Mediante la resolución 315 del 2 de marzo, el Ministerio de Salud actualizó el listado de estupefacientes, psicotrópicos, precursores y sustancias sometidas a fiscalización y control especial e incluyó al cannabis medicinal.
Esto significa que el cannabis utilizado con fines medicinales será sometido a fiscalización específica por el Estado a través del Fondo Nacional de Estupefacientes (FNE).
Para el efecto se definió que todo producto farmacéutico elaborado a partir de cannabis podrá prescribirse para un tiempo máximo de tratamiento de 30 días calendario y se dispensará estrictamente con fórmula médica. En esencia, la resolución permite la preparación de medicamentos magistrales a base de cannabis y marca un hito, pues antes, los productos farmacéuticos solo se preparaban a partir de materias primas importadas, cosa que no pasa ahora en el país con esta materia prima vegetal.
Las preparaciones magistrales, valga recordar, son aquellos medicamentos que se preparan de acuerdo con las concentraciones necesitadas específicamente por cada paciente.
De esa forma serán objeto de control los terminados de cannabis que tengan concentraciones de THC (componente psicoactivo) superiores a 0,2 por ciento. Andrés López Velasco, exdirector del FNE, explica que también se definen nuevas modalidades para autorizar a las farmacias, laboratorios y centrales de mezclas a fabricar preparaciones magistrales: para investigación, para ensayos clínicos y para procesos de purificación/transformación que involucran todas las sustancias controladas, pero especialmente útiles para el cannabis. De igual forma, se considera a partir de ahora que los cupos para producción y dispensación estarán regulados por el FNE y se establece que estos procesos deben ser mediados por químicos farmacéuticos.