Uno de los asuntos que dejó claro el jefe máximo de las Farc, Rodrigo Londoño, ‘Timochenko’, en su viaje esta semana a Oslo (Noruega) para participar en un foro sobre resolución de conflictos, es que esa agrupación busca sobre todo tener una propuesta política alternativa que les atraiga a los colombianos, “que recoja el sentir del pueblo”.
De hecho, el jueves, en un conversatorio con representantes de organizaciones sociales, Londoño dijo que las Farc esperan consolidar su proyecto como partido político en el congreso que realizarán cuando completen su desarme definitivo.
Se ha previsto para ese escenario que sea en agosto, cuando la misión de las Naciones Unidas ya haya sacado de las zonas veredales los contenedores donde está almacenado el armamento guerrillero.
“Sí, estamos preocupados en que acertemos en la propuesta y hemos recogido todas las experiencias que ha vivido Colombia en distintos momentos, de distintas propuestas que no han podido salir adelante”, dijo Londoño, al recordar la Unión Patriótica, partido surgido como propuesta política de esa guerrilla en 1985 y que sufrió persecución.
El jefe máximo de las Farc también dijo ser consciente de que “construir un proyecto político no es una fórmula matemática”. Y, en todo caso, reafirmó que si llega al poder un partido que se oponga a lo acordado, como el Centro Democrático liderado por el expresidente Álvaro Uribe, seguirán insistiendo en su propuesta política.
“Nos preguntan: qué pasa si gana Uribe en el 2018. Pues, seguir luchando. Muchas veces, la gente quiere que nos vayamos al monte otra vez, cree que dejamos unos fusiles y los vamos a recoger. No. Vamos a seguir”, anotó Londoño.
Desde ya, por las campañas publicitarias que han puesto a rodar en redes, se sabe que las Farc tienen como bandera política “el combate a la corrupción”, “un sistema de salud eficiente para los más pobres”, “condiciones laborales justas” y “una política agraria justa”, entre otros.
Un paso clave en lo que tiene que ver con la incorporación política de las Farc, y que ya se dio en el Congreso, fue la aprobación de la reforma constitucional que establece los requisitos para la personería jurídica de su partido. Eso les permitirá avalar candidatos y acceder a financiación del Estado.
En esa iniciativa se estableció además que las Farc podrán tener durante dos periodos al menos 10 congresistas entre Cámara y Senado, sin importar cuántos votos tengan en las elecciones. Además, recibirán recursos para el funcionamiento de su centro de pensamiento.
Todo esto es clave, pues una de las bases de la negociación en La Habana era que las Farc dejarían las armas y tendrían garantía para participar en política.
REDACCIÓN PAZ