Estar sentado todo el día en el trabajo, tecleando en un computador, con el cuello rígido mientras mira la pantalla y levantándose solamente para ir a almorzar no es una rutina agradable para los músculos ni para el pensamiento, ¿no cree?
La Organización Mundial de la Salud indica que, en los países industrializados, un tercio de las bajas laborales por razones de salud se deben principalmente a dolencias del aparato locomotor, como las afecciones de la espalda (dolores lumbares, ciática, hernias) y las dolencias cervicales y de las extremidades superiores (como cuello, hombro o brazos).
Este tipo de dolores surgen cuando invierte tanto tiempo en el trabajo descuidando su salud física, pero la buena noticia es que puede, al menos, sacudir un poco la pereza durante su rutina... ¡con yoga!
El yoga es una práctica muy variable de estiramientos, ejercicios de respiración y filosofía de vida que ayuda a reducir el dolor de la espalda baja y mejora la función motriz, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de los Estados Unidos, afiliada al Instituto Nacional de Salud.
Tara Stiles, exmodelo estadounidense y actual embajadora mundial de los Hoteles W, fue una de las personas que le apostó a variar la práctica con su propia propuesta: el strala yoga, que combina coreografías de ballet con posturas de esta disciplina a la que cada vez se suman más y más.
Ella comparte estas cinco posturas que puede realizar en cualquier momento en su ámbito laboral, sin necesidad de tener ropa de ejercicio (con que esté cómodo es suficiente) o un tapete para hacerlas. ¡Anímese!
1. Postura del sol naciente. Levántese de la silla, alce los brazos al cielo en señal de agradecimiento y relaje la cabeza hacia atrás; no olvide respirar y repetir esta postura 10 veces.
2. Saludos al sol. Mientras camina, inhale profundamente y levante los brazos. Cuando exhale, ábralos hacia ambos lados y, mientras tanto, doble sus rodillas; estire el torso hacia las piernas y muévalo de lado a lado en esa posición. Levántese y lleve la punta de los dedos de las manos a los dedos de los pies. Repita el ejercicio cinco veces.
3. Postura del águila. Cruce un antebrazo frente al otro, asegurándose de que los codos queden frente a su pecho. Estire un hombro hacia atrás o hacia el costado correspondiente a ese hombro, y lleve de la espalda para estirar más. Mantenga cada estiramiento durante 20 segundos, mientras se concentra en su respiración. Repita con el otro hombro. Haga una sesión de cinco estiramientos cada uno.
4. Postura de paloma. Sentado en su asiento, ponga un tobillo encima de la rodilla contraria y el torso hacia el frente, respirando profundamente. Asegúrese de empujar la rodilla del lado del tobillo hacia abajo para estirar los músculos de los muslos y la espalda. Repita con el otro lado del cuerpo.
5. Postura del árbol. De pie, ponga la planta de un pie sobre la ingle contraria. Mantenga el balance con la pierna que lo sostiene durante 30 segundos, conservando una postura recta en la espalda. Este ejercicio es beneficioso para estirar esta parte del cuerpo. Repita con el otro lado del cuerpo, 10 veces en total.
Tome un descanso en su trabajo. Levántase, relaje las articulaciones, codos, rodillas, etc. Camine por la oficina. Respire profundo, varias veces.
La idea es que pueda cambiar de posiciones durante el día. Estire las piernas, los brazos, gire el cuello; en resumen, muévase. Para esto, Stiles recomienda tomar mucha agua; el agua lo obliga a levantarse e ir al baño.
Aprenda a respirar. Hágalo desde su estómago, suave y profundo. Esto ayuda a relajar los órganos y a estar más productivo durante el día. Inhale y exhale cuatro veces. Repita varias veces hasta lograr meditar.
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