En el corto y mediano plazo el movimiento político que surja de las Farc no estará alinderado exclusivamente a partidos de izquierda, según lo manifestó Carlos Antonio Losada, quien hizo parte del equipo negociador de las Farc en La Habana.
En una entrevista exclusiva para este diario, Losada señaló también que trabajan en estrategias para mejorar la imagen que tienen en el país y habló del empleo para los guerrilleros cuando se reincorporen a la vida económica.
Losada participa de la X Conferencia Nacional guerrillera, en la que delegados de todos los frentes y bloques de las Farc deberán refrendar los acuerdos alcanzados con el Gobierno en La Habana y determinarán el camino para convertirse en partido político.
¿Por qué se pudo ahora y no se pudo en el gobierno de Pastrana?
Yo pienso que se fueron generando condiciones tanto a nivel nacional como internacional que permitieron que finalmente después de 10 años de hacer un esfuerzo descomunal por parte del Estado con la ayuda y la intervención norteamericana por derrotar definitivamente a las Farc desde el punto de vista militar se convencieron de que esa salida militar que tanto se había buscado no era posible.
Ustedes ya entran de lleno a la política y el tema electoral es clave, ¿hasta dónde piensan llegar por los menos en el mediano futuro?
Nosotros nos distanciamos de esa visión que reduce la política exclusivamente al plano electoral. Para nosotros la actividad política va más allá y tiene que ver con el compromiso que asuman los partidos y las organizaciones políticas de trabajar al lado de las comunidades, no solamente en el campo sino en la ciudad, de lograr palpar y sentir cuáles son las vivencias y las carencias de esas comunidades. De manera que no necesariamente en estas primeras etapas de la actividad política nuestra en la legalidad se van a limitar exclusivamente al campo electoral.
Un tema clave es el de la imagen. Tal vez para la guerra no se necesite una buena imagen, pero para la política sí. ¿Qué han pensado o tratado de hacer para que ya en la política la imagen de las Farc sea otra?
Nosotros desde el mismo escenario de La Habana hemos venido tratando de generar una política comunicacional, por llamarla de esa forma, que de alguna manera nos permita a nosotros quitarnos esa carga negativa, que también en muy buena parte fue creada como parte de las estrategias de confrontación y de guerra en contra nuestra. De manera que sí sabemos y estamos convencidos que ahí hay que hacer un esfuerzo, pero sobre todo consideramos nosotros que será nuestro accionar, nuestra actitud, nuestro trabajo al lado de las comunidades. El hecho práctico de que la sociedad colombiana nos vea comprometidos con la construcción de una sociedad más justa, más equitativa, eso va a ser lo que va a determinar el cambio de nuestra imagen.
¿Cuáles serían los aliados de las Farc en esta lucha por la política?
Nosotros claramente vamos a ser una alternativa de izquierda, pero consideramos que en este momento de la reconciliación nacional, de ampliación de la democracia, donde hay sectores que de todas maneras siguen insistiendo en la guerra y en frenar los avances y las transformaciones en nuestro país, se va a requerir de una propuesta política que vaya más allá de la izquierda y que abarque sectores del centro y progresistas.
Hablando con los guerrilleros rasos uno se encuentra con el convencimiento de que van a seguir unidos entorno a las Farc, ¿pero ya en la vida real qué hay pensado en temas como empleo y educación para ellos?
Nosotros dentro de las propuestas que elaboramos para la Mesa en el tema de la reincorporación planteamos siempre que la reincorporación económica tiene que darse sobre la base de proyectos cooperativos que garanticen de alguna manera la cohesión, que garanticen que esa reincorporación se dé en los territorios ligados también a las comunidades donde históricamente nosotros hemos hecho presencia, ligados también a las familias de los combatientes. Si eso lo logramos será garantía de que se mantenga la propuesta y el compromiso de unidad y de cohesión entorno al proyecto político.
¿Qué sapos se comió las Farc en esta negociación?
Siempre he sido enemigo de denominar sapos porque todo lo que se haga por la paz está bien. Hay cosas que seguramente uno desearía que no se hubieran dado. Pero pienso que un proceso de negociación, de salida política, implica sacrificar parte de las aspiraciones propias en función del colectivo en general.¿Qué análisis hacen ustedes de la disidencia, como enfrentar esa amenaza al interior de las Farc para la firma final?
La disidencia que se nos presentó a nosotros en el Frente Primero es algo muy aislado, es un grupo muy reducido, que no obedece a razones de diferenciación ideológica o política y por eso no logró trascender. Por eso nosotros lo que hemos estado experimentando en el transcurso de la Conferencia es el respaldo y la decisión unánime de todos los delegados de apoyar los acuerdos alcanzados.
Fernando Millán C.
Enviado Especial de EL TIEMPO
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