El cuerpo de una mujer pasa por cambios constantemente, sin parar. Llegan los 45 años, después los 50 años y, sí, el cuerpo empieza a experimentar una nueva etapa: la menopausia. Pero una faceta de la vida de toda mujer no tiene por qué sufrir en el proceso: ¡el deseo y el sexo!
¿Ha oído que la menopausia es, de alguna manera, el fin de la vida sexual? Pues quíteselo de la cabeza. Sí, es cierto que el cese de producción de estrógenos en el cuerpo puede provocar una disminución de la libido en esta etapa de la vida, que comienza cuando llega la última menstruación en el ciclo vital de una mujer.
¿Que eso se traduce en una falta de lubricación? Sí, puede ser, ¡pero no se sonroje! Es un proceso natural. Como explica el ginecólogo Germán Barón, quien es parte de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Menopausia: “Hay receptores de estrógenos en todo el cuerpo, pero son especialmente abundantes en el área reproductiva: en el cuello uterino y en la vagina, incluyendo los labios. Allí es donde están las glándulas de activación de lubricación, cuyo funcionamiento depende, en gran parte, de la producción de estas hormonas”.
Tener relaciones sexuales con frecuencia puede mantener ‘vivas’ esas glándulas. Sin embargo, si usted necesita una mano en su lubricación, ¡no lo piense dos veces! Como dice Barón, vivir la menopausia es estar en el mejor momento para disfrutar su sexualidad al máximo, especialmente frente a la incapacidad general de quedar embarazada. Entonces, ¿por qué no seguir jugando? Aquí le damos algunas recomendaciones para hacerlo.
Una de las formas de tener una lubricación adecuada es aplicando hormonas localmente; estas pueden administrarse con un óvulo que se inserta dentro de la vagina o con un tópico. En estas aplicaciones, las hormonas, a diferencia de una terapia hormonal que puede afectar todo el cuerpo, son recibidas exclusivamente por los receptores vaginales, explica el ginecólogo Germán Barón.
El propósito de este tipo de productos es restaurar la mucosa vaginal para producir una mejor lubricación. Tome nota: se consiguen solo por receta médica.
Los lubricantes son de los productos más populares para darle un giro a su vida sexual, por lo fácil que es obtenerlos (en una droguería) y la diversidad de aplicaciones que pueden tener (con un toque más divertido). ¿Ya se tentó?
Según Nancy López, directora comercial de la tienda de regalos Lujuria, estos son los tipos de lubricantes más comunes que puede conseguir en sex shops, supermercados y farmacias hoy:
A base agua. Estos son los más recomendados si lo que se necesita es una lubricación mecánica, sin añadidos. Son hipoalergénicos e inodoros. Además, a la hora de establecer una relación sexual con condón, se recomienda el uso de este tipo de lubricante, ya que el de base aceitosa puede dañar el látex del preservativo.
Siliconado. Tienen un poder lubricante más elevado y son perfectos para esos encuentros acuáticos, pues el agua no los afecta. Pueden ser irritantes. Ojo: nunca los use con los juguetes sexuales de silicón también porque pueden dañarse.
A base de aceite. ¡A masajear! Ideal para estimular las zonas erógenas del cuerpo más allá de la genital, tanto para usted como para su pareja.
Comestibles. También conocidos como ‘saborizados’, suponen una forma original de divertirse en la cama, ya que vienen en muchos sabores. El chocolate y las frutas son los elegidos con más frecuencia y, sí, ¡son ideales para disfrutar el sexo oral!
‘Sensacionales’. Estos son lubricantes que producen efectos más allá de un valor mecánico o funcional: hay de los que producen sensación de calor y los que dan una sensación de frescura y cosquillas por ser mentolados, perfectos para estimular tanto sus genitales como los de su pareja.
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