El Ministerio de Salud inició la consulta pública de un proyecto de resolución con el cual busca modificar los artículos 2, 3, 16, 25, 32 y 37 de la resolución 810 de 2021, y responder a lo que debe reglamentar de la Ley 2120 de 2021, conocida como la ley comida chatarra y que, en esencia, busca definir las etiquetas de advertencia que deberán llevar los alimentos y las bebidas ultraprocesadas con potenciales contenidos excesivos de algunos nutrientes críticos.
(Siga leyendo: Este es el etiquetado de advertencia en alimentos que plantea gobierno Duque).
Según la cartera, las recomendaciones contenidas en dicha propuesta fueron recogidas por un estudio de la Universidad de Antioquia que revisó in extenso la evidencia científica y las experiencias recogidas a partir de desenlaces sanitarios favorables en otros países. En tal sentido, el proyecto de ley propone un etiquetado frontal con las características que se definen a continuación:
Forma octogonal. A la luz de la mayor evidencia científica disponible, libre de conflicto de intereses, algunos estudios con alto rigor de evidencia han demostrado que es la figura más apropiada para llamar la atención de los consumidores.
(De su interés: Comida chatarra: etiquetado no será reglamentado en el actual gobierno) .
De hecho, en la resolución se aclara que esta forma ha sido incluida como variable de intervención en casi 9 de cada 10 estudios que han tratado el tema y uno de ellos, dentro de un marco de evidencia científica validada encontró que el octágono es el que presenta mayor potencial para maximizar la percepción de insalubridad de ahí la sugerencia.
Color negro. Los sellos deberán llevar este color, dado que un estudio experimental aleatorizado, según el Ministerio, al comparar entre diferentes opciones encontró que el negro es el que más captura la atención de los consumidores y, al igual que la figura, tiene mayor potencial de elevar la percepción de riesgo en las personas.
Texto. En dicho sello deberá quedar escrito de manera clara ‘EXCESO EN’, puesto que se encontró que entre otros contenidos escritos, al tenor de la evidencia científica, son las palabras con mayor impacto a la hora de favorecer la percepción de insalubridad en los productos. El Ministerio deja claro que términos como ‘ALTO EN’ también aparece en algunas investigaciones, pero no ven concordancia con el término ‘Cantidad excesiva’, utilizado en la descripción del artículo 5 de la Ley 2120 que se propone reglamentar.
Valores máximos
En este caso, el Ministerio revisó la literatura científica disponible y concluyó que el modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) es el que presenta mayor evidencia favorable para proteger contra la obesidad en razón de que es el que identificar mejor los alimentos que contienen nutrientes críticos excesivos y define de manera más rigurosa la exigencia en cuanto al porcentaje de productos regulados, lo que les permite a los consumidores identificar de manera más adecuada los alimentos con elevados contenidos de los nutrientes para vigilar, a la par que se fundamenta en evidencia científica también avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre nutrientes en salud pública.
Lo anterior, sin dejar de lado que se convierte en una herramienta para la reglamentación de la publicidad, las políticas fiscales de alimentos y bebidas de alto contenido de energía y pobre valor nutricional. No está de más decir que los criterios de inclusión de nutrientes cítricos (azúcares libres, sodio, grasas saturadas, grasas totales y ácidos grasos trans) están basados en las metas de consumo de nutrientes recomendados por la OMS.
(Lea también: Piden a Minsalud avanzar con sellos en alimentos ultraprocesados).
En opinión de Carolina Piñeros Ospina, directora ejecutiva de Red PaPaz, es un triunfo de la ciudadanía, la academia y las organizaciones de sociedad civil el que finalmente se haya iniciado el proceso para contar con la reglamentación estipulada en la ley comida chatarra, según la cual el etiquetado frontal de advertencia debe basarse en la mayor evidencia científica disponible libre de conflictos de intereses.
“Estamos dispuestos a acompañar al nuevo gobierno, que es el que ahora queda con la responsabilidad de expedir la resolución, para que no solo logre hacer de esto una realidad, sino también otras medidas necesarias y urgentes, como el impuesto saludable a las bebidas ultraprocesadas endulzadas, los entornos escolares alimentarios saludables y la restricción de la publicidad de productos ultraprocesados contra niñas, niños y adolescentes”, concluyó Piñeros.
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