¿Se han puesto a pensar en lo irónico que es que cuando alguien fallece y uno le desea que “descanse en paz”, cuando lo que realmente deberíamos desearles a todos y para nosotros mismos es que “vivamos en paz”? No deberíamos postergar la paz del alma cuando ya hemos dejado este mundo, sino anhelarla para todos los días mientras todavía estamos respirando.
¿Cómo hacemos para que el descanso y la placidez sean en vida y no esperemos hasta la muerte? Después de vivir tantas experiencias, leer infinidad de libros, estudiar miles de teorías y escuchar a tantas personas brillantes que admiro profundamente hablar sobre el tema, he llegado a mis verdades que quisiera compartir con ustedes.
1. El éxito es decir lo que uno piensa y hacer lo que uno dice, especialmente cuando no hay nadie mirando.
2. Solo cuando aceptamos nuestras propias imperfecciones somos capaces de tener compasión con los demás.
3. Lo importante son las personas, no las cosas. El día que muera nadie se va acordar de la marca de zapatos que usaba.
4. Hacer todo de corazón es como una interminable fuente de chocolate. Independientemente de lo que se ponga debajo, siempre lo va a endulzar.
5. Hay que decir la verdad... ¡siempre! No porque lo puedan coger a uno en la mentira, sino porque es lo correcto.
6. Ver el lado positivo de cada situación no lo hace a uno menos realista, pero sí hace que la realidad sea más linda.
7. Echarles la culpa a los demás por la vida de uno es cederle las riendas de la existencia a un extraño, por cercano que sea.
8. Creer que uno tiene la verdad revelada le resta posibilidad de que la vida lo sorprenda.
9. Reprimirse de expresar amor, afecto y cariño en actos, en palabras y en gestos es MUY perjudicial para la salud.
10. Pedir perdón y perdonar con humildad y compromiso es de valientes.
11. Hay que sonreír mucho no porque todo este bien, sino porque es el principio de estar bien.
12. Juzgar a los demás le resta relevancia a la vida de uno.
13. “Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento ” (Eleanor Roosevelt).
14. ‘Imposible’ es solo una palabra en el diccionario.
15. Una vida sin gratitud es una vida de permanente escasez.
Tal vez coincidan conmigo en algunos puntos o tal vez no. Lo importante es que hagan su propia lista y sean conscientes de sus propias verdades. No hay que ser el dalái lama ni hay que levitar para lograr el ‘nirvana’. No esperemos que la paz sea en el descanso eterno, es en el hoy y en el ahora.
ALEXANDRA PUMAREJO@detuladoconalex