Entre el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, el británico David Nabarro y la paquistaní Sania Nishtar está el nuevo director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia sanitaria de la ONU que celebra su asamblea anual número 70 esta semana en Ginebra (Suiza).
Este martes, los 194 países que la integran elegirán a uno de los tres candidatos al puesto de director general para que tome el lugar de la china Margaret Chan, quien dirigió la entidad en los últimos 11 años.
Los candidatos tienen todos perfiles y trayectorias muy distintas y ninguno de ellos parte como único favorito, por lo que el proceso de elección se espera largo y tortuoso.
Nabarro, de 67 años, cuenta con la experiencia interna e internacional necesaria, pero no puede blandir la bandera de la renovación; Adhanom Ghebreyesus, de 52 años, se presenta como el candidato africano, dado que nunca ha habido un director general de ese continente, y Nishtar, de 54 años, asume las credenciales de un país en desarrollo y con grandes mejoras en el sector de la salud.
A la izquierda, la paquistaní Sania Nishtar, una de los tres aspirantes al cargo de director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la derecha, David Nabarro.
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Si el elegido es Adhanom Ghebreyesus tendrá que solventar, además, la firme oposición de activistas de derechos humanos -entre los que están organismos de la ONU, Human Rights Watch o Amnistía Internacional- que lo acusan de formar parte de un Gobierno represor.
Este lunes, hicieron oír su voz un grupo de etíopes tanto en la plaza frente al Palacio de las Naciones Unidas donde tiene lugar la Asamblea, como en la propia sala donde Chan estaba a punto de pronunciar su discurso, cuando un activista gritó que sería "una vergüenza" para la OMS elegir al candidato etíope.
Manifestantes etíopes participan en una protesta en contra de la candidatura de su compatriota Tedros Adhanom Ghebreyesus a dirigir la OMS.
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El elegido tendrá que lidiar con el tema que quedará ligado para siempre a la gestión de Chan: la respuesta a las emergencias sanitarias y especialmente a los brotes epidémicos. Chan se va envuelta en polémica por su gestión, acusada de haber exagerado en ocasiones -como con la gripe A, lo que llevó a que los países gastasen millones de dólares en vacunas que después no usaron- o de atenuar el riesgo en otras, como con la epidemia de Ébola, que se saldó con 11.000 decesos.
Entre controversiasOtra polémica de esta Asamblea que recién comienza es que, por primera vez desde 2009, Taiwán ha sido excluido de participar como observador en las deliberaciones. Pese a ello, Taipei ha enviado a Ginebra a su ministro de Salud y Bienestar, Chen Shih-chung, quien en una rueda de prensa dijo que su país deseaba participar en este foro "no para discutir de política, sino para compartir la valiosa experiencia que tiene Taiwán en el ámbito sanitario, como lo hemos hecho hasta ahora".
La polémica en torno al caso de Taiwán no es la única que surgió al inicio de la Asamblea, pues la elección de la ministra de Salud de Rusia, Veronika Skvortsova, como presidenta del evento fue criticada duramente por la delegación de Ucrania.
Más allá de controversias, los delegados analizarán temas como el acceso a la salud de los refugiados y los inmigrantes o la respuesta global a los vectores -transmisores de enfermedades- protagonistas de las últimas grandes epidemias como la de zika o la de fiebre amarilla.
Este martes, Margaret Chan termina su gestión de 11 años al frente de la OMS.
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En su discurso de despedida, Chan aceptó que la entidad fue "demasiado lenta" en la reacción a la epidemia de Ébola en los dos últimos años en África occidental. "La OMS fue demasiado lenta en reconocer que el virus, durante su primera aparición en África occidental, se comportaría de forma muy diferente que durante los pasados brotes en África central, donde era un virus raro pero familiar y donde las medidas de contención funcionaban", declaró Chan.
Esto pasó durante mi mandato, por lo que soy personalmente responsable y la historia juzgará si el programa de emergencias establecido desde entonces será suficiente para reaccionar a nuevas crisis
A pesar de reconocer sus falencias en la gestión, la china Margaret Chan defendió su trayectoria de 11 años al frente de esta agencia de la ONU, considerando que el mundo está "mejor preparado", aunque "no suficientemente" para responder a las epidemias.
"El mundo está mejor preparado pero es cierto que no suficientemente (…) Les prometí trabajar sin descanso y es lo que he hecho", manifestó.
En enero, Chan puso en marcha la creación de un grupo de trabajo encargado de llevar a cabo un nuevo sistema para "elaborar vacunas a un coste accesible para los patógenos prioritarios identificados por la OMS". "La cronología del VIH, la tuberculosis y la epidemia del paludismo indican relaciones directas y existentes entre los cambios en las estrategias técnicas de la OMS y el viraje en la situación de la enfermedad", comentó.
Además, Chan saludó también el trabajo de la OMS en la lucha contra las abandonadas enfermedades tropicales, que permitirá eliminar un gran número en "un futuro muy próximo". Asimismo, señaló que la OMS ha "conseguido avances científicos y los ha vuelto más democráticos".
Respecto a esto, recordó el trabajo realizado por la OMS en la lucha contra el virus Ébola en el oeste de África. La terrible epidemia afectó a esta zona del planeta entre finales de 2013 y 2016 y causó más de 11.300 muertos entre los casi 29.000 casos registrados. Más del 99% de ellos fueron detectados en Guinea, Liberia y Sierra Leona. "La OMS consiguió controlar los tres brotes y dar al mundo la primera vacuna contra el Ébola, que supone una importante protección. Esto se produjo bajo mi supervisión y soy personalmente responsable", declaró.
EFE y AFP
