de la pandemia relevantes y según las asociaciones médicas no fueron tenidas en cuenta, el objetivo del índice no es medir la afectación social ni incluirlos, sino cuantificar cuatro determinantes básicos de nuevos brotes.
Justamente sobre la supuesta falta de evidencia de esas variables, asegura que la vacunación, la capacidad instalada y el testeo han sido cada uno comparados en la literatura científica como determinantes de la transmisión de forma consistente. “Existen otros determinantes sin duda, pero el objetivo es considerar los principales y medibles”, dice.
(Consulte: Casos reportados de covid-19 crecieron 24 por ciento la semana pasada)
En todo caso, Fernández plantea que ante una situación inédita no existen muchos antecedentes en este sentido, pero muchos países sí determinaron aperturas con base en vacunación, el concepto de resiliencia se ha usado en manejo de emergencias para el sistema de salud y, por otra parte, en lo descrito sí se asume que hay diversas variantes del Sars-CoV-2 circulando en el país, en contravía de lo que exponen los expertos.
Como conclusión, Fernández aseguró que lo contenido en la resolución 777 será sometido a revisión de pares, aunque no menciona, por lo pronto, algo sobre la propuesta de las asociaciones de derogar la norma y hacer partícipes de esta construcción a los sectores especializados y de la academia.
UNIDAD DE SALUD
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