“Cuando una persona no se lava las manos, bien puede transmitir bacterias, virus y parásitos, ya sea por contacto directo (tocando a otra persona) o indirecto (tocando superficies y objetos).
Estos microorganismos pueden producir enfermedades como diarrea o infecciones respiratorias. Pero todo puede evitarse a través de algo tan simple y económico como lavarse las manos”, señala Luciano Guido Vizcay, médico pediatra del Hospital Alemán (Buenos Aires).
A propósito del Día Mundial del Lavado de Manos, que se conmemoró recientemente, vale la pena tener en cuenta los siguientes consejos, para hacerlo correctamente:
Jabón y poca agua. El lavado de manos apropiado requiere jabón y solo una pequeña cantidad de agua. Lavarse solamente con agua no es suficiente.
Cómo enjabonar. Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, las muñecas, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos 20 segundos.
Cuándo. Lave sus manos en las siguientes circunstancias: antes y después de manipular alimentos o amamantar; antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios; luego de manipular carnes crudas u otros alimentos, estén cocidos o no; después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé.
También, después de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves y pasamanos, entre otros, y al llegar de la calle, el trabajo o la escuela a la casa.
No olvide hacerlo antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas y, por supuesto, después de haber estado en contacto con animales.