Luciana y Armando llegaron a las Sabanas del Yarí en una chiva de los trajo de San Vicente del Caguán junto a otros 34 pasajeros, casi todos periodistas. Esta última escala fue de casi 8 horas, pero previamente cada uno debió emprender un viaje más largo desde sus lugares de origen.
Ella es de Buenos Aires y es conductora del canal Barricada Tv, que transmite su programación mínimo 14 horas al día como parte de un compromiso con el Gobierno de Cristina Fernández, que les otorgó el espacio en el espectro digital y le facilitó financiación para cambiar de análogo a digital. Llegó a Bogotá en avión. Desde allí se vinieron en flota a San Vicente del Caguán, con casi 14 horas en el trayecto.
“Tenemos dos materiales listos, pero no hemos podido enviar nada por los problemas de internet y por los costos”, cuenta Luciana.
Vino a la Décima Conferencia Nacional Guerrillera “porque es un hecho histórico, ¿no?”. Lo hizo en compañía de Cristian Arias, un caleño que hace parte del grupo del canal. Se están quedando en una de las caletas que la guerrilla construyó contrarreloj para que los periodistas tuvieran la posibilidad de aproximarse a lo que es la vida en la insurgencia. Y para otros sirve de ayuda para quienes no tienen la manera de 30.000 pesos diarios para dormir en un camarote.
La cifra no es exacta, pero en la Décima Conferencia hay mal contados 500 periodistas, entre reporteros, reporteros gráficos y camarógrafos que se han aplicado a la disciplina de este sitio que implica levantarse sobre las 5 de la mañana, esperar cupo para las duchas, correr con suerte para encontrar un inodoro medianamente en buenas condiciones, hacer cola para comer en el sitio dispuesto cerca a los alojamientos o hacerlo en la zona de caletas donde se convive con guerrilleros y guerrilleras.
Se podría decir que de los medios alternativos es la mitad de colegas que asisten a esta cumbre guerrillera. Vienen de muchas regiones, son respaldados por fundaciones o son esfuerzos en solitario.
De Montería llegó Armando Ribón, de Alas de Libertad, un medio virtual. Llegó el 17 en chiva, casi 12 horas después de la instalación de la cumbre guerrillera. Viajó en avión de Montería a Bogotá. En flota fueron 14 horas entre Bogotá y San Vicente del Caguán y una hora después se subió a una chiva que cobraba 30.000 pesos para traerlos hasta el campamento por una vía destapada. Fueron siete horas más.
“Es una oportunidad para compartir con colegas de experiencia, nacionales, internacionales, de hacer contactos, de relacionarse, de crecimiento. Y para venir nos tocó hacer colecta con los amigos para poder venir. Nos estamos quedando en las caletas y nos regresaremos hasta el 24”, dice convencido de que el viaje les trae muchos beneficios. Pero como todos se queja de Internet. “Anoche aproveché 10 minutos de conexión para mandar información. Lástima porque para el proceso de paz los medios alternativos somos importantes porque somos muchos ayudando a difundir con otra perspectiva”, dice.
Armando reconoce que “la economía está bien porque en la caleta tenemos la comida que nos dan los guerrilleros. Por lo demás tratamos de armar grupo con otros colegas para ir en bloque a todos los espacios”.
Así como Luciana y Armando, Keyner y Yesly representan a los medios comunitarios aquí en las Sabanas del Yarí. Llegaron desde Barranquilla en busca de historias para su proyecto de comunicación con comunidades, que tiene vida como ‘La Plena’ en medios digitales. Él estudió sociales y ella hace quinto semestre de artes plásticas. De 8 a 12 del día, después de la intervención de uno de los comandantes de las Farc, ellos se dedican a preparar la comida para el día. Trajeron arroz, espaguetis, atún y otros insumos.
No todos los medios alternativos se podrán quedar hasta el 24 porque la economía no alcanza. Pero no hay duda que han jugado de tú a tú en este escenario de tantos medios de comunicación para ser testigo de un hecho histórico.
FERNANDO MILLÁN
Enviado especial a Sabanas del Yarí (Caquetá)
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