Como si se tratara de la independencia de Cataluña, el debate sobre la eyaculación femenina no tiene puntos medios. Hay quienes insinúan que, al igual que tenemos orgasmos múltiples, podemos eyacular de diferentes maneras, que incluso alcanzan para adobar películas con escasez de ropa. Todo es mentira.
El asunto es que esas tonterías se han instalado en la gente en forma de imágenes que asemejan generosas fuentes que se activan al compás de gritos y gemidos. Para empezar, hay que decir que nosotras sí eyaculamos, pero no como lo muestran los tendenciosos mercaderes del sexo, sino que es un evento que pasa desapercibido, porque se trata de la oportuna expulsión de una especie de líquido translucido y blanquecino que las más de las veces se queda en el interior de la vagina, por lo que se confunde con la lubricación producida por la excitación. Así de simple.
Pero esto no se expulsa a borbotones. Y solo cuando la posición lo permite o en casos excepcionales se puede apreciar su salida. Y ya es hora de aclarar que esto no se produce en la vejiga. Eso es otra cosa.
Si eyaculamos en medio de los orgasmos, hay muchas razones para disfrutarlo
Su origen está en las glándulas de Skene, que desembocan en la vagina, por lo que se han llamado la próstata femenina. Y no le falta razón a quien las bautizó de esta forma, porque el líquido del que hablo contiene casi las mismas sustancias que produce la próstata masculina y que, según los entendidos, ayuda a la nutrición de los espermatozoides y a facilitar su fecundación. Así que no se hagan cruces ni se aterren. Nosotras eyaculamos de verdad y no tenemos que pegarnos del ‘squirting’, que no es otra cosa que orina pura en acción, en cumplimiento de un torpe papel que le ha asignado el cine porno.
Y esto no es nuevo. Por el contrario, muchas mujeres lo han sentido. El problema es que no pocas se avergüenzan porque piensan que es algo extraño y anormal. Todo en razón del sinnúmero de mitos y bobadas que al respecto se difunden.
Lo que intento decir es que si eyaculamos en medio de los orgasmos, hay muchas razones para disfrutarlo. Hasta luego.
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