Un primer estudio mundial encontró una inequidad masiva en el acceso y a la calidad del cuidado de la salud entre los países, y dentro de los propios países, y concluye que las personas están muriendo por causas con tratamientos reconocidos.
“Lo que hemos descubierto acerca del acceso a y la calidad del cuidado de la salud es inquietante”, comentó el doctor Christopher Murray, autor principal del estudio y Director del Instituto de Evaluación y Medición de la Salud (IHME, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Washington.
El estudio le da un puntaje ponderado a cada país y examina cómo enfrenta un total de 32 causas evitables de muerte, entre ellas la tuberculosis, infecciones respiratorias, difteria, tosferina, tétanos, sarampión, ocho tipos de cánceres, enfermedades cerebrovasculares, cardiopatías, diabetes mellitus, insuficiencias renales, anomalías congénitas y efectos adversos del tratamiento médico.
La nación más destacada fue Andorra con una puntuación total de 95; su puntaje de tratamiento más bajo fue para el linfoma de Hodgkin con 70. La nación de menor rango fue la República Centroafricana con 29; su puntaje más alto de tratamiento fue para la difteria con 65.
Puerto Rico, con 77 puntos sobre 100, Chile (76 puntos) y Cuba (74 puntos) son los países latinoamericanos mejor situados en el ránking. Le siguen Costa Rica con 73, Uruguay con 72, Colombia y Argentina, que obtienen ambos 68, y México 63. Entre los que obtienen una puntuación más baja en la región se encuentran Haití (38 puntos), Honduras (54) y Guatemala (56).
En el caso colombiano, se obtuvieron buenos resultados en difteria, sarampión (100), infecciones respiratorias superiores, tetanos (96), tosferina (93), cardiopatía reumática (91) y cáncer uterino (89). Sin embargo, se mostraron pocos avances en leucemia (33), anomalías congénitas del corazón (42), enfermedad renal crónica (46), enfermedades biliares y de la vesícula biliar (48) y trastornos neonatales (51).
“El tener una economía sólida no garantiza un buen cuidado de la salud. Y tampoco los hace, el tener una gran tecnología médica. Nosotros lo sabemos porque las personas no están recibiendo la atención que debería esperarse para las enfermedades con tratamientos establecidos”, cuestionó Murray.
Por ejemplo, en una escala de 1 a 100 para el acceso a y la calidad del cuidado de la salud, Noruega y Australia obtuvieron cada uno un puntaje global de 90, entre los más altos del mundo. No obstante, Noruega obtuvo 65 puntos en su tratamiento para el cáncer testicular, y Australia obtuvo 52 puntos por tratar el cáncer de piel no melanoma.
“En la mayoría de los casos, ambos tipos de cáncer pueden ser tratados de manera eficaz”, comentó Murray. “¿No debería ocasionar una gran preocupación que las personas se estén muriendo por estas causas en los países que cuentan con los recursos para hacerles frente?”, agregó.
El profesor Martin McKee, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, quien participó en el estudio, comentó: “El utilizar las muertes que pudieron ser evitadas como un parámetro de la calidad del sistema de salud no es nuevo, lo que hace que este estudio sea tan importante es su enfoque, haciendo uso de los vastos recursos de datos reunidos por el equipo de la Carga Global de Enfermedad para ir más allá del trabajo anterior en los países ricos, con el fin de cubrir el mundo entero en gran detalle, así como el desarrollo de los medios para evaluar lo que un país sería capaz de lograr, reconociendo que no todos tienen el mismo nivel de desarrollo. A medida que los gobiernos del mundo avanzan en la implementación de la meta de cobertura de salud universal, a la que se comprometieron en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, estos datos proporcionarán un punto de partida necesario desde el que puedan dar seguimiento al progreso”.
Los Estados Unidos tuvieron un puntaje global de 81, vinculados con Estonia y Montenegro. Como con otras muchas naciones, los EE. UU. obtuvieron 100 puntos en el tratamiento de enfermedades comunes prevenibles mediante la vacunación, tales como la difteria, el tétanos y el sarampión. Sin embargo, ese país norteamericano cuenta con nueve categorías de tratamientos en las que obtuvieron un puntaje entre los 60 y 69 puntos: infecciones respiratorias inferiores (60), trastornos neonatales (69), cáncer de piel no melanoma (68), linfoma de Hodgkin (67), cardiopatía isquémica (62), cardiopatía hipertensiva (64), diabetes (67), insuficiencia renal crónica (62), así como los efectos adversos del propio tratamiento médico (68).
“La calificación de los Estados Unidos es una vergüenza, especialmente considerando que en ese país se gastan más de 9.000 dólares anuales por persona, para el cuidado de la salud, más que ningún otro país”, indicó Murray. "Cualquier persona que participe en el actual debate del cuidado de la salud, incluyendo los funcionarios electos en los niveles federal, estatal y local, debería analizar brevemente dónde están fallando los EE. UU.”.

Las naciones en gran parte del África subsahariana, en el sur de Asia, así como en muchos países de Latino América y el Caribe, experimentaron las puntuaciones más bajas.
EFE
El estudio se publicó este jueves en la revista médica internacional ‘The Lancet’, y representa el primer esfuerzo para evaluar el acceso a y la calidad de los servicios en 195 países desde 1990 al 2015. Los investigadores utilizaron un Índice de Acceso y Calidad en el Cuidado de la Salud (HAQ, por sus siglas en inglés), basado en las tasas de mortalidad por 32 causas que podrían evitarse mediante una atención médica oportuna y eficaz, conocida como "mortalidad responsable".
Las puntuaciones se basaron en las estimaciones a partir del estudio anual de la Carga Global de Enfermedades, Lesiones y Factores de riesgo (GBD, por sus siglas en inglés), un esfuerzo sistemático y científico para cuantificar la magnitud de la pérdida de salud a partir de las principales enfermedades, lesiones y factores de riesgo por edad, sexo y población. Con más de 2,300 colaboradores en 132 países y 3 ubicaciones no soberanas, la GBD examina más de 300 enfermedades y lesiones.
Adicionalmente, los datos fueron extraídos de la actualización más reciente de la GBD y evaluados utilizando un Índice Sociodemográfico (SDI, por sus siglas en inglés) que se basa en las tasas de educación, fertilidad, e ingresos. El SDI va más allá del “desarrollo” histórico en contra de las naciones “desarrolladas”. Las evaluaciones previas de la calidad de y el acceso a la salud estuvieron limitadas de primera instancia para los países con altos ingresos, particularmente en Europa Oriental.
Las naciones en gran parte del África subsahariana, en el sur de Asia, así como en muchos países de Latino América y el Caribe, experimentaron las puntuaciones más bajas. No obstante, muchos países de estas regiones, entre ellos China (puntuación: 74) y Etiopía (puntuación: 44), han registrado considerables progresos desde 1990.
El documento ofrece algunos signos de mejora favorables en lo que se refiere al acceso a y la calidad de la atención de la salud. Desde 1990, varios países han logrado un progreso que cumple o sobrepasa los niveles alcanzados por otras naciones con desarrollo similar. Dichos países incluyen a Turquía, Perú, Corea del Sur, las Maldivas, Níger, Jordania y varias naciones de Europa Occidental como Suiza, España y Francia
El IHME planea actualizar el reporte anualmente con el objetivo de utilizar estos resultados para comprender mejor los desfases y oportunidades para mejorar el acceso al cuidado de la salud en todo el mundo.
Redacción Salud con información de EFE
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