Aunque muchas personas no lo crean -o ni se lo imaginen- comer de manera inadecuada puede causar tales estragos en la salud y en el organismo, que repercute directamente en el absentismo laboral.
De hecho, de acuerdo con estudios de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), la productividad laboral puede caer hasta un 30% debido a los malos hábitos alimenticios. El problema, es que seguir una dieta balanceada y no saltarse los horarios de las comidas dentro de una oficina a veces puede convertirse en todo un reto.
Además, no todas las personas necesitan de los mismos alimentos para llegar con éxito al final de su jornada laboral. Así lo asegura el director B&I de Eurest España, Sergio Miralles, en una entrevista con El País: "Es importante realizar una adecuada selección de alimentos y ajustar las cantidades ingeridas a la actividad física que implique cada tipo de trabajo. Por ejemplo, en el caso de labores que requieran un mayor esfuerzo físico, las pastas, arroces y patatas asegurarán la energía necesaria para un mejor rendimiento físico durante la tarde". Además, es importante no solo evitar alimentos procesados y poco saludables, sino también desayunar, comer algo de medias nueves, almorzar tranquilamente y tener un "snack" para el final de la tarde.
Esto ayudará a regular el organismo; pero tenga cuidado con los altos momentos de estrés, es ahí cuando la gula y consumir alimentos dulces y grasosos en poco tiempo aparecen.
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