La Clínica del Country, ubicada en el norte de Bogotá, aún no había sido notificada oficialmente de la denuncia que el actor porno español Nacho Vidal dijo instaurar por el supuesto acoso que habría sufrido por parte de un médico de la institución.
Fuentes del centro asistencial consultadas por EL TIEMPO señalaron que solo han conocido el caso a través de la prensa e insistieron en su disposición de colaborar con la justicia. Y, frente a la suspensión del médico acusado, la clínica explicó que se trató de una medida provisional mientras se adelanta la investigación interna.
Vidal aseguró este miércoles en entrevista con W Radio que luego de acudir a la clínica por un dolor de oído, fue atendido en urgencias por un médico general que le examinó la zona de la molestia. “Yo estaba acostado mirando el techo, rogaba para que no entrara en una erección que finalmente sucedió; luego, el médico empezó a juguetear y a mirar”, aseguró.
Según el actor, antes de la consulta tomó una sustancia que facilita la erección por razón de su trabajo en el cine de adultos. Durante la cita médica, el doctor –aseguró– lo hizo poner de pie y lo tocó en sus genitales. Más adelante, Vidal fue remitido de urgencias al otorrinolaringólogo y, según dijo, este le aclaró que el caso no justificaba ese examen. “Ahí fue cuando Nacho se indignó, se dio cuenta de que lo habían tocado”, apuntó el abogado del actor.
Fuentes de la Fiscalía señalaron que indagan los hechos. Además de la declaración de Vidal consultarán con el médico que lo atendió, la persona que acompañaba al actor –quien al parecer tiene algunas pruebas en video– y revisarán los protocolos seguidos durante el procedimiento del triaje.
De existir delito en la actuación del médico, habría dos escenarios para analizar: que se tipifique una injuria (ofensa) de hecho, conducta que es querellable, no da cárcel y puede ser conciliada por las partes.
El segundo escenario es el de un acto sexual abusivo con persona en incapacidad de resistir, el cual tiene una pena de entre 8 y 16 años y se comete contra personas que, por condiciones fisiológicas o como efecto de una droga, no pueden defenderse. La Fiscalía analizará qué medicamentos habría tomado el actor para determinar la situación.
Algunas fuentes no descartan que detrás de la inusual denuncia se esconda la intención de una demanda civil contra el médico o la institución en la que labora. Y sobre el médico habría implicaciones éticas que tendrían, eventualmente, efectos legales.
EL TIEMPO