El hombre encargado de liderar la Misión Política de la Organización de Naciones Unidas en Colombia, es decir, el mediador neutral durante la implementación del proceso de paz, fue el encargado de la primera intervención oficial este martes en Mesetas, Meta.
Tras saludar a los altos funcionarios del Gobierno, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos, así como a los miembros del secretariado de las Farc, liderados por Rodrigo Londoño, y a los representantes internacionales, Jean Arnault presentó un balance de la verificación del acuerdo de cese al fuego bilateral y definitivo y de la dejación de armas.
Arnault recordó que esa misión comenzó su tarea en Colombia el 26 de septiembre de 2016, en cumplimiento del mandato aprobado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
“El cese al fuego y de hostilidades bilateral, declarado el 29 de agosto de 2016, ha sido respetado por ambas partes y ha contribuido directamente al descenso de los principales indicadores de violencia en el país”, sentenció Arnault.
Agregó que, salvo “pocas excepciones”, las reglas del cese al fuego a las cuales se sometieron ambas partes han sido cumplidas: “Importante para nuestra valoración es el hecho que ninguno de los incumplimientos observados refleja un patrón de violaciones deliberadas o decisiones de alto nivel de una u otra parte”.
Arnault, ciudadano francés y representante del secretario general de Naciones Unidas en el país, agradeció a las personas que estuvieron al frente del mecanismo tripartido de monitoreo, como el almirante Orlando Romero y el líder guerrillero Marco Calarcá, así como al coordinador general del componente, general Javier Pérez Aquino, al general del Ejército Javier Flórez y al también líder guerrillero Carlos Antonio Lozada.
Uno de los puntos más altos del balance positivo presentado por Arnault fue la recomendación directa a la ONU para que tome a Colombia como ejemplo para otros procesos.
“Hoy, con pleno conocimiento de la eficacia del mecanismo tripartito, podemos recomendar a las Naciones Unidas que recoja las enseñanzas de la experiencia de Colombia para aplicarlas en otras partes del mundo”, fueron sus palabras.
Para Arnault, el balance del proceso de los últimos meses indica que el cese al fuego bilateral acordado entre Estado y Farc “está consolidado”, y que la observación tripartita debe continuar.
La dejación de armas se cumplió en tres fases. El primer 30 por ciento se empezó a entregar el 7 de junio, el siguiente 30 por ciento desde el 14 de junio, y el 40 por ciento faltante, cuya entrega terminó este martes, empezó el pasado 21 de junio.
Este proceso, recordó Arnault, se inició en febrero con el agrupamiento de 6.800 guerrilleros en las zonas veredales y puntos de normalización, y continuó con el registro del pasado mes de marzo, que dio una cifra total de 7.132 armas individuales y colectivas.
"En torno a la dejación de armas, consideramos que el compromiso de la dejación de armas individuales adquirido por las Farc ha sido honrado, de conformidad con la hija de ruta aprobada el 29 de mayo", señaló el jefe de la Misión.
También aclaró que, conforme se acordó en la hoja de ruta para la dejación, unas 700 armas serán dejadas a disposición para dar seguridad a las zonas donde los miembros de las Farc seguirán agrupados hasta el próximo primero de agosto, cuando termina la vigencia de las zonas veredales de normalización.
El organismo constató que las armas entregadas son operativas y "de alta calidad", y que se han entregado más armas por combatiente que en otros procesos verificados internacionalmente.
Finalmente, Arnault calificó el proceso de dejación de armas en Colombia como "un motivo de esperanza y un ejemplo poderoso para la comunidad internacional".
ELTIEMPO.COM
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